Es noticia
Pablo Berger: "Voy a los Oscar a pasármelo bien y con modestia, difícil para alguien de Bilbao"
  1. Cultura
  2. Cine
La gala será el día 10 de marzo

Pablo Berger: "Voy a los Oscar a pasármelo bien y con modestia, difícil para alguien de Bilbao"

Entrevistamos al cineasta antes de que desembarque en Los Ángeles, donde competirá con 'Robot Dreams', una película que ha entusiasmado a crítica y público

Foto: Pablo Berger en la 38 edición de los premios Goya el pasado 10 de febrero. EUROPA PRESS
Pablo Berger en la 38 edición de los premios Goya el pasado 10 de febrero. EUROPA PRESS

En el momento en que usted lea esta noticia, Pablo Berger estará casi seguro sentado cómodamente (o no tan cómodamente, en función de su asiento) en un avión cruzando el Atlántico para llegar a Los Ángeles. Podemos decir sin miedo a equivocarnos, que le esperan unas semanas ocupadas. "Mañana se lo quedan los americanos", nos informan antes de darnos un hueco en su apretada agenda para poder entrevistarle a cuento de la próxima ceremonia de los Oscar, que se celebrará el día 10 de marzo y donde compite en la categoría de Mejor película de animación.

Robot Dreams ha conquistado al público y a la crítica a partes iguales, lo que no es tarea sencilla precisamente. Más, si tenemos en cuenta que se puede calificar de película muda, basada en el cómic del mismo nombre de la americana Sara Varon, que cuenta la historia de un perro antropomorfo (ya se sabe, de esos como el pato Donald que van desnudos pero se ponen bañador para meterse en el mar), el cual se siente tan solo que decide comprarse un robot para que le haga compañía. Además, es una historia que habla de la pérdida, el reemplazo, la soledad y el amor con Nueva York (Torres Gemelas incluidas) como telón de fondo. Y desde su estreno en diciembre ha ido conquistando poco a poco festivales y ceremonias, desde los Premios del Cine Europeo a los Goya, pasando por los Feroz.

Y ahora le toca competir con algunos gigantes del cine de animación: El chico y la garza, de Estudio Ghibli, Elemental de Pixar o Spider-man: cruzando el Multiverso serán sus contrincantes más potentes el día 10 de marzo.

Foto: 'Robot Dreams', la película de animación de Pablo Berger. (Festival de Cannes)

PREGUNTA. Hablamos cuando acababas de estrenar Robot Dreams y ya estabas bastante seguro del éxito que iba a tener la película. No me malinterpretes, pero me resulta curioso que hayas confiado tanto en ella desde el primer momento porque eras consciente de que tenías muchas cosas en contra, (el hecho de que fuera una película muda, de animación, etcétera).

RESPUESTA. (Se ríe). Bueno, es la naturaleza de los directores, tenemos que ser siempre positivos y ver el vaso medio lleno porque estamos acostumbrados a las adversidades. Los procesos de las películas son tan largos... y tienes que liderar un equipo. Si no crees que vas a hacer una gran película es imposible que el equipo siga trabajando. Yo siempre que me enfrento a un proyecto creo que voy a hacer la mejor película del año, que vamos a ir a Cannes, a los Oscar y que va a ser un éxito de taquilla. Obviamente, una cosa es lo que el director desea y proyecta, cumplirlo es muy diferente pero es que este ha sido mi sueño, pensaba "qué genial será estrenar en Cannes" y se cumplía. Ha sido como el Juego de la Oca: pasando por Sitges, Premios del Cine Europeo, Goya... y los Oscar son la guinda del pastel, que no hay mejor manera de acabar la campaña y la promoción de una película.

P. Vamos, que lo que sueñas lo cumples.

R. He tenido suerte hasta ahora, he hecho cuatro películas y he tenido por suerte el apoyo del público y de la crítica en los festivales.

P. También has comentado en los últimos tiempos —lo dijiste en los Feroz— que no se debe distinguir entre cine de animación y cine "normal". ¿Has notado que hayan cambiado la opinión y los prejuicios de la gente conforme veían la película? ¿Crees que en el futuro no habrá realmente una distinción o es una quimera pensar algo así?

R. Yo creo que ese techo de cristal se está agrietando, sin duda. Los prejuicios siguen ahí en parte pero sí he notado un gran cambio en cosas concretas. A mi hermano mayor (que es mi mayor fan, el presidente de mi club de fans y que siempre me acompaña a los premios) cuando le dije hace cinco años que iba a hacer una película de animación me dijo: "No puede ser, Pablo, es que no me gusta la animación, es para niños". Afortunadamente cinco años más tarde salió con lágrimas en los ojos de verla y después de la ovación me dijo que era mi mejor película. Creo que esto se consigue con películas como Robot Dreams que ha sido la última pero también con Dispararon al pianista, El sueño de la sultana, Pinocho... todos recordamos el grito de guerra de Guillermo del Toro en los Oscar y yo lo repito: la animación no es un género. A través de ella se puede contar cualquier historia, pero el drama, el terror, la comedia... eso sí son géneros. Estamos notando cambios y eso se ve en la respuesta del público, han pasado tres meses y seguimos en los cines.

"Cuando le dije a mi hermano que iba a hacer una película de animación me dijo: 'No puede ser, eso es para niños"

P. Hablando de los tres meses que lleva la película en pantalla, tu discurso también ha girado mucho en torno a la necesidad de volver al cine y a ver las películas en pantalla grande. ¿También es una quimera o crees que se está volviendo poco a poco?

R. Hay que soñar siempre. Desde la pandemia los cines lo han pasado mal pero es que es importante que las películas se vean ahí porque los directores las diseñamos para que se vean en pantalla grande y que el espectador esté concentrado. Incluso más que eso, que el cine se convierta en una ceremonia y que la catársis se viva cuando un grupo de personas diferentes comparten una historia. Yo creo en ello y por supuesto en el boca-oreja, que ha sido fundamental, el hecho de que siga en cines es por eso y también hay que destacar la labor de la distribuidora (Bteam) que también es muy importante su trabajo.

P. De hecho de cara a los Oscar entiendo que las distribuidoras tienen mucha importancia.

R. Sin duda. Hay una parte que se nos olvida. Hablamos de preproducción, postproducción... pero hay que hablar de la exhibición y la promoción que son otra pata tan importante de la mesa como las otras. Distribuidores independientes como Bteam es importante que estén. Más en tiempos como los actuales, los del metaverso, Avatar, smartphones, redes sociales... el cine es una forma de expresión popular y reunir a tantas personas en una sala es algo que se tiene que recuperar, creo que es posible que la gente vuelva al cine.

P.¿Qué pros y contras crees que hay en hacer cine de animación? ¿Volverás a repetir?

R. Un rotundo sí. Ha sido una experiencia fantástica a todos los niveles: creativo, de conexión con el público... la película se ha recibido de una manera excepcional. A los directores nos encanta conectar con los espectadores. Lo bueno de la animación es que no tiene límite y abre un abanico de nuevas historias. Yo con Robot Dreams he podido hacer un homenaje a los musicales de Hollywood con bailarines bailando tap dance, he podido incluir una secuencia de acción trepidante que no envidia a una de James Bond... te permite contar otras historias. Los directores a imagen real que probamos repetimos, como Fernando Trueba o Guillermo del Toro, incluso Wes Anderson... yo animo a los directores de imagen real a que se lancen a hacer películas de animación.

P. ¿Qué consejo le darías a un cineasta que está empezando? ¿Crees que debe apostar por proyectos en los que confía aunque a priori parezcan una locura?

R. Sin duda, hablando por experiencia propia. Mi primer corto lo hice a finales de los 80 y era —como yo la defino— muy punk, se llama Mama y me salió de las entrañas. Yo no tenía formación en el mundo del cine (fui más tarde a una escuela), pero ganó el festival de Alcalá, lo compró Canal Plus y funcionó, y esa fue mi primera lección: haz las películas personales, las películas que deseas, haz cada película como si fuese la última. Afortunadamente, ese mantra ha sido mi carrera. Es una carrera con una filmografía corta pero hecha con total libertad y de manera personal, y aquí sigo. Si sirvo de modelo a seguir pues bien, luego hay otros directores que han hecho más, o guiones de otros, o películas comerciales... cada uno debe encontrar su propio modelo. En mi caso es hacer pocas películas, con absoluto control y en total libertad.

"Voy a los Oscar a pasármelo bien y con cierta modestia, difícil para alguien de Bilbao"

P. Así que crees aquello que decía Tarantino de que para hacer cine no hay que ir a una escuela, hay que ver cine...

R. Bueno, depende de cada uno. Yo hice mi primer corto sin haber ido a una escuela de cine pero más tarde sí que fui a una. Pero hay tantos ejemplos de directores que no fueron... Spielberg no fue, pero Martin Scorsese sí. Si tienes un gran deseo de ser director y tienes historias que contar (eso es lo más difícil), y si eres tozudo o perseverante... es decir, a menos que seas un Orson Welles... o un Amenábar que hace un primer filme con 23 o 24 años... para la mayoría de nosotros lo de crear la primera película fue un largo camino. Lo importante es vivir el momento y creo que hasta que un joven director haga su primera película debe ver mucho cine, leer mucho, ver muchas exposiciones y en definitiva tener mucha curiosidad.

P. ¿Cuáles son tus impresiones para los Oscar?

R. Primero voy a pasármelo bien y con cierta modestia, difícil para alguien de Bilbao como yo. Es que está el gran maestro, está Miyazaki, y yo solo soy un aprendiz en el campo de la animación. Desde luego es un honor compartir nominación con él, pero también confiamos mucho en la película y ha gustado mucho a los americanos. Es una película que toca el corazón. Muchos académicos la han visto y hay que ir ilusionados a ganar. Hasta que no abran el sobre con 'And the oscar goes to' no sabemos que pasará, estaremos impacientes y nerviosos.

En el momento en que usted lea esta noticia, Pablo Berger estará casi seguro sentado cómodamente (o no tan cómodamente, en función de su asiento) en un avión cruzando el Atlántico para llegar a Los Ángeles. Podemos decir sin miedo a equivocarnos, que le esperan unas semanas ocupadas. "Mañana se lo quedan los americanos", nos informan antes de darnos un hueco en su apretada agenda para poder entrevistarle a cuento de la próxima ceremonia de los Oscar, que se celebrará el día 10 de marzo y donde compite en la categoría de Mejor película de animación.

Cine
El redactor recomienda