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Carlos Sainz o cuando una apisonadora azul te pasa por encima y salvas tu dignidad
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UN PODIO CADA DOS CARRERAS

Carlos Sainz o cuando una apisonadora azul te pasa por encima y salvas tu dignidad

El madrileño salvó, desde el punto de vista personal, un fin de semana en que Red Bull mostró una apabullante y desproporcionada superioridad que dejó a Ferrari en la lejanía

Foto: Sainz lograba en Spa el séptimo podio de la temporada. (Ferrari)
Sainz lograba en Spa el séptimo podio de la temporada. (Ferrari)
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Si a un piloto de Fórmula 1 le pusieran entre manos la lámpara de Aladino para pedir tan solo un deseo, sin duda sería contar con un monoplaza como el de Red Bull en el Gran Premio de Bélgica. "El coche ha sido un cohete durante todo el fin de semana". A Max Verstappen se le notaba hasta la sonriente incredulidad cuando se felicitaba con su equipo por la radio tras apabullar a todo el personal. El neerlandés frotó la lámpara y los demás se convirtieron en comparsas en la distancia. Al menos, Carlos Sainz pudo presumir de ser el primero entre los damnificados.

Ferrari salió trastabillado de Spa ante la mayor paliza recibida en 2022. Al menos, la carrera belga confirmó que Carlos Sainz inicia la segunda parte del campeonato con la misma consistencia de rendimiento con la que superó a Charles Leclerc el pasado año. El español ha conseguido retirar del mercado el debate de su subordinación al monegasco y supo exprimir en Spa la bayeta hasta la última gota. El gran interrogante es si el chorreo de Red Bull se repetirá en las próximas carreras. El domingo que viene, Verstappen juega en casa. Al siguiente, Ferrari. El morbo está servido.

La apisonadora azul

"Esta es el tipo de pista donde necesitas gran eficiencia", resumió Mattia Binotto al terminar la carrera belga, frotándose frecuentemente su frondosa cabellera en metafórica búsqueda de respuestas al desproporcionado rendimiento del Verstappen y el RB18 en Spa. ¿A qué se refiere con el término eficiencia? "Aerodinámica y unidad de potencia, y en este aspecto, Red Bull lo ha tenido todo, también la [mejor] degradación", concluyó el responsable de Ferrari. "Lo más preocupante para mí es que tienen un paquete de menos carga aerodinámica, y la vez gran velocidad en el sector medio [el de mayor número de curvas]". Es decir, el raro privilegio de aunar los opuestos en un monoplaza. A partir de aquí, Carlos Sainz hizo lo que pudo. Y lo que debía.

"Han visto [en Ferrari] el progreso que hemos hecho con el coche. No digo que esté hecho, o que todavía no necesite progresar y seguir sintiéndome cómodo y fuerte, pero definitivamente ayudó la forma en que afronto el fin de semana", explicó Sainz al volver del verano. "Mi mentalidad para el fin de semana ahora está más enfocada en maximizarlo, en lugar de ir en cada sesión tratando de encontrar algo en el coche para hacer clic". Esta plantilla fue impecablemente aplicada durante el fin de semana, aunque no pudiera evitar la amarga sensación de haber sido aplastado por una apisonadora azul.

"Hoy la ejecución ha sido perfecta, la salida, el coche de seguridad, la estrategia, hemos hecho las elecciones correctas… Pero cuando no hay ritmo, no hay ritmo", se lamentó un resignado Sainz. "Entre que había mucho sobrecalentamiento de neumáticos, a la que intentaba empujar para ir al ritmo de los Red Bull a la siguiente vuelta iba más lento. Estábamos un poco encerrados, no podíamos tirar ni tampoco defendernos. Ahora habrá que analizar por qué, ya que después de salir desde la 'pole' y con la ventaja en las dos primeras vueltas sabe mal". Poco puede reprocharse un piloto cuando tu rival salía decimocuarto, era ya líder en la vuelta 19 y te gana con casi medio minuto de ventaja.

"Pensaba que íbamos a tener alguna oportunidad de defendernos, pero la verdad es que Red Bull ha estado en esta carrera en otra liga, si ayer nos metían seis o siete décimas, entre que tenían menos degradación y más velocidad en recta e iban en segundo sector muy bien también, nos han metido mucho por vuelta". Sainz ilustró desde dentro de su monoplaza el análisis de Binotto. Porque a todas las extraordinarias virtudes del RB18 en Spa se unía que el monoplaza italiano degradó más de lo previsto inicialmente.

En el podio en una de cada dos carreras

Pero Sainz también individualizará su propio rendimiento, maximizado en Spa. ¿Había que lograr la 'pole'? Clic. Tras penalizar a Leclerc el sábado, ¿era imperativo el podio? Clic. "Una pena, pero me quedo con el podio. Y con un fin de semana sólido, que creo que hemos hecho un buen fin de semana en general y, como equipo, tenemos que intentar sacar conclusiones de este fin de semana, porque no creo que sea la norma este año". No, por favor.

De momento, Sainz ha terminado 10 de 14 grandes premios. De ellos, siete en el podio —la mitad de las carreras de 2022— dos más que Leclerc. Aunque el monegasco ha sufrido su buena dosis de mala fortuna, el español le aventaja en la posición media en meta (media de tercero por el casi cuarto del monegasco). El paisaje es otro al del arranque del campeonato. La curva de tendencia del español sigue al alza en 2022.

Pero ¿ha dado Red Bull a su monoplaza una agresiva vuelta de tuerca? Binotto reconocía que el RB18 fue superior en Hungría, pista de alta carga, y de Spa, pista así opuesta por su velocidad, salió mesándose el cabello. "La diferencia que hemos visto hoy no es la que tendremos en las próximas carreras. Esperamos estar de vuelta en las próximas carreras, de estar más cerca", aventuró Mattia Binotto. Pero si algo ha caracterizado a Red Bull durante su historia en la Fórmula 1 es su extraordinaria capacidad de evolución en el transcurso de una temporada. Sus 'rush' técnicos en la segunda parte de un campeonato son marca de la casa. Fernando Alonso la sufrió en su día. Mercedes también sabe de ello. Ojalá la lámpara de Aladino no conceda más deseos a Max Verstappen esta temporada.

Si a un piloto de Fórmula 1 le pusieran entre manos la lámpara de Aladino para pedir tan solo un deseo, sin duda sería contar con un monoplaza como el de Red Bull en el Gran Premio de Bélgica. "El coche ha sido un cohete durante todo el fin de semana". A Max Verstappen se le notaba hasta la sonriente incredulidad cuando se felicitaba con su equipo por la radio tras apabullar a todo el personal. El neerlandés frotó la lámpara y los demás se convirtieron en comparsas en la distancia. Al menos, Carlos Sainz pudo presumir de ser el primero entre los damnificados.

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