La Fórmula 1 y las dos Españas: el falso pulso de Madrid versus Barcelona

A partir de 2026 podría producirse una paradoja: dos grandes premios de España de Fórmula 1. Las dos Españas, versión carreras de coches. Madrid organizará el Gran Premio de España de Fórmula 1 a partir de 2026, justo cuando acaba el contrato con Barcelona, que lo acoge en Montmeló. Eso no quiere decir que la capital catalana se quede fuera. Significa que Liberty Media y la FIA, si pueden facturar en dos ciudades de España en vez de en una sola, así lo harán. Son una multinacional privada que quiere hacer caja. De ahí las dos Españas: la de Cataluña y la de Madrid, una metáfora que trasciende lo deportivo y que tiene sobre todo implicaciones económicas.

El premio de Madrid se denominará Gran Premio de España de Fórmula 1, igual que el nombre del Gran Premio de España que se celebra en Montmeló hasta 2025 inclusive. En el fondo, el desembarco de Isabel Díaz Ayuso en el mundo de las carreras automovilísticas le viene como anillo al dedo a la Conselleria de Empresa del muy independentista Roger Torrent. Excusa perfecta para un cambio.

Fuentes cercanas a la Conselleria de Empresa i Treball explican que "no se está dando una batalla por el nombre". Es decir, cambiar de nombre no sería uno de los problemas. Así, la irrupción de Díaz Ayuso abre la oportunidad de un Gran Premio de Cataluña separado de un Gran Premio de España. La independencia solo sería posible a nivel nominal y en la máxima competición del motor. Pero se convertiría en un punto para el Ejecutivo de Pere Aragonès.

"Nos preocupamos por mejorar las oportunidades de Cataluña sin compararnos con nadie y construyendo nuestros propios referentes", señaló Aragonès esta semana, añadiendo que "estamos trabajando para extender más allá de 2026 la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 en el Circuito de Barcelona-Cataluña".

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En todo caso, el tema es económico, no político. Ifema pagará 46 millones al año de canon durante una década. Lo que esperan Liberty Media y la Fórmula 1 es que la Generalitat, a través del Circuito de Montmeló, abone más de los actuales 25 millones para mantenerse en paralelo con el Gran Premio de la capital madrileña. No se trata de excluir a Barcelona, sino de facturar más.

Ifema contra Fira

Tras la presentación de esta semana, la Generalitat es consciente de que tendrá que abonar más dinero si quiere seguir viva en el mundillo de la máxima categoría en las carreras de automóviles, aunque confía en que, gracias a tener un circuito especializado y no uno urbano, no tenga que aportar una cantidad equivalente a la que abonará Díaz Ayuso.

Así que el duelo por la Fórmula 1 es más entre Ifema, 187 millones de facturación, y Fira de Barcelona, 211 millones de euros de volumen de negocio anual. Fira no organiza la carrera, pero el presidente del Salón del Automóvil, Enrique Lacalle, hace años que celebra este evento la misma semana que los bólidos de la Fórmula 1 corren en Montmeló. Se trata no solo de una experiencia Barcelona, sino de lo que aporta la carrera a todo un tejido industrial. Que José Vicente de los Mozos, presidente de Ifema y uno de los arquitectos del acuerdo, haya sido antes vicepresidente de Nissan y que residiese en Barcelona no resulta casual. De los Mozos conoce el valor industrial del Gran Premio.

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C. R.

Otro ejemplo de ese tejido empresarial alrededor del Circuito de Montmeló: la instalación sirve de laboratorio de la empresa pública de la Generalitat Idiada, que a su vez tiene un contrato con Applus+, la cual en este momento sujeta a dos opas en competencia. SEAT contrata con Applus+ en calidad de proveedor. Todo está relacionado.

Contrato deficitario

El contrato de la Fórmula 1 es deficitario para la Generalitat, pero la Conselleria de Empresa se refiere a los "beneficios indirectos" como principal argumento para mantener el vínculo contractual más allá de 2026. Las sinergias industriales para Barcelona son claras. Y luego están el turismo y la marca Barcelona: ser una ciudad con un Gran Premio de Fórmula 1, como São Paulo, Las Vegas, Mónaco, Miami o Milán, solo por citar unas cuantas.

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Madrid se suma ahora a estas urbes a las que la Fórmula 1 añade un plus de marca. Un experto en patrocinios destaca que la principal diferencia entre la capital de España y Barcelona no es tanto el dinero cómo la ilusión. Madrid tiene toda la ilusión y, después de 30 años, Barcelona solo puede seguir en la carrera por el interés.

Reuniones y contactos

En Barcelona, Roger Torrent ha mantenido diversas reuniones con el superpoderoso consejero delegado de Liberty Media, Stefano Domenicali. En la presentación de Madrid, Domenicali ya se apresuró a aclarar que el proyecto de la capital española "es complementario con lo que estamos haciendo en Barcelona". Desde la óptica de los organizadores, no se trata, por tanto, de excluir a Cataluña, sino de hacer más caja.

Para Cataluña, en cambio, la clave es mantener la viabilidad de una infraestructura como el circuito de Montmeló, que pierde dos millones al año, pese a las inyecciones de fondos públicos. Porque el riesgo real que nadie reconoce no radica en la F1, sino en perder dentro de unos años el premio de MotoGP si la estela de Madrid llega a imponerse a medio plazo. Ahí, el actual clúster alrededor del Circuit de Catalunya se derrumbaría por completo. Y Montmeló se convertiría en una infraestructura obsoleta. Una más. Ese es el riesgo a evitar. Y por eso la Generalitat seguirá negociando. Y no tanto por derrotar a Madrid.