Opción de victoria o pólvora mojada: Hungría será la segunda bala de Fernando Alonso en 2023

Exactamente veinte años después de su primera victoria en la Fórmula 1. ¿Podría ganar Fernando Alonso de nuevo en el próximo Gran Premio de Hungría? La cuestión se antoja fútil ante el dominio de Red Bull en 2023, camino de lograr registros absolutamente históricos. Aunque si existiera algún mínimo resquicio, Hungaroring sería uno de los tres escenarios más favorables de la temporada. El anterior fue Mónaco. La última bala podría ser la de Singapur.

"Diría que las velocidades más lentas del campeonato nos dan más oportunidades. Digamos Mónaco, Budapest y Singapur. En este tipo de circuitos, creo que en este momento ponemos nuestras principales esperanzas. Parece que tenemos un coche que quizás no sea el más rápido en las rectas. Tenemos que mejorar eso, pero somos muy buenos en las curvas". Alonso hablaba así en mayo, antes del gran premio monegasco. ¿Ha cambiado el panorama desde entonces?

Dos son las bazas para agarrarse con las uñas a la pared. Por un lado, esa mejor simbiosis entre el trazado magiar y el AMR23. Por otro, la propensión de Hungaroring a ofrecer carreras locas con resultados que rompían los patrones del momento. Demasiados astros deben alinearse para que Fernando Alonso y Aston Martin este fin de semana, aunque Alonso tire de media sonrisa para hablar del Gran Premio de Hungría.

Las dudas con Aston Martin

En 1988, McLaren ganó todas las carreras menos el Gran Premio de Italia en Monza. Cuando lideraba holgadamente, Ayrton Senna tocó al Williams de Jean Louis Schlesser a pocas vueltas del final. El equipo británico acumulaba entonces once victorias consecutivas, las mismas que Red Bull esta temporada. Son diecinueve triunfos en las últimas veinte carreras. Cualquiera apuesta en contra del equipo austríaco y el posible récord este fin de semana.

Sin embargo, la temporada ha adquirido un perfil más líquido a partir de Montmeló con los equipos diferentes evoluciones en cada equipo. Todos, intentando ampliar la ventana de rendimiento de sus monoplazas. En Hungaroring se constatará si Aston Martin mantiene ese patrón de principios de año en un terreno a priori favorable, o si encontrará rivales que no lo eran al principio de temporada.

"Si se ven las características de la pista, deberían encajar mejor con las fortalezas de nuestro coche que otros circuitos en los que hemos estado", avanzaba Mike Krack, responsable de Aston Martin, ante la cita húngara. El AMR23 ha mostrado sus virtudes en curvas medias y lentas, donde la tracción y la agilidad de cambio de dirección son también parte de esa ecuación. La degradación fue igualmente uno de los puntos fuertes en el primer tercio de temporada. Si el calor aprieta, ayudaría más si cabe al monoplaza austríaco.

Más rivales en territorio propicio

Desde Aston Martin se lanzaban mensajes contradictorios en Silverstone. Por un lado, el AMR23 no recibiría ninguna evolución en Hungaroring, aunque en los últimos días se han lanzado mensajes opuestos. Bien se trate de innovaciones aerodinámicas o bien de elementos para mejor adaptar al monoplaza británico a esta pista, queda la duda de comprobar si las recientes evoluciones introducidas para ampliar esa ventana de rendimiento no han mermado las virtudes en el terreno más favorable desde inicio de temporada.

En el Festival de Goodwood este fin de semana, Marc Gené afirmaba con rotundidad que Ferrari ha superado los graves problemas de degradación de principios de temporada. De confirmarse, en un trazado también en principio favorable al SF23, Alonso contaría con más rivales. Sin olvidar el gran salto cualitativo de McLaren con la transformación aerodinámica de su MCL60 iniciada en Spielberg, continuada en Silverstone, y que seguirá en Hungaroring. Lando Norris avisó de la excepcionalidad del resultado del último gran premio, descartándose anticipadamente para Hungaroring. Pero todos sus rivales están a la expectativa de una potencial sorpresa por parte de McLaren. En el caso de Mercedes, y como confirmó Lewis Hamilton, el W14 sufre más con la tracción en curvas medias y lentas, lo que en principio jugaría en su contra incluso por convertirse en la segunda opción tras Red Bull.

Hungaroring rompe esquemas

En 2003, Alonso logró una victoria inesperada, con Ferrari y Michael Schumacher como grandes dominadores, con alguna respuesta por parte de McLaren. La combinación de monoplaza y neumáticos (Michelín) del R23 encontró el escenario idóneo en el Hungaroring, con rasgos similares a los del actual AMR23 para pistas de media carga y motricidad. El trazado magiar ha sido propicio como coctelera de resultados inesperados, tanto por su propensión a los incidentes (sobre todo en la primera curva) las interrupciones del coche de seguridad, el calor, pero también las tormentas.

Curiosamente, Alonso no ha vuelto a ganar en Hungaroring desde aquella victoria de 2003. En 2006 protagonizó una de las mejores actuaciones de su carrera, cuando remontó desde la decimoquinta posición, sancionado por un brake testing a Robert Doorbons. Sobre el asfalto húmedo por una tormenta, Alonso era sexto al término de la primera vuelta. En la cuarta vuelta ya era líder. Tras parar en boxes, y con una ventaja sideral sobre el segundo, una rueda mal montada le apeó de una victoria comparable a la famosa de Ayrton Senna en Donington. Ganó Jenson Button, la primera para Honda en su retorno.

Button también ganaba para McLaren en 2011 cuando el equipo británico no pintaba nada frente al dominio de Red Bull. Otro tanto con Lewis Hamilton, quien logró el único triunfo para Mercedes en 2013, en pleno dominio del equipo austríaco. Otro tanto ocurrió en 2014 para Daniel Ricciardo, cuando el equipo alemán arrasaba en la primera temporada de la era híbrida. Sebastian Vettel ganó en dos ocasiones (2015 y 2017) cuando Mercedes acumulaba títulos a final de temporada. Por no hablar de la singular victoria de Esteban Ocon en 2021, la primera y única de su carrera. ¿Se cerrará el círculo para Fernando Alonso en el próximo Gran Premio de Hungría? Remota posibilidad. Aunque mejor no tirar de los patrones de 2022 a los que Fernando Alonso acude este año para justificar el rendimiento de Aston Martin y sus rivales. El pasado año, Sebastian Vettel terminó décimo.