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Las novatadas de Xavi: no hacer una limpia como Guardiola y traicionar el modelo del que presumió
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UN CASO ANTAGÓNICO AL DE XABI ALONSO

Las novatadas de Xavi: no hacer una limpia como Guardiola y traicionar el modelo del que presumió

Regresó a un Barcelona en ruinas y sin estar lo suficientemente preparado como entrenador, de ahí que, además de ir de derrota en derrota, su gestión no esté siendo la más óptima

Foto: Xavi Hernández, técnico del FC Barcelona. (EFE/Alejandro García)
Xavi Hernández, técnico del FC Barcelona. (EFE/Alejandro García)

El fichaje de Xabi Alonso (Tolosa, Gipuzkoa, 1981) por el Bayer Leverkusen ha levantado una gran expectación en la Bundesliga, donde ya estuvo como jugador y a la que ahora ha regresado como entrenador. Por este motivo, la cadena internacional de televisión Deutsche Welle está preparando un reportaje sobre sus raíces y ha enviado a España a un redactor para entrevistar a diferentes personas que vivieron de cerca el nacimiento del Xabi Alonso futbolista y siguieron una trayectoria que precisamente terminó en Alemania, pues el tolosarra decidió colgar las botas en el todopoderoso Bayern de Múnich.

Además de conocer unos orígenes que, futbolísticamente hablando, se encuentran en la donostiarra playa de La Concha cuando la marea baja, el objetivo de Deutsche Welle es conocer cómo están siendo los primeros pasos del Alonso entrenador y, algo mucho más complejo, analizar cómo puede llegar a ser su evolución. En este sentido, y por aquello de que las comparaciones son odiosas, surge inevitablemente la figura de un contemporáneo de Xabi, del mismo nombre, aunque escrito con v, y compañero suyo en la Selección que le dio al fútbol español sus momentos de mayor gloria tras conquistar un Mundial y dos Eurocopas.

Foto: El entrenador catalán aplaude a la afición tras quedar eliminados. (EFE/Alejandro García)

Evidentemente, nos referimos a Xavi Hernández (Terrassa, Barcelona, 1980), el actual entrenador del FC Barcelona, un puesto al que llegó hace menos de un año, concretamente el 5 de noviembre de 2021, y en el que hasta la fecha ha ido de derrota en derrota. En enero, fue eliminado por el Real Madrid en las semifinales de la Supercopa de Arabia y, una semana más tarde, de la Copa por el Athletic de Bilbao. En la Liga de Campeones no superó la fase de grupos y en la Europa League no pasó de cuartos. Quedar segundo en LaLiga le permitió volver esta temporada a la Champions, aunque de nuevo ha vuelto a caer en la primera fase.

"Si a final del año no salen las cosas, seré el primero que veré", dijo Xavi tras la eliminación del FC Barcelona de la máxima competición continental. "Ha sido una castaña de las buenas, pero ya dije que somos un equipo en construcción e igual teníamos que crecer a base de castañas", añadió el catalán, quien, después de jugar 17 temporadas en el equipo azulgrana, decidió marcharse a un país como Qatar, donde no solo puso fin a su carrera como futbolista del Al-Sadd, sino que inició la de entrenador. Lo hizo en un club y una competición con un nivel futbolístico que dista mucho del que se le exige al Barça, de ahí que el salto fuera quizás precipitado, sobre todo porque el Barça al que ha vuelto poco o nada tiene que ver con el que él vivió. Y encima lo ha hecho con un equipo de andar por casa. Con un segundo, su hermano Óscar, sin formación alguna; un tercer entrenador, Sergio Alegre, que fue ojeador del Olot; y un preparador físico, Iván Torres, que trabajó en el Real Ávila.

placeholder Xabi, durante el partido de Champions en el Metropolitano. (EFE/Juanjo Martín)
Xabi, durante el partido de Champions en el Metropolitano. (EFE/Juanjo Martín)

Dos inicios de carrera muy diferentes

Y es aquí donde radican las dos grandes diferencias entre Xavi y Xabi. La primera, que Alonso ha jugado en tres de las cuatro ligas más importantes de Europa, siempre al máximo nivel. Salió de la cantera de la Real Sociedad, a cuyo primer equipo llegó tras un breve paso por Eibar, y a punto estuvo de ganar la Liga. Decidió marcharse al Liverpool, donde aprendió y acabó harto de Rafa Benítez. Regresó a España para jugar en el Real Madrid con entrenadores tan dispares como Pellegrini, Mourinho y Ancelotti, y no dudó en irse a Alemania y enrolarse en el Bayern de Pep Guardiola, donde se retiró estando aún en lo más alto.

Jugar en cuatro equipos y en tres países le permitió a Alonso aprender y experimentar modelos y contextos muy diferentes, algo que también está haciendo en su incipiente faceta de entrenador. Tras iniciarse en las categorías inferiores del Real Madrid, donde el ejemplo de Raúl González al frente del Castilla desanima a cualquiera, Xabi no dudó en aceptar la oferta para empezar su nueva carrera en el mismo lugar donde empezó la de futbolista: Zubieta. Allí cogió al segundo equipo de la Real, el conocido por todos como Sanse, y en su segunda temporada logró ascender a Segunda, algo que no sucedía en el club donostiarra desde hacía sesenta años.

Como era de esperar en un equipo cuyo principal objetivo no son los resultados, sino nutrir de jugadores a la Real, la temporada en LaLiga Smartbank fue muy dura y el Sanse acabó descendiendo, aunque lo más importante es que hasta ocho jugadores han debutado ya con el primer equipo y para Xabi fue una experiencia muy enriquecedora. Después de tres temporadas en Zubieta, Alonso dio por concluida su primera etapa de formación y, en lugar de precipitarse y aceptar la primera oferta que le llegara, decidió esperar hasta que surgiera una que, además de interesante, fuera la más conveniente para su progresión.

placeholder Guardiola y Xavi se saludan en el Camp Nou. (Reuters/Nacho Doce)
Guardiola y Xavi se saludan en el Camp Nou. (Reuters/Nacho Doce)

Y esta es la segunda diferencia con Xavi, quien no dudó en aceptar sentarse en el banquillo del Camp Nou aun a sabiendas de la complicada situación económica, social y también deportiva que atraviesa el club catalán, además de no ser la primera opción de su nuevo presidente, Joan Laporta. Es cierto que hay oportunidades que solo pasan una vez en la vida, pero el riesgo, tanto para él como para el Barça, era altísimo. Además de no estar lo suficientemente preparado, pues el salto del Al-Sadd catarí al primer equipo azulgrana es abismal, tampoco las circunstancias en el club catalán eran las más idóneas para un novato, por muy leyenda que sea.

A Pep no le tembló la mano

Cuando Pep Guardiola fue presentado como nuevo entrenador del FC Barcelona —recordemos, tras haber dirigido la temporada anterior al segundo equipo—, adelantó que en la planificación de su primera temporada no contaba con tres de las grandes estrellas de la plantilla, Ronaldinho, Deco y Eto'o, pues, a su entender, los tres habían cumplido su ciclo en el Barça. "Estamos contemplando la plantilla sin ellos. El entrenador así lo piensa después de analizar cuestiones de rendimiento y las temporadas que llevan en el equipo, y también cuestiones poco tangibles", fue el rotundo mensaje.

Acompañado de Laporta, el entonces también presidente del club, y Txiki Begiristain, el que fuera director deportivo azulgrana y que ahora está con él en el Manchester City, Guardiola explicó que la salida de Ronaldinho, Deco y Eto'o era "lo mejor para el equipo". "Si estuvieran a su nivel, estarían con nosotros. Planificamos la plantilla sin ellos, pero si acaban por quedarse, daré la vida para que vuelvan a su nivel", añadió. Y esto fue lo que sucedió con el delantero camerunés, quien le demostró que tenía un hueco en su proyecto. Es decir, que Pep tuvo claro aquello de antes de entrar, dejen salir.

Sin embargo, esto es algo que Xavi no ha hecho. En el pasado mercado de invierno pidió a Ferran Torres, Aubameyang, Adama Traoré y Dani Alves. Este verano, le han traído a Raphinha, Lewandowski, Christensen, Kessié, Marcos Alonso, Héctor Bellerín, Koundé, además de renovar a Sergi Roberto y Dembélé. Y todo ello en una situación económicamente dramática, de ahí que la presión por los resultados sea aún mayor. Sin embargo, la presencia en el vestuario de algunos veteranos como Piqué, Sergio Busquets o Jordi Alba, a quien es cierto que quiso sacar, pero no pudo, además de los pasos en falso dados con otros jugadores, como De Jong, están complicando la gestión para un entrenador que encima está empezando.

Foto: Xabi Alonso, durante el Bayer Leverkusen-Schalke 04. (REUTERS/Kai Pfaffenbach)

Pero hay más. Si el Xavi entrenador, que en poco o nada se está pareciendo al Xavi futbolista, entiende que, con los jugadores que tiene, porque él los ha pedido o los ha mantenido, su Barça debe ser muy vertical, es decir, sin hacer apenas transiciones y llevar el control del juego, debería tener claro que futbolistas como Busquets, con 9 tarjetas en 12 partidos, y Piqué, completamente superado en momentos clave, ya no tienen sitio. Si algo parecía que podía garantizar su regreso es que el equipo no perdiera la identidad, pero esto tampoco está sucediendo. El caso de Pedri es otro ejemplo. Perdido cuando se trata de correr más que de jugar.

Quién sabe. Si el Bayer Leverkusen logra clasificarse para la Europa League a costa del Atlético de Madrid, quizás Xabi Alonso tenga la oportunidad de medirse a Xavi Hernández, sin duda dos modelos antagónicos en lo que a sus inicios de la carrera de entrenador se refiere. Aunque veremos si para entonces el catalán sigue en un Barça al que ha vuelto por el tejado... de una casa en ruinas. Si después de la millonaria inversión y de traicionar el modelo de juego que mamó y del que tanto ha presumido no logra resultados, su carrera podría irse al traste a las primeras de cambio.

El fichaje de Xabi Alonso (Tolosa, Gipuzkoa, 1981) por el Bayer Leverkusen ha levantado una gran expectación en la Bundesliga, donde ya estuvo como jugador y a la que ahora ha regresado como entrenador. Por este motivo, la cadena internacional de televisión Deutsche Welle está preparando un reportaje sobre sus raíces y ha enviado a España a un redactor para entrevistar a diferentes personas que vivieron de cerca el nacimiento del Xabi Alonso futbolista y siguieron una trayectoria que precisamente terminó en Alemania, pues el tolosarra decidió colgar las botas en el todopoderoso Bayern de Múnich.

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