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Los motivos por los que McLaren se ha convertido en el equipo de moda en la F1
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LOS CAMBIOS DE FILOSOFÍA Y FUNCIONAMIENTO

Los motivos por los que McLaren se ha convertido en el equipo de moda en la F1

El ambiente y la atmósfera que se respira en McLaren es impresionante. La conexión entre los pilotos se plasma a la perfección en la redes sociales y eso se traduce también en la pista

Foto: Carlos Sainz fue el mejor 'del resto' en el Gran Premio de Francia, por delante de Renault y el Red Bull de Pierre Gasly. (EFE)
Carlos Sainz fue el mejor 'del resto' en el Gran Premio de Francia, por delante de Renault y el Red Bull de Pierre Gasly. (EFE)

La imagen se hizo viral. Antes de comenzar en el Gran Premio de Francia, sentado dentro de su monoplaza, el casco de Lando Norris comenzó a moverse frenéticamente al compás de la megafonía del circuito. Sus mecánicos se reían. Con solo diecinueve años, en su octavo gran premio de Fórmula 1, la presión propia del momento brillaba por su ausencia.

El gesto de Norris simbolizaba no solo la personalidad del joven piloto británico, también ilustra el ambiente y la atmósfera que se respira en McLaren. Pero no solo en estos momentos donde acompañan los resultados. Desde el pasado invierno Carlos Sainz se quedó sorprendido por el ambiente que se respiraba en Woking, lejos de aquella rigidez casi paranoica de los tiempos de Ron Dennis. Por diferentes razones, McLaren se está convirtiendo en el equipo de moda de la Fórmula 1.

Adios a los aires de grandeza

“A veces, cuando tienes mucho éxito, se crea una cultura de no reconocer que las cosas se han hecho mal. Necesitaban a alguien como Zak Brown y otra gente nueva que dijera: necesitáis una cura de realidad. Así eran las cosas entonces, así son ahora, y esto es lo que parece haber ocurrido en McLaren. Se han unido, afrontado los desafíos que tenían tal y como eran y están ofreciendo resultados. Es fantástico”. Damon Hill, campeón del mundo de 1996 y comentarista de Sky, resumía este pasado fin de semana la metamorfosis del equipo desde que el americano asumió su dirección a comienzos del pasado año.

Brown, apasionado del deporte, pero de visión comercial y pragmatismo americano, impuso la cultura de la humildad. Adiós a los aires de grandeza del aristócrata arruinado. Era necesario arremangarse. Modificó su estructura imponiendo un nítido liderazgo en cada área de trabajo, con una estructura más definida que impedía diluir responsabilidades en el esquema horizontal y difuso heredado de Dennis. Las recientes llegadas de Andreas Seidl y James Key aún tienen todo el recorrido por delante

El rendimiento del MCL34 en Paul Ricard sorprendió incluso a los miembros del equipo y sus pilotos. Si el MCL34 se consolida como cuarto monoplaza de parrilla se verá en próximas carreras. En Paul Ricard, Sainz también reconocía la influencia del avance de Renault en el apartado de la potencia. La filosofía aerodinámica del MCL34 favorece una elevada velocidad punta, aunque sin perder gran carga aerodinámica en curva, como se comprobó en el trazado francés. Cabe recordar que Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne ya iniciaron en los viernes de 2018 el trabajo inicial del MCL34 y McLaren sigue aplicado a su monoplaza con un intenso programa de evolución.

Luego, los pilotos. Sainz y Norris están contribuyendo decisivamente al ambiente que se respira en el equipo. Tanto por su personalidad y juventud como por su actitud. Además de la presión a la que se someten uno al otro en la pista. Con una química personal entre ambos que está siendo aprovechada convenientemente por McLaren.

El liderazgo técnico de Sainz

Esta semana la revista británica Autosport publicaba sus dos clasificaciones de pilotos hasta el pasado Gran Premio de Francia. Una, con la puntuación de la propia publicación. La otra, con la aportada por los lectores. Los tres primeros puestos coincidían: Hamilton, Verstappen, y en tercer lugar, Sainz. En la clasificación general, Sainz ocupa el primer puesto tras los pilotos de Mercedes, Ferrari y Red Bull a pesar de sus ceros en las tres primeras carreras de 2019.

Pero es también su trabajo interno un factor clave para la progresión de McLaren. Por primera vez, Sainz cuenta con estabilidad contractual y la sensación de liderazgo en el seno de una estructura desde que llegó a la Fórmula 1. El español se ha sumergido en el trabajo cotidiano de McLaren en Woking. El italiano Andrea Stella es la máxima autoridad técnica en estos momentos, y en privado alaba la aportación técnica de Sainz. Por ejemplo, el español fue responsable de probar el viernes de Paul Ricard un innovador sistema con buenos dividendos en otros equipos. Para ello hubo de sacrificar las dos sesiones ante la singular naturaleza de la prueba, con lo que ello supuso para coger el pulso al circuito. Pero esa decisión confirmaba su liderazgo técnico en McLaren.

El desafío de Austria

Lando Norris es ya una de las revelaciones de la temporada. El británico despliega una gran velocidad a una vuelta. De hecho, supera a Sainz 5-3 en los entrenamientos. Aunque en dos de esas ocasiones (Australia y China) Sainz encontrara sendos monoplazas y banderas amarillas en su vuelta definitiva. Sin embargo, en carrera confirmaba uno de sus problemas esta temporada: las posiciones que regularmente pierde en la salida. Su gestión en carrera aún evidencia esa menor experiencia que irá cubriendo con el tiempo. Con un particular sentido del humor del que también hace gala en las redes sociales, su personalidad risueña y jovial le están haciendo ganar enteros entre los aficionados.

El ambiente en McLaren parece también moverse al son de esa música que bailaba Lando Norris dentro de su casco. Este lunes, Brown, Sainz y Norris se sentaban en un sillón para grabar un mensaje hacia sus seguidores: “Gracias por vuestro apoyo. Hemos leído últimamente todo la positividad que rodea a McLaren y al equipo. Tendríais que verlo por dentro, esa positividad se nota…”, comentaba el español a los aficionados. En el próximo Gran Premio de Austria se pondrá a prueba. Porque, como en su día insinuara McLaren, Carlos Sainz podría penalizar antes de Silverstone y salir desde el fondo de la parrilla…

La imagen se hizo viral. Antes de comenzar en el Gran Premio de Francia, sentado dentro de su monoplaza, el casco de Lando Norris comenzó a moverse frenéticamente al compás de la megafonía del circuito. Sus mecánicos se reían. Con solo diecinueve años, en su octavo gran premio de Fórmula 1, la presión propia del momento brillaba por su ausencia.

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