Cómo Saúl le ha comido la tostada a Griezmann en el Atlético de Madrid

Ha tenido que sobresalir el potencial de Saúl en los dos partidos con la Selección española para que vuelva a aparecer el deseo del Barcelona en contar con este futbolista. El club culé no tira la toalla para hacerse con el ilicitano y se agarra a una cláusula de derecho de tanteo que firmó en 2013 con el traspaso de David Villa al Atlético de Madrid. Una maniobra similar a la que ha terminado con Mariano en el Real Madrid por igualar la oferta que había presentado el Sevilla al Olympique de Lyon. En el caso del Barcelona es más un sueño -por no decir utopía- que una amenaza porque el Atlético lo tiene bien blindado y el canterano no es precisamente Griezmann... Saúl, hoy por hoy, tiene más cerca que el francés ser el nuevo ídolo de la parroquia rojiblanca pese a que el galo finalmente se quedó.

Saúl no va a dar el paso de irse. Lo demostró hace un año cuando llegó una oferta del Tottenham. El club inglés quería pagar los 80 millones de euros de su cláusula y el Barça estaba al acecho para entrar en la operación. Pero Saúl renovó hasta 2026 y accedió a poner una cláusula de 150 millones de euros. Cerró la puerta a Inglaterra y al Barcelona. Rechazó una oferta de seis millones de euros netos -su sueldo es de cinco millones-.

Saúl dice estar empezando a construir su historia en el Atlético de Madrid. Ahora con más empeño y tesón con el vacío que ha dejado Fernando Torres en el Atlético de Madrid. No será fácil de llenar y habrá que dejar pasar más tiempo para confirmar quién es el ídolo y llega a los corazones de los aficionados con el mismo impacto que el ‘Niño’. Pero Saúl está en el camino de convertirse en esa bandera rojiblanca con la que se identifican los seguidores que presumían de tener en Torres a un futbolista de la casa, entregado a los valores de la filosofía del Atlético y, lo más importante, irresistible a cambiar la camiseta rojiblanca por la del eterno rival -Real Madrid- u otros poderosos -Barcelona-.

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Queda descartado Griezmann, la estrella del equipo, a pesar de dar el "sí" a su renovación en una historia demasiada larga con claros y oscuros. Para ganarte el corazón de los fans hay que demostrar que no hay nada por encima del Atlético de Madrid. Ni el dinero ni las ambiciones profesionales. Lo hizo Fernando Torres, del que se entendió su salida a Inglaterra para solucionar los problemas financieros del club, y no fue problema para que regresara como más ídolo. Lo hace ahora Saúl, que se convierte en referente por su lealtad con el Atleti sin importarle otras circunstancias deportivas, económicas y materiales.

Tatuado el día de la capitanía

Para quien no lo sepa y se quiera hacer una idea de lo que representa el Atlético para Saúl tiene que saber que lleva tatuado, entre todo lo que inmortaliza en su piel, la fecha en la que Fernando Torres le puso el brazalete de capitán: 6 de enero de 2016 en un partido contra el Rayo Vallecano. Grabó también las iniciales de Fernando Torres (FT9) porque ese momento significó todo. Un orgullo que el capitán, su referente, le cediera la cinta. Saúl cumplía con uno de sus sueños desde que debutara con el Atlético con tan solo 17 años.

Saúl Ñíguez Escaplez no quiere ser Fernando Torres ni fuerza la condición de ídolo, pero ya es una estrella reconocida en el Atlético de Madrid después de varias temporadas con la condición de fijo para Simeone. Ahora Luis Enrique considera que es uno de los pilares para crear un proyecto ganador y dotar de otro estilo a la Selección española. Un tipo que habla claro y no oculta que lo pasó mal este verano por no jugar ni un minuto en el Mundial. Un chico de sólo 23 años con una madurez y una ambición por encima de lo normal. Atlético hasta la médula. Su fuerte personalidad y sus cualidades físicas están forjando esa figura que crece en admiración entre los rojiblancos.

El camino recorrido para llegar hasta este punto de lo que tiene que ser el modelo de Fernando Torres empieza cuando abandona Elche, con 11 años, para entrar en la cantera del Real Madrid. Una corta etapa en la que no oculta que vivió episodios desagradables porque le robaban las botas y la comida. Se fue del Madrid, por asuntos extradeportivos, para ingresar a los 13 años en el cadete B del Atlético de Madrid. “Yo venía del Real Madrid, de tener unos valores completamente diferentes y llegué a una familia con gente más humilde y trabajadora. Me hice del Atlético por los valores que tiene este club”, manifestó en una entrevista a Radio Nacional.

Agarrado un lema

Desde entonces forjó una personalidad fuerte que, junto a sus cualidades de jugador versátil llamaron la atención a los técnicos, y le llevaron a debutar con el primer equipo. Después de una cesión en el Rayo Vallecano -temporada 2013-14- regresó para quedarse. Su crecimiento ha sido constante y ha sido capaz de ganarse la confianza de Simeone, que apostó definitivamente por él desde que se lesionó Tiago. El Cholo lo considera el futbolista más polivalente de la plantilla porque puede jugar de mediocentro, interior, enganche y hasta de central. Es un llegador, con facilidad para hacer gol, sacrificio sin la pelota, inteligente tácticamente y con mentalidad de equipo. A él le gusta definirse con una frase que lleva en otro de los tatuajes que luce en su muñeca izquierda: “La fuerza no proviene de la capacidad corporal sino de la voluntad del alma”.

Saúl llama la atención por sus golazos y esa capacidad de convertirse en un todoterreno. Un futbolista que maravilló al mundo en el Europeo Sub-21 disputado en Polonia en 2017 cuando hizo tres goles extraordinarios a Italia en las semifinales. Acabó siendo 'Bota de Oro' y desde ese momento el club rojiblanco se tomó muy en serio blindar a su perla para ponérselo difícil a los clubes ingleses que llamaban a la puerta y al Barcelona. El día de la renovación lloró de la emoción cuando le pusieron un vídeo de sus inicios en el Atlético y aparecieron sus familiares. “Estoy donde quiero estar. Y la gente que no quiera estar con nosotros no importa. Simeone me va a hacer mejor”.