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Máxima presión sobre Bale: el Madrid le quiere fuera ya y su carrera está en el alero
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el galés da síntomas de estar tenso

Máxima presión sobre Bale: el Madrid le quiere fuera ya y su carrera está en el alero

Cada día que pasa se le ve más preocupado e inquieto. Bale vive con la incertidumbre por cómo se resolverá su futuro, mientras sus compañeros le aconsejan que dé prioridad a jugar al fúbol

Foto: Gareth Bale, durante el partido entre el Real Madrid y el Mallorca, en el estadio Alfredo Di Stéfano. (EFE)
Gareth Bale, durante el partido entre el Real Madrid y el Mallorca, en el estadio Alfredo Di Stéfano. (EFE)

La situación de Gareth Bale en el Real Madrid es de tensión, cada día que pasa se complica más y resulta difícil de llevar para el galés. Da síntomas de estar soportando una presión que le puede hacer estallar, a pesar de que se le conozca como una persona fría y tranquila. Con Zidane, guarda algo más que la distancia de seguridad. Con sus compañeros, se desahoga para liberar tensiones y hacer más llevadero el tiempo que le quede en el club.

Bale está decidido a buscar una salida para jugar y los consejos de sus compañeros son que elija el equipo que le permita recuperar el tiempo perdido y la alegría. En el Tottenham, pero sobre todo en la Premier League, puede volver a sentirse protagonista y feliz. Su representante (Jonathan Barnett) reconoce que hay conversaciones con su antiguo equipo. "Gareth sigue amando a los Spurs. Es donde quiere estar", dice el agente a BBC Sports. Hasta que no se cierra la salida con un acuerdo beneficioso para todas las partes, la carrera de Bale sigue en el alero. El Manchester United es otro de los equipos interesados. En el vestuario del Madrid, la imagen del galés es la de una persona que está desconectada del proyecto. Se le ve pensativo y cada día con más desinterés.

placeholder Gareth Bale, serio, en la grada del Nuevo San Mamés. (EFE)
Gareth Bale, serio, en la grada del Nuevo San Mamés. (EFE)

La sensación es que vive al margen del grupo y no le beneficia la imagen que ofrece de falta de compromiso o rebeldía para dar una vuelta a su mala situación. Este martes, se marchó de la Ciudad Deportiva sin ver el partido amistoso entre el Real Madrid y el Getafe. Bale se fue mal de vacaciones y ha vuelto más desanimado. Ha pasado una semana desde que regresó de los partidos que jugó con su selección y no ha pisado el césped. El club, incluso, no muestra imágenes de su trabajo en el gimnasio, como sí lo hace de Eden Hazard. El belga regresó con la polémica sobre su estado de forma y peso y los canales oficiales muestran cómo se machaca en el gimnasio. Bale se puede dar por aludido con esta diferencia de tratamiento.

La insistencia de Mourinho

Gareth Bale tiene que elegir entre quedarse en el Real Madrid con el riesgo de estar en la grada o salir a jugar con las condiciones económicas que pacten los clubes. El galés entra en un callejón sin salida y el consejo que recibe de sus compañeros es que vuelva a jugar al fútbol. Si no lo hace, se expone a que su carrera, con 31 años, quede arruinada. “No lo merece”, es el comentario de compañeros cercanos como Luka Modric. Pero el Madrid sigue sin tener una oferta concreta y en firme por el galés, aunque el representante está buscando cómo tender puentes con el Tottenham para conseguir una salida que ponga fin a su delicada situación. La insistencia de Mourinho puede ser clave. Falta lo difícil. Los términos para romper el contrato. Si hay cesión, alguna cantidad de traspaso con variables y asumir el elevado sueldo.

La cesión no es la mejor fórmula para las dos partes. Ni para el Real Madrid ni para Gareth Bale. Pero no hay otra posible si no surge el interés de otro equipo de aquí al 5 de octubre, fecha en que se cierra el mercado de fichajes, con una oferta más contundente. Bale necesita jugar y con Zidane no lo va a hacer. Mourinho le da esperanzas. Y al Manchester United le encaja una cesión después de que el Borussia Dortmund no deje salir a Jadon Sancho, el joven internacional inglés que quiere Solksjaer.

El Real Madrid quiere agotar la vía del traspaso y apurará hasta el final del mercado con el fin de que pueda resolver esta salida de la manera más beneficiosa. Si no es así, tendrá que abrirse a la opción de dejarle marchar gratis, sea cesión o carta de libertad, para liberarse del sueldo más alto de la plantilla y facilitarle el trabajo a Zidane. Florentino Pérez sigue en su idea de no complementar el sueldo de Bale si el equipo interesado y el jugador ponen sobre la mesa esta condición. El presidente del Real Madrid está trabajando en un presupuesto de contención y ahorro y lo que no se puede permitir es pagar parte de la ficha de un jugador que está fuera del proyecto. No sucede con ninguno de los cedidos: Ceballos, Kubo, Reinier, Brahim Díaz y Vallejo.

placeholder Bale, en la grada, hace el gesto de estar mirando con unos prismáticos. (EFE)
Bale, en la grada, hace el gesto de estar mirando con unos prismáticos. (EFE)

En Inglaterra hay dinero en este mercado afectado por la crisis y Bale conserva caché. Tottenham y Manchester United quieren aprovecharse de que Zidane no quiere al galés y que tiene el cartel de descarte. Pero en el Madrid, preocupados por cómo se ha devaluado, insisten en que todavía hay que definir cómo saldría y en qué condiciones. Bale empieza a estar más nervioso, a pesar de que su agente intente aparentar tranquilidad. Todavía le quedan dos años de contrato. Los nervios de Bale están motivados por esa necesidad de volver a jugar en una temporada donde hay Eurocopa y por comprobar cómo ya no cuenta para Zidane. El galés ha pasado de jugar 42 partidos en la temporada 2018-19 a 20 en la pasada. La mitad, y con el triste final de tener que quedarse fuera de la convocatoria contra el Manchester City porque no se sentía con fuerzas para viajar.

Es la primera vez que se ve a Bale más inquieto y preocupado por su futuro que en otras temporadas en las que confiaba que acabaría jugando. Influye que Zidane salió reforzado tras ganar dos títulos, pero sobre todo por haber recuperado el pulso competitivo en la Liga. A Bale también le afecta que el Madrid esté dispuesto a reducir su sueldo si se queda dentro del plan de austeridad, como también ver que James ha dado el paso de marcharse al Everton y que Zidane tiene depositada su confianza en Hazard, Marco Asensio y los jóvenes Rodrygo y Vinícius.

La situación de Gareth Bale en el Real Madrid es de tensión, cada día que pasa se complica más y resulta difícil de llevar para el galés. Da síntomas de estar soportando una presión que le puede hacer estallar, a pesar de que se le conozca como una persona fría y tranquila. Con Zidane, guarda algo más que la distancia de seguridad. Con sus compañeros, se desahoga para liberar tensiones y hacer más llevadero el tiempo que le quede en el club.

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