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Franco Tenaglia: trabajar para la mafia y combatir en peleas clandestinas por cumplir un sueño
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UN ATLETA DIFERENTE

Franco Tenaglia: trabajar para la mafia y combatir en peleas clandestinas por cumplir un sueño

Consciente de que en Argentina no tenía futuro como peleador profesional, a los 18 años abandonó su país. Poco tiempo después, ya triunfa y es uno de los grandes del momento

Foto: Franco Tenaglia, junto a su entrenador Jorge Climent. (Cedida)
Franco Tenaglia, junto a su entrenador Jorge Climent. (Cedida)

No hay mayor gloria para un hombre mientras viva que la que haya conseguido con sus pies y con sus manos. Alcínoo, rey de los feacios, en La Odisea de Homero.

El peleador de MMA Franco Tenaglia casi perdió la vida cuando fue perseguido por una mafia en Londres, enemiga de la que trabajaba. Los grupos mafiosos se roban entre ellos porque nunca denuncian los hurtos a la policía al estar inmersos en actividades ilícitas. En un parque de la capital inglesa cercana a su domicilio, una furgoneta apareció de la nada, cruzó el césped y le atropelló con el propósito de matarle. A pesar del tremendo impacto, consiguió huir malherido y pudo resguardarse donde residía eludiendo así el peligro mortal y salvar de milagro la vida. Pero el choque le dejó secuelas duraderas. Para recuperarse, estuvo obligado a hacer una dieta estricta durante un año porque la mayoría de sus órganos sangraron tras el impacto.

Foto: Joel Álvarez hará historia en la UFC. (UFC Español)

Cuando vivía en Londres, Franco conoció a un grupo mafioso de albaneses que, al conocer sus habilidades en la lucha, le contrataron para que vigilara plantaciones ilegales en garajes y chalets. En Londres entrenaba en el famoso gimnasio London Shootfighters, recinto en donde hizo sparring con los hermanos Basharat, Michael Venom Page y el español David Mora. El problema era que Londres era tan caro que no podía entrenar y vivir con una ocupación accesible y por eso tomó la decisión de trabajar para una mafia. En otra ocasión, le secuestraron cuando tenía 21 años. Una transacción se hizo mal, pensaron que tenía algo que ver y lo raptaron para hacerle un interrogatorio. "Si algún día me tiene que pasar algo, que me pase. Tampoco he sido Pablo Escobar. Hice lo suficiente para sobrevivir porque si te querías dedicar a las peleas con un trabajo normal, en Londres no llegabas", le comentó a Gonzalo Campos en su canal de YouTube Generación Raw.

A pesar de que este sábado Franco Tenaglia cumple solo 27 años, su vida ya es de película. Coincidiendo con su onomástica, peleará hoy en el evento de MMA WOW 10 en Madrid contra el canario Theo Bashford. Nacido de cuna humilde en Argentina, ha sabido abrirse paso en la vida sorteando multitud de adversidades para poder convertir su sueño en realidad: vivir de pelear.

placeholder Suplex al campeón de kickboxing polaco en Varsovia. (Cedida)
Suplex al campeón de kickboxing polaco en Varsovia. (Cedida)

"Si quieres una cosa, hay que ir a por todas. Yo sacrifiqué a mi familia —sigue la mayoría en Argentina—, en 9 años los vi tres veces. Estuve solo, sin dinero, pasé hambre, estuve mal de salud y aun en esa situación nunca tuve la tentación de volver", señala. "Estoy seguro de que la gente cada vez es más débil en todos los aspectos. La manera de fortalecernos es educarnos de forma más dura. La gente confunde eso con el sufrimiento, pero en realidad la necesidad hace al hombre y las adversidades son positivas para crecer en nuestras vidas".

La filosofía de vida del luchador argentino está, según manifiesta, muy influenciada por el estoicismo. "Creo que en esta vida tenemos que explotar todo al máximo e ir por lo que queremos, sin preocuparnos tanto por las cosas materiales, prejuicios ajenos y la mismísima muerte. Creo que luego de morir, nuestro camino sigue, así que no me preocupo y siempre disfruto cada segundo de mi vida", indica. "El miedo me parece algo negativo. Lo aparté de mi vida desde muy pequeño. Sí, mantengo un estado de alerta que me advierte del peligro pero no tengo miedo, ya que lo máximo que nos puede pasar es morirnos y yo acepto la muerte muy bien. Quizás tengo miedo a vivir una vida aburrida".

Nacido en un barrio conflictivo

Franco Tenaglia nació en el barrio bonaerense de Burzaco, en un sitio muy peligroso donde vivían las barras bravas del equipo de la zona. Con 12 años ya se pegaba en la calle con gente de 18, porque cuando pasaban por su casa algunos ultras le decían que iban a violar a su madre o se reían de su hermana pequeña que nació con problemas. Criarse en ese ambiente de violencia justifica que empezara a entrenar kickboxing a los 14 años. A pesar de convivir rodeado de abusos cotidianos, drogas y robos, la repulsa que le daba este ambiente provocó que precisamente jamás quisiera replicarlo cuando se hizo mayor. Franco nunca ha probado las drogas.

Consciente de que en Argentina no tenía futuro como peleador profesional, a los 18 años abandonó su país. Primero se trasladó a Nueva Zelanda pero al no tener la visa en regla le devolvieron a Argentina. No se rindió ante la adversidad, el dinero del viaje no se lo reintegraron y, meses después, tras ahorrar lo suficiente, viajó esta vez a Madrid. En una pensión de la capital española conoció a unos turistas galeses que le invitaron a salir con ellos por la noche. Un traficante colombiano pretendió engañar a los británicos y cuando se lo recriminaron, intentó agredirlos. En ese momento intervino Franco para defenderlos y terminó noqueando al atacante de un puñetazo. Al ver la capacidad de lucha del argentino, los galeses le contrataron para que fuera su seguridad y, a pesar de su limitado inglés, hiciera de intérprete mientras viajaban por España. Además, dio la casualidad de que el padre de uno de ellos era promotor de boxeo en Gales. Tras la marcha de los británicos, primero viajó a las Islas Canarias porque le habían avisado de que se podía trabajar en negro pero la realidad era la contraria; era muy difícil trabajar sin papeles y por eso decidió irse a Gales donde fue alojado y ayudado por el promotor de boxeo.

placeholder Victoria de Tenaglia en 'bare knuckle' en Londres contra el campeón británico. (Cedida)
Victoria de Tenaglia en 'bare knuckle' en Londres contra el campeón británico. (Cedida)

Peleas clandestinas en clubs de strippers

Lejos de conseguir peleas profesionales de boxeo regladas con guantes, luchó en combates clandestinos a puño descubierto en locales de strippers donde la mayoría de sus rivales eran bastante más grandes y pesados. El perfil de sus adversarios era hooligans o travellers (gitanos irlandeses y británicos), etnia que protagoniza la famosa película 'Snatch: cerdos y diamantes'. En una de estas peleas, le destrozaron la mandíbula, la mano y el pie. El promotor de boxeo, viendo que esas lesiones le iban a tener varios meses sin facturar de su pupilo, le dejó de avalar sin miramientos. Sin la protección económica y de alojamiento, estuvo viviendo dos semanas de forma muy precaria entre un parque y un gimnasio en Gales. Mientras contrajo por las lesiones problemas serios de movilidad, saciaba su hambre comiendo arroz, latas de atún y huevos todos los días. Esa experiencia traumática le hizo prometerse a sí mismo, como Escarlata O'Hara en Lo que el viento se llevó, que nunca más volvería a verse en esa paupérrima situación.

En el gimnasio al que siguió yendo conoció a un iraquí que promocionaba peleas y le invitó a ir a una escuela de boxeo para refugiados a cambio de hacer actividades ilegales. Después de aceptar el trato, empezó a dormir en una mezquita. Tras unos meses, pudo juntar el dinero suficiente para volver a Argentina y reglamentar los papeles para que le concedieran el pasaporte italiano. Entonces es cuando regresó a Europa y decidió instalarse en Londres.

Después de su peripecia inglesa, viajó a Frankfurt. En la ciudad alemana siguió trabajando para la mafia albanesa y acabó seis meses encarcelado por cuidar una casa donde se hacían actividades ilegales. Necesitaba el dinero para entrar en un equipo de MMA de la ciudad que tenía peleadores muy buenos. "En la cárcel me dejaban entrenar todo lo que quería. Es cuando en mejor estado físico he estado en toda mi vida", señala.

placeholder Victoria ante un rival 10 kilos más pesado en el evento 'La batalla del estrecho'. (Cedida)
Victoria ante un rival 10 kilos más pesado en el evento 'La batalla del estrecho'. (Cedida)

Su experiencia en Kings of The Street

De las peleas más salvajes que ha protagonizado Franco destaca como la modalidad más peligrosa de todas —son las victorias que más valora— los combates de la promotora Kings of The Street, una organización con más de un millón de suscriptores en YouTube, donde tiene cerrada una pelea en octubre contra un duro peleador checheno. No hay casi reglas, se lucha sobre cemento y a puño descubierto. Kings of The Street es una promotora de lucha que la gestionan mafias. Uno de los organizadores era un mafioso para el que había trabajado. Por eso le invitaron.

Cuando participas, te llevan a un recinto con los ojos vendados para que no sepas la ubicación. "Los organizadores van con máscara para que no se les reconozca porque están buscados por otras mafias. Si te manejas con buenos códigos, no te va a pasar nada. Si tienes un arma, te piden que la dejes a la entrada y, cuando termina el evento, te la devuelven. El árbitro lleva un cuchillo y una pistola Glock en la cintura. Pelear ahí subió mucho mi popularidad", indica.

Ahora está instalado en Alicante viviendo de la lucha y entrenando en el gimnasio Climent, el mismo donde lo hace nuestro mayor exponente nacional de MMA, Ilia Topuria. "Entrenar con Ilia es un placer, ya que es uno de los mejores del mundo y son unos entrenos muy duros".

placeholder Victoria por 'knockout' ante un inglés que llegaba invicto. (Cedida)
Victoria por 'knockout' ante un inglés que llegaba invicto. (Cedida)

"Soy un luchador muy agresivo con un estilo de pelea muy entretenido de ver, no doy un paso atrás y la mayoría de mis combates terminan antes de tiempo. Soy de matar o morir". A pesar de esta agresividad en la lucha, Franco demuestra ser una persona muy afable, con carisma y don de gentes. "Si no te sabes relacionar, te cierras muchas puertas", señala. Una de sus mayores aficiones después de la lucha, pese a que abandonó los estudios cuando tenía 17 años, es la lectura, algo que se evidencia cuando le escuchas conversar. Entre sus libros preferidos sitúa Los cinco anillos de Miyamoto Musashi, La ley 50 de 50 Cent y Robert Greene y El humano animal de Desmond Morris, todos ellos relacionados de cierta manera con su profesión.

Franco Tenaglia le agradece a la lucha todo lo bueno que le ha pasado. "En los deportes de contacto se enseñan muchos valores que te sirven en la vida. Tienen un beneficio muy productivo en la sociedad ya que es una buena manera de canalizar energías negativas que cargamos diariamente y convertirlas en positivas. Y la lucha es innata al ser humano". "El arte de la lucha, donde generalmente se practica y se cultiva, se convierte en una garantía de paz y de mansedumbre", decía el famoso dramaturgo belga Maurice Maeterlinck en su ensayo Elogio del boxeo.

Franco cada vez es más conocido y su camino a recorrer en los deportes de contacto todavía es largo. "Creo que estoy a año y medio de entrar en una organización muy grande", indica. "Quiero dejar un legado. Llegar a ser el mejor". Y avisa de que "un hombre con una idea y un propósito fuerte es invencible". Este sábado podemos verlo luchar en MMA en WOW 10 en la Plaza de Vistalegre de Madrid o por televisión en directo en la plataforma LaLiga Sports.

No hay mayor gloria para un hombre mientras viva que la que haya conseguido con sus pies y con sus manos. Alcínoo, rey de los feacios, en La Odisea de Homero.

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