A Piqué le faltó explicar cómo es compatible la deuda del Barça con hacer fichajes

El Barcelona es el único club que, después de que la Liga haya actualizado las cuentas del control financiero, no cumple con el juego limpio. Pasó de un límite salarial negativo de 97,9 millones de euros tras el cierre del mercado de verano a 144,3 millones de euros en enero. De cómo es compatible que la plantilla se haya reforzado a mitad de temporada con los fichajes de Ferran Torres, Aubameyang, Adama Traoré y Daniel Alves no hablaron el youtuber Jorge Carrillo de Albornoz Torres, conocido como Jordi Wild, y Gerard Piqué en una extensa e intensa charla en la que sí salió el tema de la Selección.

Para Piqué, que está como loco por la música porque Luis Enrique cuente con él para el Mundial de Qatar (debe ser porque siente que no es peor que los que van y le pica el gusanillo de ir a este exótico país entre noviembre y diciembre) no es incompatible jugar con España y ser independentista. Este asunto no es nuevo. Ya lo ha tratado Piqué en varias ocasiones y en una de ellas se extendió siendo internacional, con el chándal de España, en una concentración en Las Rozas.

Era un contexto diferente al de ahora, sin tensiones políticas y en el que Piqué recibía pitos. El tema estaba enfriado y Piqué lo mete en el microondas de un youtuber. Piqué es un especialista para abordar los temas que más le interesan y los que sirven para desviar la atención. Lo importante no es si va a volver a la Selección porque para el Mundial todavía quedan siete meses y pueden pasar muchas cosas. Piqué, además, si no se retiró oficialmente, lo que sí hizo es dar un paso a un lado. Luis Enrique ha hecho un grupo nuevo y costaría entender que le llamara cuando no ha estado en la fase de clasificación.

Sentir la Selección

Este tema dará que hablar si Piqué, que se abrió la puerta de la Selección con otro youtuber (Ibai Llanos) y Luis Enrique no se la cerró, muestra que mantiene un nivel competitivo. Lo incompatible no es ya si Piqué es o no independentista, sino que no está en el grupo de los que han hecho méritos para ir a Qatar. Lo de sentir la Selección cuenta, pese a que Piqué esgrima un argumento de peso. Dice que hay jugadores de otros países que son nacionalizados porque son buenos. Diego Costa es uno de los últimos casos. Renunció a Brasil para jugar con España. Pero en la vida, la política y el fútbol de España, se es o no independentista. No queda bien eso de serlo de vez en cuando.

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Este asunto, que provoca revuelo, no tiene actualidad. Lo interesante sería que alguien del Barcelona, y Piqué tiene galones y peso dentro del club, explicase cómo es posible que sea compatible tener un límite salarial negativo de 144,353 millones de euros y haber cerrado cuatro fichajes en el mercado de invierno. Si le preguntas a Laporta habla de hacer malabarismos. Piqué, que sabe de números y colabora con el presidente, habría sido un perfecto portavoz para hacer creíble el gasto de una institución en una situación financiera muy debilitada.

La Liga lo ha explicado o, al menos, lo ha intentado Javier Gómez, su director general corporativo. Pero es que sigue dejando dudas y hasta sospechas, a pesar de que se refieran a las salidas de Coutinho, Yusuf Demir y algunas rebajas como las de Umtiti. Según la Liga, el Barça ha podido fichar por el artículo 100 de la regla 1/4, que solo permite gastar un 25% de lo que ingresa o libera. La deuda del Barça es salvaje e incorporó a cuatro futbolistas en enero. Evidentemente, el rendimiento del equipo ha mejorado.

Sospechas de otros clubes

Las explicaciones que dio el director general corporativo de la Liga no es que fueran muy convincentes. "El Barcelona ha deteriorado su patrimonio neto. Las pérdidas son mayores que la capacidad para obtener beneficios. Ha ido a la despensa y se la ha consumido. Hay que obligarle a que ahorre", dijo Javier Gómez. Es difícil de entender que teniendo un límite salarial de un grosor tan negativo y que la Liga pida gastar menos e ingresar más, el Barça haya podido reforzarse.

No solo se lo preguntan los aficionados que no tienen tanta información de las normas por las que se rige el 'fair play financiero' sino que es tema de debate entre los profesionales del fútbol y los dirigentes. Laporta actúa como si tuviera barra libre. Hay días que vende ilusión con más fichajes en verano y otros en los que reconoce que le encantaría tener a Joao Félix, algo que en el Atlético de Madrid no ha gustado.

De esto no habla Piqué. Gracias a estas incorporaciones, el Barcelona ha recuperado el pulso competitivo y futbolístico. Con el despido de Koeman, el fichaje de Xavi y los cuatro nuevos futbolistas, la dinámica ha cambiado. El Barça tiene mejor cara. Laporta está feliz, como Xavi y los jugadores que han demostrado que vuelven a dominar los grandes partidos. Hay ilusión y en el club trabajan, como no puede ser de otra forma, en hacer sostenible las cuentas. Hay un acuerdo, no detallado, con Spotify y negociaciones para tener más fuentes de ingresos, donde entra el fondo CVC. Pero no se puede negar que los movimientos financieros realizados por el club a mitad de temporada levantan sospechas y resultan llamativos.

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Javier Tebas, el patrón de la Liga, no ha entrado a analizar en profundidad y con detalles cómo es compatible que el Barcelona haya hecho tantas operaciones, siendo el único club que tiene el límite salarial negativo. Con otros clubes de fuera de España enseguida se pone el grito en el cielo para hablar de un 'doping financiero'. El Paris Saint-Germain es el principal señalado y, en el mismo día que Piqué no habló de los malabarismos financieros de su club, sí lo hizo el presidente del club parisino, Nasser Al-Khelaifi, para no entender la gestión del Barcelona. "¿Qué pasa con los clubes impulsados hasta el cielo por los particulares? ¿Es eso bueno? El Barcelona es un club propiedad de los fanáticos con una deuda de 1.000 millones de euros. ¿Funciona?", dice en la 'BBC'.

La realidad es que el Barcelona pinchó hace tiempo la burbuja, cayó en el descontrol, tiene un límite salarial excedido y le salen las cuentas para fichar en enero. Gerard Piqué no dice nada porque, entre otras cosas, es el futbolista mejor pagado de la plantilla.