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Carlos Sainz ya conoce lo que es sufrir en Ferrari... pero esta vez es diferente
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Miami será un gran desafío

Carlos Sainz ya conoce lo que es sufrir en Ferrari... pero esta vez es diferente

El español afronta en 2022 el mismo proceso que el pasado año... que solventó con éxito. Sin embargo, varios factores le sitúan en una espiral de la que debe huir cuanto antes

Foto: El español también se tuvo que retirar en la última carrera. (Reuters/Massimo Pinca)
El español también se tuvo que retirar en la última carrera. (Reuters/Massimo Pinca)

Carlos Sainz afronta una complicada etapa en Ferrari. No es la primera vez que el español vive semejante proceso, también fue el caso en 2021, pero una conjunción de factores le envuelve actualmente en una espiral donde las circunstancias personales están siendo estranguladas por situaciones fuera del control del piloto.

Desde el GP de Rusia de 2020 Sainz no se retiraba de una carrera. De repente, dos abandonos sin completar una vuelta. Pero que Sainz cuente con un monoplaza ganador supone una soga que acentúa la presión. Aflojar su nudo será gran reto de este próximo Gran Premio de Miami, que se presenta como un campo minado sin margen para un paso en falso. Cómo pensará, sentirá y reaccionará Sainz será uno de los alicientes del fin de semana.

Una tendencia frente a un estilo

Rodeado en Montmeló por un grupo de periodistas españoles, el propio Sainz dejaba entrever algunas dudas con el F1-75. "La verdad, lo que más noto es el estilo de conducción, este año podemos ir deslizando más. En el pasado era un golpe de volante y hacías la curva. Este, podemos jugar más con el coche. Antes estaban diseñados para ir en una línea recta, iba muy bien, tenía mucha carga aerodinámica, pero a poco que lo perdíamos se nos iba completamente", explicaba, quizás anticipando ya entonces alguna duda que se ha proyectado a las dos primeras carreras. "Ahora parece que nos permite jugar un poco más con el coche tanto en entrada como en salida de curva, y es a lo que me estoy intentando adaptar. Creo que es una carga, aerodinámicamente, diferente a la del año pasado. Yo me tengo que adaptar aún, pero se deja llevar un poco más. Hay que jugar con ella, con los ángulos con los que entras en la curva, deslizas, derivas...".

Sainz reconoce que su particular estilo de pilotaje necesita de un particular tren delantero. Si el eje trasero es demasiado alegre, ese estilo personal acentúa esa tendencia Y, en consecuencia, esa falta de confianza última para atacar al límite con el F1-75. La referencia de Leclerc le pone en el disparadero. Al menos, en las dos primeras carreras. Sin embargo, Sainz rodaba en Albert Park e Imola en los tiempos del monegasco. Pero diferentes circunstancias no permitieron materializar esa mejora.

No cabe discutir en el haber del piloto ese punto de adaptación pendiente, que también reconocía en Imola. "No es un secreto que los errores de ayer (por el viernes en el Q2) ocurren por una razón, y no estoy al cien por cien. Estoy pugnando con el coche para intentar dominarlo. Obviamente, soy rápido, no es un secreto, ayer era rápido, también en Australia, es solo la confianza y la predictibilidad (la falta de ella) que tengo con el coche. Tan pronto tenga esto resuelto, estaré al cien por cien". Solo cabe recordar la secuencia del incidente para confirmar la hipótesis sobre su estilo de pilotaje y la personalidad del F1-75.

También ocurrió en 2021, pero...

Pero Sainz también vivió la misma situación el pasado año, como el mismo piloto recordó en varias ocasiones. Estas palabras, de junio pasado. "Mi estilo de conducir, cómo freno, giro y llevo velocidad en las curvas en sitios diferentes y distintos tipos de curvas es muy diferente al pasado año (en referencia a McLaren). Tengo que presionarme para abrir la mente y adaptarme como piloto. Y realmente lo encuentro divertido", declaraba el pasado año. "Lógicamente, me lo guardo para mí mismo". Sainz contestaba exactamente con la misma reserva cuando El Confidencial le preguntaba por su estilo y el F1-75 tras el pasado Gran Premio de Australia.

La respuesta de Sainz a ese proceso en 2021 ya es conocida. ¿Nada nuevo, entonces? Sí pero no, porque ese margen del pasado año no existe ahora. Por un lado, debutaba en Ferrari y, por otro, sin la presión de un equipo aspirante al título como en 2022. Sainz hablaba en Imola del pequeño 'click' final que necesita para hacerse uno con su monoplaza, especialmente a una vuelta. "Por supuesto, Charles ha hecho un trabajo excepcional con este coche, y está marcando la diferencia como piloto, pero no estoy tan lejos. Es muy poco lo que estoy buscando (una décima), y es lo que me mantiene motivado y alerta de que en cualquier momento esto cambie".

Pero varios incidentes diferentes impidieron que Sainz convirtiera en resultados esos progresos; la bandera roja y los problemas de Ferrari en Albert Park, con una estrategia de neumáticos que el piloto no deseaba, además de sus errores en la carrera australiana y el viernes de Imola. El error de Ricciardo acabó de acentuar el debate sobre su posición de un Ferrari aspirante al título y su posición relativa a Leclerc.

Ni un paso en falso

Binotto metió elegantemente el estoque en Imola, dando una de cal y otra de arena. "Es cuestión de aprender a manejar la presión, quizás por primera vez en su carrera tiene un coche que es lo suficientemente rápido como para pelear por las mejores posiciones". Pero Sainz respondió al jefe. "No creo que el error de ayer fuera por presión, estaba probándome, intentando diferentes trazadas, sigo jugando con el coche para encontrarle mi punto, ni siquiera estaba atacando… Pero si me preguntaras si tenía presión. No, era el Q2, iba jugando con el coche y cometí un error".

Leclerc sufrió dos trompos durante los entrenamientos de Imola y un accidente en carrera del que afortunadamente evitó el abandono. Sainz no tuvo tanta suerte, ni el viernes, ni el domingo. Pero, ciertamente, el monegasco ha podido encontrar en el F1-75 una máquina con la que explotar más rápidamente su instintivo estilo al volante, frente al más progresivo y sistemático del español. Nada que no se hubiera vivido en 2021. Sainz necesita urgentemente cerrar ese debate alimentado por su mejorable toque de balón con el F1-75, una inusitada mala racha, y la privilegiada posición de Ferrari. Y, sobre todo, no pisar ni una mina en la singular y desconocida pista de Miami.

Carlos Sainz afronta una complicada etapa en Ferrari. No es la primera vez que el español vive semejante proceso, también fue el caso en 2021, pero una conjunción de factores le envuelve actualmente en una espiral donde las circunstancias personales están siendo estranguladas por situaciones fuera del control del piloto.

Charles Leclerc Fórmula 1
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