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Cómo sentirte piloto por un día y por qué es más difícil -y divertido- de lo que te imaginas
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EL CONFIDENCIAL PRUEBA UN SIMULADOR

Cómo sentirte piloto por un día y por qué es más difícil -y divertido- de lo que te imaginas

El espectacular desarrollo del software y hardware en los simuladores permite una inmersión muy cercana a las sensaciones y comportamiento de un coche de carreras. El Confidencial probó un Formula 1 en Montmeló

Foto: Un simulador de calidad permite acercarse al máximo a las sensaciones de una máquina de carreras. (Julian Rodríguez)
Un simulador de calidad permite acercarse al máximo a las sensaciones de una máquina de carreras. (Julian Rodríguez)

Cualquier asiduo a la competición automovilística estará al tanto de la onmipresencia de los simuladores como herramienta esencial para la puesta a punto y el pilotaje. Un equipo de Fórmula 1, por ejemplo, puede llegar a un circuito con una puesta a punto desarrollada en el simulador que, con un poco fortuna, solo exigirá mínimas modificaciones una vez el monoplaza en el asfalto

Pilotos de todas las categorías utilizan el simulador junto con sus ingenieros para perfeccionar su habilidad en un trazado determinado. El desarrollo del software y hardware han permitido un espectacular grado de fidelidad e inmersión. Sin embargo, y con la excepción de costosos y ultrasofisticados sistemas solo al alcance de grandes equipos, un simulador no es una máquina esotérica fuera del alcance de los iniciados en la competición. Tema aparte es sacar partido a una herramienta de alto grado de sofisticación y rendimiento.

El Confidencial ha probado los simuladores que la empresa Racing Unsleashed ha puesto a disposición de pilotos profesionales, reales y virtuales, pero también para todo tipo de públicos. Aviso para navegantes: la experiencia es realmente extraordinaria. Pero nada de juegos de ordenador o consola. Para el no iniciado, requiere paciencia y un punto de humildad a medida que se intenta exprimir su potencial. Aunque la capacidad para quedarse enganchado, ojo, se incrementará exponencialmente a cada vuelta.

placeholder La pantalla panorámica y el chasis móvil hacen mas inmersiva la experiencia (Javier Rubio)
La pantalla panorámica y el chasis móvil hacen mas inmersiva la experiencia (Javier Rubio)

Para los pros, en incluso Alex Palou

Julián Rodríguez es asesor y embajador de Racing Unsleasehd en España, además de ingeniero y ‘coach’ para pilotos. Situada su sede en un importante centro empresarial de Madrid, cuenta con varias plataformas -podio incluido- cuyo valor alcanza los 100.000 euros por unidad y que esperan a quienes deseen probar el pilotaje y sensaciones similares a las de una máquina de carreras real. Eso sí, con una dinámica y reacciones absolutamente distintas a una conducción normal.

Rodríguez ha sido piloto de simulador de elite, con récords mundiales en su haber, e incluso rival del mismísimo Max Verstappen, también asiduo a las carreras virtuales. Cuenta con experiencia en simuladores de equipos profesionales y conoce este entorno de primera mano por su experiencia de competición y profesional. Y aunque estas máquinas sean utilizadas por pilotos en activo, son accesibles para cualquiera que desee probar la experiencia.

Pilotos como Nerea Martin, Marta García, o los seleccionados por la Ferrari Academy en Sudamérica, han pasado por estos simuladores. Hasta el dos veces campeón del IndyCar, Alex Palou, los ha elegido para su nuevo equipo de carreras. La diferencia entre este simulador y los disponibles para el público radica en que el equipo desarrolla y personaliza el software del coche que utiliza en la competición real.

placeholder Varios pilotos pueden competir en tiempo real en la misma sala (Julián Rodriguez)
Varios pilotos pueden competir en tiempo real en la misma sala (Julián Rodriguez)

“En cuanto a hardware y componentes, estos simuladores son de lo mejor que hay en España. La principal diferencia con un equipo de carreras es que este tiene más trabajado el modelo de software de coche”, explica Rodríguez. “Se utiliza el Asseto Corsa, muy usado porque es software libre con el que puedes crear tus propios modelos de físicas de un coche".

"Aquí, cuando trabajas con un profesional, partes de un modelo que ya tienes, coges los datos del coche real, los comparas con los que tienes en el simulador, y con las telemetrías intentas ajustar el comportamiento al milímetro para que sean parecidos”.

Los simuladores también se utilizan para el entrenamiento de pilotos virtuales y el desarrollo de campeonatos profesionales y amateurs, con hasta 200.000 dólares en premios. La empresa cuenta con otros cinco centros en Europa desde donde se pueden llevar a cabo las competiciones simultáneamente.

Un simulador en el hospital

Pero las funciones del simulador van más allá del entrenamiento profesional. Gracias a su experiencia en diferentes ámbitos, Julían Rodríguez está ampliando el radio de acción de los simuladores. Colaborador con la Universidad Nebrija, inscribe a los futuros ingenieros como pilotos en carreras virtuales para que alcancen una mejor comprensión de la mentalidad y psicología de sus futuros pilotos, porque en ocasiones la relación entre ambos es uno de los puntos de fricción en la competición real.

Rodriguez va también más allá del campo profesional o lúdico. "Hace poco descubrí que los simuladores venían muy bien los personas con discapacidades físicas y mentales. Tras una serie de experiencias, vimos que les ayudaban en su capacidad de respuesta. Colaboro con Ford, que hizo un simulador adaptado con acelerador y freno en el volante, ubicado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, que pueden usar los pacientes. Incluso les dejo tiempos de referencia a superar como estímulo y motivación.Y hay otro simulador a disposición de APAMA, una asociación para niños discapacitados..

placeholder Ingeniero, ex piloto virtual y 'coach', Julian Rodríguez ha extendido el uso del simulador en hospitales (Javier Rubio)
Ingeniero, ex piloto virtual y 'coach', Julian Rodríguez ha extendido el uso del simulador en hospitales (Javier Rubio)

Sin embargo uno de los objetivos de Racing Unleashed es popularizar el acceso a las mismas herramientas que pueden servir a pilotos de competición reales y virtuales. “Puede venir cualquier tipo de persona a vivir la experiencia. Por ejemplo, tenemos muchas sesiones que son regalos de cumpleaños. También, eventos de empresa, tanto presenciales, como móviles, llevando el ordenador al destino. Hasta tenemos carreras de empleados, potenciales clientes, campeonatos para las empresas…”.

Un folio en blanco

El Confidencial tuvo la oportunidad de probar uno de los simuladores de Racing Unsleasehd en el circuito de Montmeló como referencia. Para empezar, una amplia pantalla panorámica rodea el chasis de izquierda a derecha, contribuyendo a crear una experiencia realmente inmersiva. La posición del piloto es idéntica a la de un monoplaza, aunque resulta fácil adaptarla a su fisonomía. El sonido desde el interior del habitáculo es realmente envolvente. También es posible utilizar cascos para estar en contacto con los pilotos rivales, con la diversión que supone en los eventos sociales

El simulador cuenta con cuatro niveles de dificultad, a elegir por el usuario con una maneta en el volante. Desde el básico (control de tracción, abs, línea de trazada y frenada y cambio automático), hasta el último, sin ningún tipo de ayuda. En nuestro caso, probamos el segundo nivel durante toda la sesión.

placeholder El simulador cuenta con cuatro niveles de dificultad a elegir desde el volante (Javier Rubio)
El simulador cuenta con cuatro niveles de dificultad a elegir desde el volante (Javier Rubio)

Para empezar, las manos por delante: es necesario partir de un folio en blanco. Porque el comportamiento del monoplaza, un Formula 1, exige un considerable proceso de adaptación en todos sus parámetros: frenada, aceleración y sus efectos dinámicos, direccionalidad del volante...

En particular, la frenada es muy potente, exige gran fuerza y precisión, con pedal de muy corto recorrido. El simulador cuenta con cinturones de seguridad dinámicos que simulan la fuerza de las frenadas, transfiriendo al cuerpo las sensaciones de las fuerzas G. Todo ello, acompañado por el movimiento dinámico del chasis que responde a las acciones del piloto, tanto en frenada, aceleración o giro en curva.

Cuidado con la adicción

Una de las mayores dificultades iniciales es llegar a controlar la frenada con precisión ante su especial tacto y potencia, un apartado fundamental para acertar a mantener el monoplaza en la trazada ideal. Fácil de decir, no tanto de ejecutar. De lo contrario, el piloto se verá forzado a un manoteo constante del volante y juego de acelerador para intentar seguir una trazada ideal que en el nivel básico está señalada sobre el asfalto.

Paralelamente, es necesario adaptarse a la correcta dosificación de la potencia a través del acelerador y aplicarla adecuadamente según la fase de la curva. Cuando instintivamente uno cree que llega el momento del pisotón, se encuentra mirando para Albacete. Cómo, cuándo y dénde acelerar y frenar, posicionando el coche en la trazada para ir rápido, no resulta tarea nada fácil al principio.

placeholder Cada simulador cuesta unos 100.000 euros (Javier Rubio)
Cada simulador cuesta unos 100.000 euros (Javier Rubio)

El trabajo se acumula y, sin la precisión necesaria, los movimientos constantes de la pantalla llevan a que el cuerpo, en combinación con la transmisión dinámica del chasis, empiece a sufrir un ligero ‘globo’ inicial. Completar una vuelta límpia, sin errores y a buen ritmo, llevará su tiempo.

Se requiere paciencia, progresividad y precisión de movimientos, incluso quien cuente con experiencia en las consolas y juegos de ordenador tradicionales. Empezar con el primer nivel ayudará a adaptarse y automatizar movimientos básicos, para luego pasar a la siguiente fase. Ojo, si ya el segundo nivel exige un tiempo de adaptación, el cuarto puede suponer una auténtica cura de humildad para muchos. Cuando no una humillación.

Aunque no se cuente con afición al pilotaje, disfrutar la dinámica de una máquina de carreras en un simulador ya supone de por sí una extraordinaria experiencia. Pero quien llegue con esa afición metida en el cuerpo, ya puede prepararse para luchar con la adicción que le atrapará sin remedio. Porque nunca se acabará de dominar al 'bicho'.

Cualquier asiduo a la competición automovilística estará al tanto de la onmipresencia de los simuladores como herramienta esencial para la puesta a punto y el pilotaje. Un equipo de Fórmula 1, por ejemplo, puede llegar a un circuito con una puesta a punto desarrollada en el simulador que, con un poco fortuna, solo exigirá mínimas modificaciones una vez el monoplaza en el asfalto

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