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¿Es Ferrari más fuerte de lo que parece? Mattia Binotto mete presión a sus pilotos
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Optimismo de la escudería

¿Es Ferrari más fuerte de lo que parece? Mattia Binotto mete presión a sus pilotos

El jefe del equipo mostró un inusual optimismo antes del inicio del Mundial, gracias a su nuevo motor. Más presión para sus pilotos, que bajaron el pistón en la rueda de prensa

Foto: Carlos Sainz en los entrenamientos de pretemporada en Baréin. (Reuters/Hamad I Mohammed)
Carlos Sainz en los entrenamientos de pretemporada en Baréin. (Reuters/Hamad I Mohammed)

Nadie esperaba un derroche de optimismo como el mostrado por Mattia Binotto en las vísperas del Gran Premio de Baréin. Su política desde que asumió la dirección de la escudería ha sido: ser humildes y cautos respecto a sus posibilidades. Como se tiró por la borda un posible Mundial en 2019, junto a las acusaciones de ilegalidad de sus motores... Aquello representó un varapalo enorme del que Ferrari ha tardado dos largos años en recuperarse.

"En Baréin no estamos satisfechos con el segundo lugar". Así de rotundo se mostró el jefe de Ferrari en el 'Corriere della Sera' en vísperas del primer gran premio. "No, esta vez no firmaría por un segundo lugar en Sakhir. En cada carrera queremos lo mejor: creo que seremos competitivos de inmediato. ¿Cuánto? Dos décimas delante o detrás, no lo sé. Red Bull es muy fuerte, tal vez Max esté delante de nosotros y el otro piloto detrás".

Una inesperada y sorprendente declaración de intenciones, tanto como para descartar inicialmente a Mercedes de la ecuación. Es cierto que Ferrari ha completado una pretemporada impecable mostrando velocidad y fiabilidad, pero no es la primera vez que ocurre. Y luego el inicio del Mundial devuelve a la escudería a la realidad después de un sonoro batacazo en la tabla de tiempos. ¿Estamos ante un optimismo fundado o la huida hacia adelante de un proyecto que ya no admite más tiempo de gracia?

placeholder Desde el desencuentro entre Mattia Binotto (izquierda) y Maurizio Arrivabene (derecha) en la dirección de Ferrari, en la Scuderia siempre ha primado el perfil bajo. (Reuters/Hamad I Mohammed)
Desde el desencuentro entre Mattia Binotto (izquierda) y Maurizio Arrivabene (derecha) en la dirección de Ferrari, en la Scuderia siempre ha primado el perfil bajo. (Reuters/Hamad I Mohammed)

El enemigo en casa

Binotto sabe como nadie que en Ferrari el enemigo está en casa. Para proteger a su equipo en su proceso de reconstrucción necesitaba aislarlo de la presión, manteniendo las expectativas lo más bajas posible. Es fácil decirlo, pero mucho más difícil llevarlo a cabo. En Italia, la escudería es casi una cuestión de Estado y no se acepta fácilmente una realidad sin ellos como candidatos al Mundial. Probablemente, tanto la cúpula como la prensa italiana ya considera que dos años son tiempo suficiente para devolver al 'Cavallino' a lo alto del pódium: 'O títulos o despido' debe ser el mensaje en forma de ultimátum recibido por Binotto.

Semejante cambio de discurso en apenas unos días sigue pareciendo un poco aventurado a pesar de los buenos resultados de pretemporada. En un entorno en el que todos los equipos ocultan su verdadero potencial, Ferrari confía en una de sus nuevas bazas: quizá el motor sea la guinda que faltaba al pastel, y lo que ha conducido a esta sorprendente euforia. Binotto reconoció en la entrevista que han recuperado el terreno que perdían frente a Honda o Mercedes. "El año pasado estábamos 25 caballos por debajo de la competencia. Aunque no sean datos definitivos, creo que ahora estamos al mismo nivel, si no un poco mejor incluso. Estamos satisfechos con lo que se ha logrado". Si Ferrari se veía con el chasis en un nivel de competitividad similar al de RedBull y Mercedes la temporada pasada, con un propulsor a la altura de sus rivales ya es posible luchar con los mejores.

placeholder Carlos Sainz Jr, antes de realizar un entrenamiento. (Reuters/Hamad I Mohammed)
Carlos Sainz Jr, antes de realizar un entrenamiento. (Reuters/Hamad I Mohammed)

Los pilotos, más cautos

El optimismo de Binotto fue menos explícito cuando le llegó el turno a los pilotos de Ferrari en la primera rueda de prensa del gran premio. Aunque tanto Carlos Sainz como Charles Leclerc mostraron satisfacción sobre cómo se ha desarrollado la pretemporada, ambos coincidieron en situar a RedBull como el gran favorito. "En realidad quizá no quieres creer por completo que estemos listos para luchar por la victoria. En tu mente, como piloto, siempre quieres estar listo para ganar, pero también no quieres dejarte llevar demasiado por el bombo que nos rodea. Estoy listo para lo que venga porque obviamente es para lo que nos hemos venido preparando todo este tiempo, pero ya empezaré a poner mis expectativas más altas o más bajas después de que hayamos hecho las sesiones de entrenamientos libres", reconoció Sainz.

Sainz y Leclerc sienten que todavía Ferrari está un escalón por debajo de RedBull, descontando que no estarán a un segundo o más el año anterior, aunque siempre concediendo el rol de favorito al equipo del actual campeón mundial Max Verstappen. "Siento que todavía estamos un poco por detrás de Red Bull, aunque creo que con seguridad vamos a estar más cerca y esto ya es una buena señal", comentó Leclerc. "Tenemos que trabajar todo lo que podamos viernes y sábado para estar lo mejor preparados posible, pero aún nos veo un poco detrás de ellos".

Es significativo que tanto Sainz como Leclerc estén tan alineados en sus percepciones, quizás aceptando que Binotto los presionó al máximo. El jefe de Ferrari quiere en sus pupilos 'magia' al nivel de Verstappen y Hamilton. Al igual que Binotto estará siendo presionado, el 'capo' de la escudería transmite esa presión a toda la organización. Tras reestructurar y lanzar a su organización, tendrá que afrontar la no menos importante competición de los despachos. La escudería ha perdido peso político en los últimos años. La declaración de legalidad de los retrovisores de Mercedes ante la protesta de Ferrari es sólo el último ejemplo. Para devolver al 'Cavallino' al lugar más alto del pódium, cada detalle cuenta. Este fin de semana se sabrá, por fin, en qué lugar están.

Nadie esperaba un derroche de optimismo como el mostrado por Mattia Binotto en las vísperas del Gran Premio de Baréin. Su política desde que asumió la dirección de la escudería ha sido: ser humildes y cautos respecto a sus posibilidades. Como se tiró por la borda un posible Mundial en 2019, junto a las acusaciones de ilegalidad de sus motores... Aquello representó un varapalo enorme del que Ferrari ha tardado dos largos años en recuperarse.

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