El Madrid, obligado a pagarle la mitad del sueldo a Bale para que se marche
Bale jugará una temporada cedido en el Tottenham y el Real Madrid asume la mitad de su sueldo, pero el club blanco cuenta con futuros ingresos si el galés cumple con diferentes objetivos
Al Real Madrid le resulta imposible que el Tottenham asuma todo el salario de Gareth Bale. El galés va a firmar con el Tottenham un contrato que, según todas las partes, se puede interpretar como el menos malo. Bale podrá volver a jugar al fútbol, Zidane se quita de encima un problema, Mourinho se refuerza con el que considera una estrella y el Real Madrid no pierde la opción de poder hacer un futuro negocio o quedarse, incluso, con el galés una temporada más. Los términos que se manejan en la negociación son los de una cesión de una temporada (tiene dos años más de contrato con el Real Madrid) y dividir el sueldo. La mitad de la ficha la paga el Tottenham y la otra mitad el Madrid. Se puede mirar como un gasto inncesario o un ahorro.
Este es el punto de mayor controversia porque se puede defender que no es comprensible que el Real Madrid esté asumiendo parte del sueldo de un jugador que ya no está en el club. Pero el hecho de que le queden dos temporadas de contrato y que sea una cesión por un año provoca que el Madrid tenga que ceder. No es el mismo caso que James Rodríguez, cuando todavía tenía contrato con el Madrid y se marchó cedido al Bayern de Múnich dos años. El club alemán asumió la ficha y llegó a incluir una opción de compra (42 millones de euros). Eran otros tiempos. El mercado no estaba en crisis como ahora ni Bale cotiza a la baja como se está comprobando.
Pero el Real Madrid, a falta de pulir más flecos en la negociación, da por bueno el acuerdo de cesión si se incluyen una serie de variables por objetivos que podrían reportar más ingresos. Los habituales bonus por partidos jugados, goles, títulos… Otro de los aspectos más importantes para el Madrid es que no pierde al jugador y en el futuro no se sabe lo que puede suceder. Podría darse el caso de que regresara y volviera a tener otra oportunidad en el equipo blanco. No parece que Zidane rectificara su opinión, pero esto es fútbol y quién sabe si dentro de un año está Zidane en el banquillo del Madrid.
Siete años en el Real Madrid
De alguna manera tiene que producirse un acuerdo para que las tres partes cedan. Bale pone de su parte y ya no se niega a marcharse del Madrid, el Tottenham asume un sueldo (17 millones de euros netos) que en su presupuesto es de los más elevados, califica de sobreesfuerzo financiero, y el Madrid puede recibir más ingresos según el rendimiento del galés y el equipo inglés.
La solución de un traspaso no es posible porque ningún equipo ha hecho una oferta en firme por Bale. Solo hubo un interés del Manchester United, pero el agente de Bale (Jonathan Barnett) se puso en contacto con el dueño del Tottenham (Daniel Levy) para hacer posible el regreso del galés. Bale vuelve al Tottenham siete años después de que el Real Madrid le fichara por 101 millones de euros. En este tiempo ha ganado 15 títulos de blanco, ha jugado 251 partidos, ha marcado 105 goles y ha dado 68 asistencia. Las lesiones, una personalidad apática y la desconfianza de Zidane han sido los obstáculos que no ha podido ir salvando para tener el pleno reconocimiento de estrella. Su principal problema ha sido la falta de carácter y liderazgo para convertirse en el crack que todos esperaban cuando se marchó Cristiano Ronaldo.
Gareth Bale es un asunto especial para Florentino Pérez. El presidente siempre ha confiado en el galés y ha dado la cara por él cuando ha recibido críticas. Se trataba de uno de sus jugadores franquicias. Un activo importante que ha tenido momentos brillantes en diferentes finales y que fichó siendo el mejor jugador de la Premier League. La solución de la cesión es la única que encuentra el presidente del Real Madrid en un mercado a la baja, condicionado por la operación salida y en un momento en el que Zidane dejaba sin jugar al galés después del confinamiento.
Bale se despidió este jueves de los compañeros con un sabor amargo, pero a la vez con la sensación de que tiene el reto de demostrar que puede ser considerado como uno de los mejores del mundo. En una temporada en la que hay Eurocopa no se podía permitir estar en el Madrid sin la confianza de Zidane. Mourinho, como ha reconocido el portugués, fue el primero que pidió su fichaje cuando era entrenador del Madrid, después le quiso contratar cuando estaba en el banquillo del Manchester United y ahora, por fin, consigue tenerlo en el Tottenham.
Las últimas horas de Gareth Bale en Madrid han sido extrañas. Ha tenido que pasar el reconocimiento médico para el Tottenham en la capital, no ha entrando ningún día de la pretemporada con Zidane y este jueves comprobó que el club quitó de la tienda online su camiseta. No aparecía el dorsal 11 que todavía le pertenece y después el club reaccionó para volver a darle visibilidad, a la vez que especificaba que era una plantilla provisional. Ese dorsal 11 que queda libre puede ser para Marco Asensio o Vinicius.
Gareth Bale espera que en breve se pueda hacer oficial que es nuevo jugador del Tottenham y ponerse a las órdenes de José Mourinho. Lo hará junto a Sergio Reguilón, el lateral que sí ha sido traspaso al equipo inglés por 30 millones de euros y por el que el Real Madrid se guarda una opción de recompra de 40 millones de euros durante los dos próximos años.
Al Real Madrid le resulta imposible que el Tottenham asuma todo el salario de Gareth Bale. El galés va a firmar con el Tottenham un contrato que, según todas las partes, se puede interpretar como el menos malo. Bale podrá volver a jugar al fútbol, Zidane se quita de encima un problema, Mourinho se refuerza con el que considera una estrella y el Real Madrid no pierde la opción de poder hacer un futuro negocio o quedarse, incluso, con el galés una temporada más. Los términos que se manejan en la negociación son los de una cesión de una temporada (tiene dos años más de contrato con el Real Madrid) y dividir el sueldo. La mitad de la ficha la paga el Tottenham y la otra mitad el Madrid. Se puede mirar como un gasto inncesario o un ahorro.