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El Atlético derrapa: Simeone, angustiado y pitado por su público ante el Eibar
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resumen de un partido con goles al final

El Atlético derrapa: Simeone, angustiado y pitado por su público ante el Eibar

Simeone está angustiado por el juego de su Atlético. No consigue que el equipo sea sólido, se parte en dos y le crean demasiadas ocasiones. El empate ante el Eibar es otro tropiezo serio

Foto: Diego Costa se desespera por una ocasión fallada en el empate contra el Eibar. (Reuters)
Diego Costa se desespera por una ocasión fallada en el empate contra el Eibar. (Reuters)

Simeone ya no se libra de la exigencia de los aficionados más críticos. El entrenador fue pitado -minuto 70- cuando dio entrada al canterano Borja Garcés y quitó a Rodri. No le gustó a un sector de la afición y se lo reprochó al Cholo. Sucedió algo sorprendente en una reacción inesperada porque si alguien tiene crédito ilimitado es Simeone. El ídolo, pitado en el empate contra el Eibar. El técnico aceptó con deportividad la crítica, aunque dejó un mensaje: "Está bien. La gente viene al estadio y ve que un jugador juega bien y quiere que siga jugando. Pero el entrenador sabe que puede entrar uno que tiene olfato de gol. Y al final ese chico hace un gol".

“A mí esto no me gusta. No lo siento”, le dijo Simeone a Guardiola sobre su filosofía futbolística cuando el Cholo todavía entrenaba en Argentina. La sinceridad siempre por delante para no traicionarse a uno mismo. Este nuevo Atlético de Simeone está en ese proceso de un cambio de estilo en el que el técnico argentino no acaba estar convencido del todo y ajusta matices a una plantilla con más calidad individual. Pero no arranca y cosecha otro empate en la Liga ante el Eibar (1-1). El ‘Cholismo’ es una escuela que triunfó por ser un equipo compacto, incómodo, perfecto en defensa y eficaz en ataque. Bien replegado y con transiciones rápidas penalizaba los errores de los rivales. Pero este Atleti tiene otro perfil de jugadores que obligan a un cambio de método. Ha crecido en talento, pero al Cholo lo que no admite es perder las verdaderas señas de identidad: equilibrio, trabajo, solidez, contragolpe y eficacia.

Contra el Eibar se volvieron a ver las angustias de Simeone. El técnico suspiraba ya en el minuto 15 porque su equipo dominaba, pero se atascaba ante un rival organizado y con buen físico. Tener la pelota o más porcentaje de posesión no es algo que preocupe al Cholo. Corregía y pedía desde el banquillo que el equipo fuera a la presión, diera un paso hacia delante y fuera más vertical. En esa fase inicial de dudas le hizo una ocasión de gol el Eibar con un disparo al larguero de José Ángel -minuto 8-.

Foto: Saúl se dirige a los aficionados rojiblancos. (Reuters)

La reacción de los jugadores fue subir una marcha de velocidad a los ataques y empezar a meter atrás al Eibar. Sufría Simeone porque al dominio le faltaba más agresividad y profundidad. Empezó a acumular ocasiones de gol en una acción individual de Griezmann, un cabezazo de Saúl y un disparo a bocajarro de Godín. En las tres acciones se lució el portero serbio Marco Dmitrovic. Al descanso llegó el Eibar con la portería a cero. Mendilibar se iba contento por la resistencia y Simeone poco convencido por las oportunidades perdidas y un estilo que no es el suyo.

El gol salvador de Borja Garcés

Lo que siente el Cholo es lo que le ha hecho triunfar al Atlético y ahora no lo encuentra por el proceso de adaptación de los nuevos fichajes. Simeone quiere un equipo que le hagan pocas ocasiones de gol, más compacto y sólido. El Eibar fue una amenaza. Los de Mendilibar llegaron con peligro a la portería de Oblak y estrellaron un segundo balón en el larguero -Arbilla-. Se derretía el armazón del Atlético. No contenía atrás ni era capaz de controlar el juego. Desaprovechaba las ocasiones que generaban Diego Costa, Griezmann, Godín… Al Atleti, que pisaba área, le faltaba puntería y se estrelló ante el héroe del partido: Dmitrovic. Los aspavientos, caras y golpes al aire de Simeone eran la radiografía de la impotencia. Da síntomas de estar agobiado y desesperado.

En la segunda parte salió mejor el Atleti. Con un juego más vertical y buscando las apariciones desde atrás de Saúl y las carreras de Griezmann. Pero no llegaba el gol y Simeone ‘señaló’ a dos fichajes. Quitó a Lemar, primero, y Rodrigo, después, para meter a Correa y Borja Garcés. El paso de los minutos y la ansiedad en el Metropolitano convirtió el partido en un correcalles, con un Atleti incapaz de sujetar al Eibar en sus contras y la pólvora mojada. La puntilla la daba Enrich -minuto 87- para cazar una pelota en una jugada que fue revisada por el VAR. El gol de la pesadilla para el Cholo fue válido.

La reacción del Atleti fue lo mejor de una mañana de angustias y nervios. No bajó los brazos. Estaba en la lona y apeló al lema del entrenador -'si se cree, se puede'- para empatar en el minuto 94 con un gol de Borja Garcés. El empate sobre la bocina sabe a triunfo, pero es un tropiezo serio para los rojiblancos porque sólo llevan una victoria -contra el Rayo-, dos empates -Valencia y Eibar- y una derrota -Celta -. Simeone tiene mucho trabajo para conseguir recuperar el sentimiento y el estilo de un juego que está en entredicho.

Ficha técnica

1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Koke, Rodri (Borja Garcés, m. 73), Saúl, Lemar (Correa, m. 59); Griezmann y Diego Costa.

1 - Eibar: Dmitrovic; Rubén Peña, Oliveira, Arbilla, Cote; De Blasis, Sergio Álvarez, Diop (Marc, m. 80), Pere Milla (Escalante, m. 57); Jordán y Charles (Sergi Enrich, m. 57).

Goles: 0-1, m. 87: Sergi Enrich, a pase de De Blasis. 1-1, m. 93: Borja Garcés, tras una serie de rechaces en el área.

Árbitro: Martínez Munuera (C. Valenciano). Amonestó a los locales Koke (m. 38) y Godín (m. 50) y a los visitantes Charles (m. 16) y Diop (m. 54).

Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 55.654 espectadores.

Foto: El delantero francés del Atlético de Madrid, Antoine Griezmann, celebra un gol del equipo rojiblanco. (EFE)

Simeone ya no se libra de la exigencia de los aficionados más críticos. El entrenador fue pitado -minuto 70- cuando dio entrada al canterano Borja Garcés y quitó a Rodri. No le gustó a un sector de la afición y se lo reprochó al Cholo. Sucedió algo sorprendente en una reacción inesperada porque si alguien tiene crédito ilimitado es Simeone. El ídolo, pitado en el empate contra el Eibar. El técnico aceptó con deportividad la crítica, aunque dejó un mensaje: "Está bien. La gente viene al estadio y ve que un jugador juega bien y quiere que siga jugando. Pero el entrenador sabe que puede entrar uno que tiene olfato de gol. Y al final ese chico hace un gol".

Diego Simeone
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