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Por qué Sainz y Ferrari tienen una sonrisa en la boca y se divierten "jugando con el coche"
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BALANCE DE LA PRIMERA SEMANA

Por qué Sainz y Ferrari tienen una sonrisa en la boca y se divierten "jugando con el coche"

El piloto español explica las primeras conclusiones obtenidas con los nuevos monoplazas y el arranque de Ferrari, con el equipo italiano casi siempre arriba en la tabla de tiempos

Foto: Ferrari ha brillado en los primeros test. (Javier Rubio)
Ferrari ha brillado en los primeros test. (Javier Rubio)

"El 55 no lo cambiaría ni por el 1". Carlos Sainz desconoce aún el nivel del F175 de Ferrari en un estadio tan madrugador para esta temporada. Pero tanto el español como Charles Leclerc destilan un cierto aire de confianza. Estos días están comprobando que el monoplaza replica en la pista lo que el simulador reproduce y les gusta lo que ven. Al menos, al terminar esta primera fase de la pretemporada en Montmeló.

Para confirmar sensaciones, George Russell declaraba el jueves que ve a dos coches por delante de Mercedes, "uno rojo y uno naranja". En todas las jornadas, Ferrari ha estado arriba en la tabla de tiempos. "Todos intentamos hacer nuestras cábalas con los demás, sacar conclusiones de cuánta gasolina llevan, cuánta batería, cuánto motor... Y es normal que otros pilotos hagan ese ejercicio y que, de momento, esos números les apunten a que nosotros estamos por delante. Los nuestros no apuntan a ello. Lo que me fío es de lo que tenemos nosotros y lo que tenemos que ver. Sobre todo, de Mercedes no me creería mucho, ¿no? Especialmente, sabiendo lo que han hecho los últimos años".

Sensaciones con los nuevos coches para su estilo de pilotaje, problemas encontrados en esta primera sesión de pretemporada, expectativas de futuro con el F1-75… Incluso con ese pequeño duelo con Verstappen el primer día, algo es cierto por el momento: Carlos Sainz y Ferrari empiezan la pretemporada mejor que otros.

Sainz, con el F1-75 en la sesión del jueves en Montmeló. (Javier Rubio)

"Somos todos muy diferentes"

¿Qué le ha llamado la atención en estos primeros días con todos los monoplazas en la pista? "Me han sorprendido lo diferentes que somos los unos de los otros. Con una reglamentación que los ingenieros decían que iba a ser tan restringida para diseñar coches, de repente han aparecido 10 que no tienen nada que ver entre sí. Te da que pensar y apunta a que la Fórmula 1 este año va a ser muy bonita. Me gusta ver esas diferencias, me gusta que los coches sean distintos, ver cómo la imaginación de cada grupo de ingenieros de cada equipo ha hecho cosas diferentes para luego, ya veréis, llegar todos a un tiempo por vuelta similar. Esto es lo bonito de la F1".

Sainz también daba datos para confirmar la imposibilidad de sacar conclusiones. Ferrari tiene un motor nuevo esta temporada, que tampoco el propio Sainz es capaz de calibrar aún. "Todavía no hemos apretado el motor lo que lo vamos a exigirle en temporada", explica el madrileño. "Y yo, como piloto con un coche diferente, con un nivel de 'drag' [resistencia al aire del monoplaza] distinto, es difícil sentir la diferencia del motor [respecto al pasado año]. Hasta que no veamos cuánto tienen los demás de potencia máxima en comparación con nosotros, va a ser difícil medir si estamos al nivel o no. Tampoco conocemos el nivel de 'drag' de los otros equipos, porque es muy difícil de seguir con los coches tan nuevos".

"Ni cómodo ni bonito a 320 km/h"

Lo que sí han descubierto los equipos es un fenómeno conocido del pasado en la Fórmula 1: el 'porpoising', término ya de moda esta temporada, y que ha sorprendido a todos a pesar de la sofisticación de los sistemas de simulación. Se trata de una pérdida repentina de carga aerodinámica en la recta que provoca un efecto de rebote continuado. Un problema que será clave en el rendimiento de las primeras carreras. "Solucionarlo será una de las mayores prioridades: salimos a pista y lo sentimos, y vimos que era complicado dar vueltas. Hay que trabajar en ello y creo que el primero que lo consiga corregir será el primero que consiga bajar las alturas, y eso en el efecto suelo se va a notar. Nosotros lo tenemos, como nos delató el vídeo que sacó la Fórmula 1".

¿Y cómo solucionarlo cuando, además, es tan crucial y común a todos? "Creo que la Fórmula 1 no es hacer un solo cambio y se solucionan las cosas. Los vas haciendo y ni los veréis, y ojalá nos vayan permitiendo quitarnos este fenómeno. En ello van a trabajar todos los ingenieros a tope para arreglarlo lo antes posible. Para el tema de la fiabilidad no sé cómo influirá, porque aún no hemos hecho 60 o 70 vueltas botando. No sé si el coche lo aceptará o no, sinceramente. Para el piloto, te puedo asegurar, no es ni cómodo ni bonito como sensación a 320 km/h".

Carlos Sainz, en la rueda de prensa oficial de la FIA en Montmeló. (Javier Rubio)

Salvar los 'minisustos'

Los nuevos monoplazas cambian radicalmente de filosofía aerodinámica frente al pasado y son los más pesados de la historia. ¿Cómo reaccionan ante las demandas del piloto? ¿Son más o menos divertidos, ágiles o todo lo contrario? Como es habitual en Sainz, suele articular con detalle estos aspectos. "Los coches son diferentes en bastantes cosas. La verdad, lo que más noto es el estilo de conducción, este año podemos ir deslizando más. En el pasado era un golpe de volante y hacías curva. Este, podemos jugar más con el coche. Antes estaban diseñados para ir en una línea recta, iba muy bien, tenía mucha carga aerodinámica, pero a poco que lo perdíamos se nos iba completamente. Generaba carga de una manera muy exacta y, a la que le intentabas deslizar, se te iba. Ahora parece que nos permite jugar un poco más con el coche tanto en entrada como en salida de curva, y es a lo que me estoy intentando adaptar. Y divertir también, porque es divertido".

¿Y por qué tan pocos trompos y salidas de pista en cuatro días de pretemporada? "No generan una carga con un pico, antes tenías que estar en ese pico y, si no estabas en él, perdías el coche. Creo que es una carga, aerodinámicamente, diferente a la del año pasado. Yo me tengo que adaptar aún, pero se deja llevar un poco más. Hay que jugar con ella, con los ángulos con los que entras en la curva, deslizas, derivas... Es diferente y creo que todos los 'minisustos' con los golpes de volante los he conseguido salvar y no me he ido a la gravilla. Pienso que a los demás les debe estar pasando lo mismo".

De los demás, ni idea

El miércoles, Sainz se colocó a la estela de Verstappen tras unas vueltas. "Creo que iba un poco más rápido a la hora de cogerle, pero también yo podía ir más ligero y con un neumático más blando, lo hice aposta para seguirle y ver cómo iba el coche en aire sucio y cómo trabajaba el Red Bull. Y sí, la verdad es que empecé a notar diferencias respecto al año pasado en cuanto a seguir a un coche".

¿Es, por tanto, más optimista Carlos Sainz al terminar la primera sesión de pretemporada con este F1-75 y un nuevo motor largamente preparado por el equipo italiano? "Tenía pocas expectativas porque no sabía dónde estaban los demás. Sabíamos el trabajo que llevábamos en este año y medio, hay cosas que nos han gustado y otras no, como en cualquier test. Estamos aquí para trabajar y ver qué funciona o qué no, porque estamos descubriendo estos días que es muy difícil ni siquiera pararte a pensar qué hacen los demás". Pero otros, Russell y Alonso incluidos, señalan hacia Ferrari.

"El 55 no lo cambiaría ni por el 1". Carlos Sainz desconoce aún el nivel del F175 de Ferrari en un estadio tan madrugador para esta temporada. Pero tanto el español como Charles Leclerc destilan un cierto aire de confianza. Estos días están comprobando que el monoplaza replica en la pista lo que el simulador reproduce y les gusta lo que ven. Al menos, al terminar esta primera fase de la pretemporada en Montmeló.

Max Verstappen Fórmula 1 Fernando Alonso
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