El peligro de que a Sainz y Ferrari le roben la cartera su amigo Lando Norris y McLaren

Cualquiera hacía una lectura de la primera jornada del Gran Premio de Hungría. Charles Leclerc lideraba la segunda sesión, con Carlos Sainz a casi medio segundo y en mitad de la tabla. Aunque Max Verstappen terminaba por detrás del español. Un McLaren, AlphaTauri, Haas, Alpine y Alfa Romeo por delante del Aston Martin de Fernando Alonso, a cuatro décimas del monegasco. Los Mercedes al fondo de la tabla. ¿Qué está pasando aquí?

Lluvia antes de los primeros libres, calor en una pista técnica y sinuosa y, quizás para desenfocar la foto, un nuevo formato de uso de neumático para los clasificatorios que ha dispersado las estrategias de los equipos, incluso entre compañeros con el mismo monoplaza. En el caso de Ferrari y Carlos Sainz, las señales eran contradictorias al término de la primera jornada, aunque Hungaroring incluso podría oler a pole para el equipo italiano. Más allá del sábado, imposible anticipar si el SF23 repetirá esquemas del pasado. Pero ojo a McLaren, gran incógnita que amaga con sorpresa a pesar de que Lando Norris se empeñara en Silverstone en convencer de lo contrario. ¿Sobrepasará a Ferrari y Aston Martin el equipo británico?

Ferrari, cal y arena

La primera jornada no empezó bien para Sainz, que hizo un trompo, dañó el alerón delantero, y perdía gran parte de la primera sesión y tiempo de trabajo. En la segunda, los monoplazas italianos salieron tarde a la pista. El español era último tras veinte minutos. Ninguno de los dos pilotos utilizaron los blandos hasta el último tercio de la sesión. Por primera vez, los equipos debían modificar sus habituales programas de trabajo. Porque los tres compuestos de neumáticos van a jugar su papel el sábado.

El nuevo formato obliga a utilizar el mismo compuesto en cada una de las sesiones, empezando por el duro en la Q1, medio en la Q2, y blando en la Q3. Sobre el papel, cabría esperar alguna sorpresa con equipos de media tabla para atrás que consigan el compuesto más duro frente a rivales más competitivos en la Q1. Aunque Verstappen anticipaba que los mejores también controlarán cada uno de los bloques, varios pilotos se han quejado de la eficiencia de este nuevo formato, que ha reducido el tiempo en pista. "Es bonito, porque llegaremos a la calificación sin saber dónde estamos, lo cual es bastante emocionante", apuntaba Leclerc.

"Fue un viernes extraño. Los primeros libres se vieron afectados por la lluvia y, en la segunda sesión, tuvimos que trabajar teniendo en cuenta el nuevo formato con el que correremos este fin de semana", resumía Sainz al terminar. El madrileño salió a una pista nutrida de monoplazas con diferentes programas. "En la tanda corta tuve bastante tráfico con aquellos pilotos con mucho combustible, mientras que en la larga me sentí algo mejor, aunque no di demasiadas vueltas. En general, hay margen para mejorar antes de este domingo, así que nos pondremos manos a la obra de inmediato".

Leclerc y Sainz rodaron con poco combustible con los medios y blandos, preparando los bloques clasificatorios. En el último tercio de la sesión, ambos se centraron en la puesta a punto, que en el caso de Sainz deberá completarse en los libres del sábado. Leclerc dejó buenas sensaciones con su intento a una vuelta al lograr el mejor tiempo, aunque en la fase final de la sesión y una pista progresivamente más rápida. Sin embargo, Lando Norris se pegó a 15 milésimas del monegasco, mientras que terminaba en cuarta posición en la primera sesión, con Oscar Piastri segundo.

McLaren hace levantar la ceja

De nuevo, McLaren se ha asomado por las alturas, confirmando la tendencia desde el pasado Gran Premio de España y con la excepción de Montreal. En una pista, eso sí, muy diferente a los trazados rápidos que en principio favorecían a un MCL60 que está siendo transformado en las dos últimas pruebas. Y eso que, como Andrea Stella anunciaba el viernes, su equipo ha retrasado por razones logísticas la tercera fase del proceso, iniciada en Austria y seguida en Silverstone.

El grueso llegaba en Austria, con el fondo, pontones, carenado motor, y se completaba en Silverstone con un alerón frontal —que recibe Piastri este fin de semana— y otros elementos aerodinámicos de ventilación. Norris salía cuarto y segundo el sábado en ambos circuitos, e invertía las posiciones en la meta. Sobre el papel, el MCL60 se ha defendido en circuitos de curvas de alta velocidad, pero la jornada de Hungaroring ha abierto la puerta a una posible sorpresa.

"Tenemos un coche pobre y, cuando digo pobre, diría bastante terrible, en las curvas de baja velocidad. Es extremadamente difícil de manejar. Siento que la gente se emociona y lo acepto, pero vamos a ir a un par de circuitos en los que, estoy seguro, la gente dirá: '¿Qué has hecho ahora? ¿Cómo se ha puesto tan mal de repente?'". Norris descartaba tras el podio de Silverstone cualquier sorpresa en el trazado magiar. A diferencia de algunos rivales, atentos a este fin de semana. El primer baile de McLaren del viernes debe haber dejado a más de uno preocupado. Y sin terminar de haber introducido el paquete completo de novedades.

"No he podido atacar tanto como me hubiera gustado en algunos lugares de la pista, así que creo que tenemos un poco más (de rendimiento) para desbloquear, pero comenzamos con un equilibrio decente", apuntaba Norris. Como Sainz y otros pilotos puntualizaban, fue una primera jornada difusa, aunque McLaren podría dar un susto a más de uno y, en Hungaroring, supondría un espectacular salto cualitativo. "Nuestro ritmo mejorado desde la actualización, ha seguido ayudándonos y dando confianza al equipo en algunas de las curvas de alta velocidad, pero aún seguimos trabajando en las curvas de baja velocidad y es en las que estamos tratando de concentrarnos y mejorar". Ojo, pues.