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La Supercopa de la vergüenza: un Madrid-Barça, pitos a Valencia y Betis y estadios semivacíos
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Blanqueo al régimen

La Supercopa de la vergüenza: un Madrid-Barça, pitos a Valencia y Betis y estadios semivacíos

La RFEF contribuye a lavar la imagen de Arabia Saudí en un torneo donde los estadios no se han llenado en semifinales. Xavi podría ganar su primer título como entrenador del Barça

Foto: Luis Rubiales, durante una acto oficial. (EFE/Mariscal)
Luis Rubiales, durante una acto oficial. (EFE/Mariscal)
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Barça y Real Madrid se encontrarán hoy (20:00) en la final de la Supercopa de España casi un año después de que El Confidencial revelara el pelotazo entre el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y un jugador que formaba parte de unos los participantes en el torneo, Gerard Piqué, en abril de 2022. El acuerdo permitió que el excentral del Barça se embolsara 40 millones en total y la Federación, otros 40 millones por cada edición hasta 2029. Un claro conflicto de intereses por el que Rubiales veía incrementado su sueldo gracias a un variable que aumentaba en función de los ingresos totales de la Federación. Tras el escándalo generado por estas publicaciones, el máximo mandatario del fútbol español aceptó quitarse el variable, pero se quedó con un sueldo de 675.000 euros anuales más una ayuda a la vivienda de 3.000 euros mensuales que, según Hacienda, no debería haber recibido.

Apenas una semana de competición y dos partidos jugados ha bastado para que el aficionado se pregunte qué sentido tiene llevar el fútbol español a la otra punta del mundo, que no sean los 40 millones de euros que reparte Sela. A pesar de los evidentes intentos de la Real Federación Española de Fútbol de maquillar el régimen saudí y utilizar el fútbol como un elemento que impulse cambios sociales, los derechos de las mujeres y la comunidad LGTBI siguen siendo aplastados. En este sentido, en los choques de semifinales se vivieron momentos tan sonrojantes como los siguientes: ver a la afición saudí silbando a dos equipos españoles (Valencia y Real Betis Balompié), los cuales cobran menos que Real Madrid y FC Barcelona, tener que colocar lonas publicitarias en el Betis-Barça por falta de público y seguir jugando en un estadio con pista de atletismo.

placeholder Los béticos celebran un tanto delante de una lona publicitaria. (Reuters/Ahmed Yosri)
Los béticos celebran un tanto delante de una lona publicitaria. (Reuters/Ahmed Yosri)

El Real Madrid tiene en su mano ganar el primer título de este 2023 para lograr el Sextete, algo que el club nunca ha alcanzado, mientras que Xavi Hernández podría inaugurar su vitrina como técnico del FC Barcelona. Con Thibaut Courtois y Karim Benzema como grandes salvadores en la semifinal por los blancos y Marc-André ter Stegen y Ansu Fati por los azulgranas en dos encuentros con muchos paralelismos, la gran final medirá a dos equipos que están atravesando un bache de juego antes del momento clave de la temporada.

Buenas palabras en una previa destensada

En una previa marcada por el correctismo político y los halagos entre ambos entrenadores, Carlo Ancelotti descartó que los jugadores del Real Madrid se hayan acomodado tras los últimos partidos. "No es verdad que tengan la barriga llena. Hablamos de jugadores que empezaron a ganar en 2013 y no se han llenado la barriga y nunca la van a llenar. Tienen una calidad mental muy alta. Estamos en un club muy exigente y nada hace pensar que la tienen llena", explicó el técnico italiano. Ancelotti, que confirmó que "el equipo está motivado y acostumbrado a este tipo de partidos", declaró que los tocados se han recuperado bien, salvo los que se quedaron en España y Lucas Vázquez.

Asimismo, el técnico italiano tuvo tiempo para alabar a Karim Benzema: "Ha vuelto. Nos da mucha confianza para estos partidos y para la segunda parte de la temporada. Asensio nos ha ayudado en la primera parte y ahora él nos puede ayudar" y habló sobre la receta para ganar al Barça. "No sé si la intensidad es la mejor manera de ganar al Barcelona. Para ganar hay que hacer un partido muy completo. La llave no es la intensidad. El aspecto que más nos preocupa es el de defender mejor. Ante el Valencia lo hicimos mejor, pero en el gol... Ojalá no se vuelva a repetir. La diagonal de los dos centrales es lo que salva la vida y debe funcionar".

placeholder Thibaut Courtois, héroe de la semifinal. (EFE/Str)
Thibaut Courtois, héroe de la semifinal. (EFE/Str)

Por su parte, Xavi Hernández reconoció que "veo al Real Madrid como siempre. Muy fuerte a la contra, con un medio del campo muy fuerte. Es el actual campeón de Liga y de Europa. En las finales tienen un gen competitivo tremendo y tenemos que igualarlo. Estamos muy motivados y muy ilusionados. Para nosotros significaría mucho, pero veo al Real Madrid muy fuerte". En esta línea, el entrenador azulgrana afirmó que es consciente de lo que se juega en la final.

"Para el Barça ganar siempre es innegociable. Somos el Barça y vamos a ir a por ello. Para mí el club es lo más importante y el Barça es el que debe ganar títulos. Se gane o se pierda, seguiremos compitiendo para ganar más títulos. Significaría mucho ganar al Madrid", añadió. Por último, Xavi recordó la etapa de Pep Guardiola y José Mourinho y concluyó: "Aquella etapa de tensión no fue positiva para nadie. Tengo muy buena relación con Ancelotti, es un caballero del fútbol. Tenemos que ir por esta línea. Esto es una guerra deportiva, nada más. Tengo admiración por muchos jugadores del Madrid".

Barça y Real Madrid se encontrarán hoy (20:00) en la final de la Supercopa de España casi un año después de que El Confidencial revelara el pelotazo entre el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y un jugador que formaba parte de unos los participantes en el torneo, Gerard Piqué, en abril de 2022. El acuerdo permitió que el excentral del Barça se embolsara 40 millones en total y la Federación, otros 40 millones por cada edición hasta 2029. Un claro conflicto de intereses por el que Rubiales veía incrementado su sueldo gracias a un variable que aumentaba en función de los ingresos totales de la Federación. Tras el escándalo generado por estas publicaciones, el máximo mandatario del fútbol español aceptó quitarse el variable, pero se quedó con un sueldo de 675.000 euros anuales más una ayuda a la vivienda de 3.000 euros mensuales que, según Hacienda, no debería haber recibido.

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