Oppenheimer amenaza con arrasar en los Oscar 2024 (y España con rascar poco)

Mucho tendrían que cambiar las cosas para que Oppenheimer de Christopher Nolan no se alce como la triunfadora absoluta de esta noche. No solo es la gran favorita en nominaciones (con un total de 13), sino que ha arrasado en todos los premios antesala de los Oscar, lo que parece significar que sin duda tiene la suerte a su favor. Es muy probable que el biopic sobre el padre de la bomba atómica haya convencido a la Academia, pues los biopics en general gustan y el de Nolan en concreto carece de los defectos que suelen acompañar a este tipo de películas: no es demasiado convencional y además trata al espectador como un ser inteligente, lo que siempre se agradece.

Si las cosas marchan según lo previsto, no solo Nolan saldrá con una estatuilla de Mejor Director bajo el brazo esta noche, también lo hará como Mejor Actor el irlandés Cillian Murphy, que quizá no es el intérprete más expresivo de la historia, pero ha sabido captar con sus enormes ojos azules la esencia atormentada y la culpabilidad del "destructor de mundos". Su rival más fuerte es, con diferencia, Paul Giamatti, que compone un papel absolutamente fantástico como profesor gruñón y amargado en la maravillosa Los que se quedan (una de esas películas sencillas, al puro estilo años 90, que devuelven un poco las ganas de vivir), pero que probablemente se quedará con las manos vacías, al igual que Bradley Cooper, que pese a sus esfuerzos por colarse en la nominación con Maestro es difícil que pase de ahí (aunque igual se gane algo de maquillaje por su potente caracterización).

Tampoco Jeffrey Wright ni Colman Domingo tienen muchas oportunidades reales como Mejor Actor en una noche en la que también es casi seguro que Robert Downey Jr. se lleve la estatua a Mejor Actor de Reparto por su papel de Lewis Strauss, también por Oppenheimer. Lo que significa que Ryan Gosling (el único nominado por Barbie en una polémica decisión de la Academia, que dejó fuera sin miramientos a Margot Robbie —alma de la película— y Greta Gerwig), Robert de Niro (Los asesinos de la luna), Mark Ruffalo (histriónico hasta la náusea en Pobres criaturas) y Sterling K Brown (American Fiction) no tienen mucho que hacer en una categoría en la que es un robo que el jovencísimo Dominic Sessa no haya sido nominado por su sobresaliente actuación en Los que se quedan.

Si las cosas marchan según lo previsto, no solo Nolan saldrá con una estatuilla bajo el brazo esta noche, también lo hará el irlandés Cillian Murphy

Más complicado, sin embargo, es discernir quién se llevará el Oscar a Mejor Actriz, pues está muy reñida la cosa entre Emma Stone por Pobres criaturas (que compone el papel de su carrera como la Frankenstein femenina Bella Baxter. Un papel lleno de matices que en otra actriz con menos talento podría haber quedado en una simple caricatura) y Lily Gladstone por Los asesinos de la luna, que, aunque posiblemente lo merece menos que Stone, también se marca una gran interpretación.

La Academia podría primar hechos quizá secundarios a nuestros ojos pero bastante trascendentes en estas cosas, como que Gladstone es de ascendencia indígena o que Stone ya se llevó otra estatua por La La Land para inclinar la balanza finalmente hacia la actriz de Los asesinos de la luna. En el apartado de Mejor Actriz de Reparto podría rascar algo Los que se quedan, con una maravillosa Da’Vine Joy Randolph, aunque la Academia siempre puede ser convencional y preferir la interpretación bastante descafeinada de Emily Blunt en Oppenheimer.

¿Y España?

Aunque duela, hay que ser conscientes de que España tiene pocas oportunidades en sus nominaciones, aunque la de Bayona quizá podría llevarse el premio al Mejor Maquillaje, siempre y cuando la Academia no se decante por las prótesis de Maestro o Pobres criaturas. A falta de Anatomía de una caída como nominada a Película internacional (los franceses jugaron mal sus cartas y eligieron por algún motivo otro título inferior: A fuego lento, que se quedó fuera), lo normal es que sea la inquietante La zona de interés de Jonathan Glazer la que se alce con el premio.

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Porque a quién en Hollywood no le va a gustar una película de nazis sobre la condición humana y la banalidad del mal. De todas formas es esta una edición particularmente notable, pues también compiten contra La sociedad de la nieve otros títulos excepcionalmente buenos que podrían alzarse con el premio, como Perfect Days del siempre fenomenal Wim Wenders (por Japón) o incluso la alemana Sala de profesores. Una historia épica de superación como la de Bayona suele convencer a la Academia, pero no hay que olvidar que, al fin y al cabo, ya existe Viven.

Y aunque Robot Dreams de Pablo Berger ha cosechado muchísimos éxitos y alabanzas en los Premios del Cine Europeo o los Goya, compite contra los grandes tiburones (en mayúsculas) del cine de animación. Elemental de Pixar, pese a las críticas negativas que cosechó en su estreno, no es la mejor película del estudio, pero tiene una animación sobresaliente y a la altura de la firma. Lo mismo sucede con la secuela Spiderman: cruzando el multiverso, con una mezcla de animación 2D y 3D tan transgresora técnica y artísticamente hablando que otros títulos (la increíble Arcane de Netflix, Wish de Disney) no han dudado en imitarla.

Sería un delito cualquier cosa que no fuera darle el Oscar a Miyazaki por 'El chico y la garza', que es la carta de despedida del maestro de Ghibli

Y, de cualquier forma, sería un delito cualquier cosa que no fuera darle el Oscar a Hayao Miyazaki por El chico y la garza, que tampoco es su mejor película ni de lejos, pero es la carta de despedida del maestro de Ghibli (o al menos eso dice él, pero tampoco podemos fiarnos mucho del japonés con sus antecedentes, pues dijo lo mismo con El viento se levanta en 2013).

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A primera vista las cosas parecen muy claras, pero nunca se sabe. Hasta que no se abran los sobres y se digan los nombres correspondientes no hay nada escrito, así que habrá que esperar a esta noche para confirmar los pronósticos.