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El peor Diego Costa está al día con Hacienda, pero en deuda con el Atlético de Madrid
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los problemas del goleador rojiblanco

El peor Diego Costa está al día con Hacienda, pero en deuda con el Atlético de Madrid

Solo dos goles. Ninguno en la Champions y a la espera de resolver si Simeone es capaz de recuperar la versión del 'animal' Diego Costa. El delantero no cumple con las expectativas

Foto: Diego Costa a su salida de la Audiencia Provincial de Madrid. (Efe)
Diego Costa a su salida de la Audiencia Provincial de Madrid. (Efe)

Cuando Diego Costa se marchó de España a Inglaterra a mediados de 2014 dejó una cuenta pendiente con el fisco español. Mal asesorado o desinformado, se pensó que el cambio de residencia fiscal no le obligaba a tributar un contrato comercial con uno de sus patrocinadores en nuestro país. Seis años después ha tenido que pasar por los juzgados para liquidar la irregularidad. De la Audiencia Provincial de Madrid salió este jueves con mascarilla, bien erguido y ganas de contestar a las preguntas de los periodistas. “Estoy impresionante”, comentó sobre su estado físico después del largo confinamiento y el inminente regreso a la Liga. “A ver si me ficha el Mono Burgos”, soltó como broma en el momento de subirse al coche. No es el Diego Costa que se fue por la puerta grande al Chelsea en 2014. Es un futbolista venido a menos, que atraviesa por su peor temporada y empieza a generar dudas.

Diego Costa fue vendido al Chelsea en su mejor momento por una cantidad cercana a los 40 millones de euros y con una capacidad realizadora sobresaliente. La temporada 2013-14 fue capaz de alcanzar los 36 goles. En la anterior hizo 20 goles. Era la mejor versión de un delantero por el que peleó Vicente Del Bosque para que eligiera jugar en la Selección española y se olvidara de la brasileña, con la que ya había disputado dos partidos amistosos. Ganó el poder de seducción de Del Bosque y España ‘fichó’ a un delantero de raza, combativo y con gol. Jugó el Mundial de Brasil. Estuvo en el ocaso de la España del ‘tiqui-taca’. Pero Costa estaba en alza, cotizado y se fue de España a triunfar en Inglaterra.

placeholder Diego Costa y su abogado salen de la Audiencia Provincial de Madrid. (Efe)
Diego Costa y su abogado salen de la Audiencia Provincial de Madrid. (Efe)

En las tres temporadas que estuvo en el Chelsea hubo de todo. Promedió una veintena de goles cada año y fue protagonista por enfrentamientos, malos modos y tensiones con el entrenador italiano, Antonio Conte. En el Atleti le echaban de menos. Simeone añoraba a su ‘animal’. Costa recibió el mensaje de vuelta del Cholo e hizo de todo para que el Chelsea permitiera su retorno. Pero como era un chico indisciplinado y en el club inglés son muy serios y van sobrados de pasta, se lo pusieron difícil y subieron el precio de venta. Al Atleti le costó 20 millones de euros más de lo que ingresó en 2014 poder traerlo a España en 2017. Era el capricho de Simeone para reconstruir el equipo rocoso y contragolpeador con el que se siente más cómodo.

El intento de fichar a Cavani

No está saliendo nada bien esta segunda etapa de Costa en el club rojiblanco. Los esfuerzos y la confianza ilimitada de Simeone por hacer del ‘animal’ su punta de lanza se vienen abajo. No es tan mayor (31 años) para pensar que está en su declive. Tiene muy pendiente de él al ‘profe’ Ortega para que esté en buenas condiciones físicas. Costa es de los que tiende a coger peso si se relaja o descuida. Y cuando coge vacaciones se abandona. Si se pone a tono, no hay duda de que es un toro. Pero esta temporada está siendo la peor en el césped y fuera de él. No está nada afortunado.

Se puede culpar a una larga lesión que sufrió el 10 de noviembre de 2019 y que le hizo pasar por el quirófano. Fue intervenido de una hernia discal cervical el 21 de noviembre. Desde esta fecha todo era una incógnita. ¿Volverá a verse la mejor versión de Costa? ¿Ha pasado su mejor momento? ¿Hay que ponerle en el mercado y buscar un recambio? El plan que activó el Atlético de Madrid fue de urgencia y Miguel Ángel Gil Marín atendió a otro de los deseos de Simeone. El objetivo pasaba por fichar en el mercado de invierno a Edison Cavani. El uruguayo es el clon de Costa. Estaba fresco y con ganas de triunfar en el Atleti. El club tendría menos prisas y menos dudas con Diego Costa. Pero la operación con Cavani y el Paris Saint Germain se vino abajo por diferencias en las comisiones.

placeholder Diego Costa, cabizbajo, en el banquillo de Anfield tras ser sustituido. (Efe)
Diego Costa, cabizbajo, en el banquillo de Anfield tras ser sustituido. (Efe)

El Cholo volvió a armarse de paciencia para esperar a Diego Costa y fue tirando, en su ausencia, de Morata y la versatilidad de Ángel Correa. Más el fichaje estrella, Joao Félix, al que se le quitaba la presión de tener que echarse el equipo a sus espaldas. Se forzó todo lo que se pudo la reaparición de Diego Costa, con más de 100 días sin jugar un partido, para que estuviera en la eliminatoria contra el Liverpool. La Champions es la obsesión en el club rojiblanco. Pudo jugar los últimos minutos en el triunfo del Metropolitano y Simeone le dio la confianza de ser titular en Anfield. Pero cuando el técnico argentino le quitó tuvo el mal gesto de marcharse enfadado y lanzar una patada en el banquillo. Una reacción fea. No correspondió a su gran valedor en una noche mágica. El Cholo acertó con los cambios (Morata y Marcos Llorente por Diego Costa y Joao Félix) y superó al equipo de Jürgen Klopp. Costa salió del estadio, por la zona de prensa, haciendo bromas con los contagios del coronavirus. Fingiendo una tos, en plan gracioso. No gustó nada.

Esta es, sin duda, la peor temporada de Diego Costa. Solo dos goles. Ninguno en la Champions y a la espera de resolver si en las once jornadas que restan para acabar la Liga y lo que queda de Champions en agosto es el delantero que necesita el Cholo o ya está finiquitada su etapa y hay que buscar un recambio. El ánimo parece que no lo ha perdido cuando sale de la Audiencia Provincial de Madrid y pacta con la Fiscalía un pago de 1.142.888 euros para evitar una condena de seis meses de cárcel por fraude fiscal. Está al día con Hacienda, pero en deuda con Simeone.

Cuando Diego Costa se marchó de España a Inglaterra a mediados de 2014 dejó una cuenta pendiente con el fisco español. Mal asesorado o desinformado, se pensó que el cambio de residencia fiscal no le obligaba a tributar un contrato comercial con uno de sus patrocinadores en nuestro país. Seis años después ha tenido que pasar por los juzgados para liquidar la irregularidad. De la Audiencia Provincial de Madrid salió este jueves con mascarilla, bien erguido y ganas de contestar a las preguntas de los periodistas. “Estoy impresionante”, comentó sobre su estado físico después del largo confinamiento y el inminente regreso a la Liga. “A ver si me ficha el Mono Burgos”, soltó como broma en el momento de subirse al coche. No es el Diego Costa que se fue por la puerta grande al Chelsea en 2014. Es un futbolista venido a menos, que atraviesa por su peor temporada y empieza a generar dudas.

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