Alonso acaba séptimo y Sainz décimo en una carrera con susto inicial para Verstappen

El fin de semana no ha sido bueno para Aston Martin en su casa, pero al menos ha sido mejor de lo esperado si se atienen a lo visto el viernes y el sábado. Fernando Alonso comenzó noveno el Gran Premio de Gran Bretaña y lo acabó séptimo. Dispar fue la suerte para Carlos Sainz, que empezó quinto y acabó décimo, adelantando en el final por su compañero, Charles Leclerc. Fue la sexta victoria consecutiva para Max Verstappen, seguido de Lando Norris y de Lewis Hamilton en el podio.

Fue una carrera rara, que empezó con susto para Verstappen. Hizo la peor salida de lo que va de Mundial y fue adelantado por Norris. Y casi lo pasó Piastri. McLaren, que ha mejorado mucho en las últimas semanas, tuvo una gran tarde al colocar a sus pilotos segundo y cuarto, respectivamente. Aston Martin se vio superado por ellos una vez más.

El rendimiento de Aston Martin ha empeorado en las últimas carreras, en las que Fernando Alonso se ha quedado fuera de un podio en el que había sido asiduo en la presente temporada. El asturiano pidió calma al concluir la sesión clasificatoria del sábado. Pero todo apunta a que esta prudencia quizá esconda una inferioridad frente a McLaren y Mercedes, ambos superiores en los dos últimos meses.

La aparición del 'safety-car'

Verstappen recuperó rápido la primera posición en cuanto se activó el DRS. Para él, fue un absoluto juego de niños volver a su lugar habitual en la carrera. El mérito de McLaren fue conseguir que esa distancia no aumentara en exceso, algo asiduo en esta temporada. Nadie va a arrebatarle este Mundial al neerlandés, salvo que haya alguna catástrofe.

Carlos Sainz perdió una posición en la salida, pero no iba mal en una carrera que le traía muy buenos recuerdos. La temporada pasada, logró en Silverstone su primera y única victoria hasta la fecha en la Fórmula 1. Su tarde fue agridulce al empañarse después de la aparición del coche de seguridad.

Alonso aguantó mucho para efectuar su única parada en boxes, buscando que saliera el coche de seguridad. Su estrategia le funcionó, porque a Kevin Magnussen se le quedó el monoplaza parado en el interior de la pista y rápidamente salió la bandera amarilla. Casi toda la parrilla entró a los garajes para efectuar el cambio de neumáticos. La emoción volvió a una carrera que estaba siendo muy sosa.

La mejoría de Alonso

El coche de seguridad se marchó y el adelantamiento de Hamilton a Norris parecía un hecho. Sin embargo, el piloto de McLaren fue capaz de resistir ante el de Mercedes. Ambos jugaban en su casa y querían la segunda plaza. Pero finalmente esto no ocurrió y en McLaren se frotaron las manos con su primer podio de la temporada.

Fernando, gracias al coche de seguridad, avanzó de la octava a la sexta plaza, en la que aguantó perfectamente a sus rivales hasta que por allí apareció Sergio Pérez. El mexicano lo dejó atrás y en las vueltas finales del circuito tuvo que aguantar el ataque conjunto de Charles Leclerc y de Alex Albon. Y resistió para finalizar séptimo.

Sainz puso los neumáticos duros, en una decisión que lo perjudicó. Estaba séptimo por detrás de Alonso y cayó con rapidez a la décima posición, adelantado por Pérez, Albon y Leclerc. En esa ocasión, no hubo ninguna orden desde Ferrari para que evitaran los adelantamientos uno al otro. Aguantó en la zona de puntos sin peligro, porque Stroll fue sancionado con cinco segundos.

Otro fin de semana en el que Aston Martin tendrá que hacer un buen análisis antes del Gran Premio de Hungría, porque su nivel ha decrecido, y mucho. De ser prácticamente habitual en los podios a empezar por los pelos entre los diez primeros en las carreras. Toca reflexionar.