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Cuando Mattia Binotto y Ferrari afilan la navaja contra Toto Wolff y el equipo Mercedes
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UN GRAN CONFLICTO EN CIERNES

Cuando Mattia Binotto y Ferrari afilan la navaja contra Toto Wolff y el equipo Mercedes

Con el telón de fondo del 'porpoising' y la intervención de la FIA se ha desatado un gran conflicto de intereses entre Mercedes, Red Bull y Ferrari. La seguridad, en medio del debate

Foto: Mattia Binotto adoptó en Montreal una postura totalmente opuesta a la de Wolff (REUTERS Hamad I Mohammed)
Mattia Binotto adoptó en Montreal una postura totalmente opuesta a la de Wolff (REUTERS Hamad I Mohammed)

La Fórmula 1, la FIA, los equipos y los pilotos se han metido en un buen follón de no fácil remedio. Desde la autoridad (ahora ninguneada) de la Federación, hasta la seguridad de los pilotos, pasando por el nivel competitivo de Ferrari, Red Bull y Mercedes. Y del resto, también. Durante el Gran Premio de Canadá explotó un conflicto que ha llegado hasta los enfrentamientos personales. La Fórmula 1 parece ahora ese reo medieval atado a un caballo por cada extremidad, todos tirando en distintas direcciones.

Hasta el siempre discreto Mattia Binotto ha desenterrado elegantemente el hacha de guerra de Ferrari, insinuando incluso que Mercedes podría haber contado con cierto apoyo en el seno de la FIA. Y contra el equipo alemán hacen frente ahora Red Bull y el equipo italiano, que tienen la mosca tras la oreja con el equipo alemán. Cómo acabará este conflicto 'in crescendo' con la seguridad como argumento de fondo está por ver.

La FIA, en momentos débiles

En Baku se encendieron todas las alarmas entre los pilotos con el 'porpoising' como gran preocupación. Algunos, Carlos Sainz entre ellos, solicitaron la intervención de la FIA ante la escasa esperanza en los equipos. La FIA reaccionó rápido y publicó una directiva técnica el pasado jueves que avanzaba medidas provisionales en Montreal (básicamente, elevar la altura de los monoplazas), mientras se empezaría a recopilar datos para perfilar dichas medidas en próximas semanas. Troya comenzó a arder.

Antes, un inciso de contexto. Bajo el nuevo mandato de Ben Sulayem, la FIA sufre una gran crisis de credibilidad. Su gestión de los grandes premios con la dualidad de directores no ha mejorado, y se han enfrentado a los pilotos en temas menores (los abalorios y demás zarandajas) sin satisfacer los mayores. Además, algunos poderes fácticos largamente establecidos no parecen aceptar de buen grado al nuevo presidente, Ben Sulayem.

Otro segundo inciso relacionado con el anterior. Después de Monaco se conocía la marcha de Peter Bayer, el Secretario General para el Deporte desde 2017 y Director Ejecutivo de la Fórmula 1 desde el pasado año. La sustituta provisional era Shaila-Ann Rao, responsable del departamento legal de la FIA en el pasado, y desde 2021 asesora de… de Toto Wolff y Mercedes en 2021. Es evidente que algo no estaba funcionando en el seno de la FIA cuando una figura de tal calibre abandona el barco, saltando, o siendo invitado a saltar.

placeholder Horner y Binotto han hecho frente común desde la defensa de los intereses de sus respectivos equipos (REUTERS/Hamad I Mohammed Pool)
Horner y Binotto han hecho frente común desde la defensa de los intereses de sus respectivos equipos (REUTERS/Hamad I Mohammed Pool)

De modo que la FIA necesitaba imprimir liderazgo y se descolgaba con la directiva técnica de Montreal. Y el paddock se convierte en un gallinero. Los pilotos ahora se escabullen y los que hablaban, Verstappen y Leclerc, escenificaron la oposición de sus equipos. "Creo que es responsabilidad del equipo darme un coche que esté ok para conducir, y hasta ahora, no he tenido ningún problema en particular", era el titular del monegasco. "En lo que a mí respecta, tanto si nos ayuda como si no, estos cambios de reglas en medio de la temporada no creo que sean correctos", era el del holandés.

La gran bronca

Pero los equipos, excepto Toto Wolff y Mercedes, comienzan a ver gato encerrado. Y el enfrentamiento se escenificó el sábado, en la reunión de jefes de equipo, con una fuerte discusión que enfrentó a Totto contra Binotto y Horner, como el propio Wolff reconocería públicamente. El austríaco se quejaba de que sus rivales querían politizar en su beneficio un tema de seguridad. "Hay jefes de equipo que están intentando manipular lo que se ha dicho para mantener una ventaja competitiva, e intentar practicar juegos políticos cuando la FIA intenta una solución rápida o, al menos, poner los coches en una mejor posición es una falsedad". Luego veremos a quien aludía Wolff. Parece que en Red Bull y Ferrari pensaban lo contrario. Entre otros temas, porque no quieren que ninguna directiva técnica modifique el rendimiento de sus coches.

placeholder La llegada de Ben Sulayem a la FIA y con la Fórmula 1 no está resultando sencilla (EFE/Hamad Mohammed POOL)
La llegada de Ben Sulayem a la FIA y con la Fórmula 1 no está resultando sencilla (EFE/Hamad Mohammed POOL)

Y porque la directiva técnica de la FIA habilitaba a los equipos a montar un segundo tirante en el fondo plano para hacerlo más rígido y amortiguar el rebote. Sin embargo, Mercedes ya tenía por la mañana montado uno en el coche de Russell a primera hora y más tarde en el de Hamilton. El domingo, Binotto solicitó en la rueda de prensa que las preguntas solo se refirieran a la carrera. Pero se explayó deliberadamente en dos temas.

"Mucho ruido para nada"

¿El primero? El que hizo saltar a Wolff, y con el que Binotto se regodeó al explicarlo claramente a los medios, dejando de paso a la FIA en ridículo: "Para nosotros, la directiva técnica no es aplicable. Es únicamente válida para clarificar reglas, no para cambiar el reglamento". Es decir, los cambios que se pretenden son tema último del Consejo Mundial. Palabras mayores, y postura que levantó las iras de Wolff y dejaba a la FIA como un 'pardillo' porque, además, no se aplicó nada de la directiva en Montreal. "Mucho ruido para nada" sentenció lacónicamente Binotto.

Quedaba el tema de Mercedes y el segundo tirante para el fondo plano. Preguntado Binotto al respecto, también se regodeó con la ironía. "Dicen que lo hicieron (Mercedes) de un día para otro. Lo que sí podemos decir es que en Ferrari no seríamos capaces de hacerlo. Sin duda, estoy sorprendido de que un equipo pueda hacer esto por la noche".

placeholder El intento de control del 'porpoising' por parte de la FIA ha provocado una tormenta en el paddock. (Formula 1)
El intento de control del 'porpoising' por parte de la FIA ha provocado una tormenta en el paddock. (Formula 1)

¿Pensaban Binotto y otros colegadas que Mercedes había tenido información privilegiada? ¿Echaba la FIA un cable al equipo alemán al intentar modificar la puesta a punto de los monoplazas de la noche a la mañana? Horner también dejaba claro que el 'porpoising' era tema de un solo equipo. Bakú fue algo excepcional: "El problema del rebote es culpa del concepto del W13". Por tanto, los demás no necesitan modificar los monoplazas por un problema que estará resuelto el año que viene.

Una Federación cuestionada que necesita salvar su autoridad, más debilitada si cabe después de este fin de semana por equipos que rechazan su intervención para no alterar el rendimiento de sus monturas. Con sospechas de Ferrari y Red Bull de maniobras por parte de Mercedes. Y todo ello, con el telón de fondo de unos pilotos baqueteados por los monoplazas actuales. El culebrón está en su primer capítulo.

La Fórmula 1, la FIA, los equipos y los pilotos se han metido en un buen follón de no fácil remedio. Desde la autoridad (ahora ninguneada) de la Federación, hasta la seguridad de los pilotos, pasando por el nivel competitivo de Ferrari, Red Bull y Mercedes. Y del resto, también. Durante el Gran Premio de Canadá explotó un conflicto que ha llegado hasta los enfrentamientos personales. La Fórmula 1 parece ahora ese reo medieval atado a un caballo por cada extremidad, todos tirando en distintas direcciones.

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