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'Vania (versión 1)': el Chéjov minimalista completa el proyectazo de Pablo Remón (véanlo)
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'Vania (versión 1)': el Chéjov minimalista completa el proyectazo de Pablo Remón (véanlo)

De las dos versiones que Remón ha hecho de 'Tío Vania', esta es la más desnuda y con menos tintes cómicos. Hasta el 7 de abril en las Naves del Matadero de Madrid

Foto: La actriz Marta Nieto como Helena en 'Vania (versión 1). (Vanessa Rábade)
La actriz Marta Nieto como Helena en 'Vania (versión 1). (Vanessa Rábade)

Por aquí se vio antes la segunda versión que la primera por circunstancias imprevistas, pero ahora ya, vistas las dos versiones que el dramaturgo y director Pablo Remón se ha marcado sobre el Tío Vania de Chéjov, la conclusión es cristalina: vayan a verlas en las Naves del Matadero. Pueden hacer el programa doble (cuatro horas) o las pueden ver por separado porque son totalmente independientes. Desde aquí pensamos que la segunda versión es la obra del año. Y la primera, la segunda mejor. Perdón por el trabalenguas.

La primera versión es más Pablo Remón que Chéjov si conocen la trayectoria del primero. Y seguramente sus fans la prefieran. Estamos ante un ruso deconstruido, minimalista. Un texto que va al núcleo de lo que quiso hacer Chéjov, que lo desnuda completamente. Aquí ni hay casa, ni hay dacha, ni hay vodka ni hay Mahous, aunque también hay de todo eso. Es una versión que contemporiza más al clásico y donde en vez de música de verbena se baila a Bowie y su Modern Love. Y tiene un punto que recuerda a la fantástica película Vania en la calle 42 que dirigió Louis Malle poco antes de morirse en 1995 y donde Wallace Shawn era Vania y Julianne Moore la preciosa Helena. La peli plantea el ensayo en un teatro de Nueva York de Tío Vania, pero todo se mezcla entre actores y personajes y no sabes cuándo es el actor o el personaje. Es una delicia.

En esta ocasión, Remón ha prescindido de toda escenografía y se lleva a los actores -Javier Cámara, Israel Elejalde, Manuela Paso, Marina Salas, Marta Nieto y Juan Codina (los mismos en las dos versiones y con los mismos papeles)- al escenario, los sienta en una silla y los pone a declamar el texto. Casi como si fuera el ensayo. Cada vez que tienen texto se levantan de la silla y cuando no, se sientan y a veces dando la espalda al público.

placeholder Todos los actores en 'Vania (versión 1)'. (Vanessa Rábade)
Todos los actores en 'Vania (versión 1)'. (Vanessa Rábade)

¿Entorpece la historia? Para nada. El texto fluye como el agua, si bien en esta ocasión hay cierta pérdida de humor, menos regodeo en la chanza que puede hacer saltar la carcajada, y se hace más hincapié en los aspectos trágicos que sí tiene Chéjov. En realidad, la segunda versión es una verbena y esta se la toman más a pecho todo.

Y al restarle ese humor todo cae menos simpático y el personaje de Vania (Javier Cámara), si en la segunda podemos llegar a empatizar con su melancolía, tristeza y rechazo amoroso, en esta se nos aparece demasiado burdo y confrontativo con el de Alexander, el escritor (Juan Codina) con esa polarización exagerada entre los del “muera la inteligencia” y el “jeta” que va de intelectual. Hay risas, pero más ideológicas y eso le hace perder cierto pulso a la obra.

Precisamente, en cuanto a los actores, en la segunda sobresalen las vis cómicas de Javier Cámara, Israel Elejalde, Manuela Paso y Juan Codina mientras que aquí se llevan el pastel Marina Salas y Marta Nieto, que tiene monólogos fabulosos y que lucen más. Marina Salas es esa Sonia enamorada del médico (Israel Elejalde) y sabe combinar muy bien la frustración que sufre por no ser amada con un poquito de tomárselo menos en serio que le quita gravedad a la situación. Por su parte, Nieto, esa mujer bellísima, se nos aparece aquí realmente con ese dolor de la insatisfacción por no haber sido querida como ella ha deseado. Sí, es preciosa, tiene una cara esculpida, pero tampoco la aman como ella quiere. Hay una escena en la que desnuda emocionalmente a su personaje de cara al público de las que se quedan grabadas en la memoria. Salas y Nieto, dos pedazo de actrices.

placeholder Javier Cámara y Marta Nieto en 'Vania (versión 1).' (Vanessa Rábade)
Javier Cámara y Marta Nieto en 'Vania (versión 1).' (Vanessa Rábade)

Toda la obra sigue el texto chejoviano con esa marca de la casa de Remón que tan bien sabe actualizar a los clásicos. Se ensaya (si es un ensayo) hasta el final. Y hasta el final veremos pasar los amores imposibles, los incomprendidos, las melancolías y los hastíos. De lo que va Tío Vania. Y se terminará, como siempre, con las palabras de Sonia: “Pues habrá que vivir”. Porque si no, qué nos queda.

En definitiva, se va a hablar durante mucho tiempo de este Vania x Vania, versión 1 y 2 con el que Pablo Remón ha dado el gran salto para asentarse como uno de los mejores dramaturgos españoles. Es el proyecto de la temporada.

Por aquí se vio antes la segunda versión que la primera por circunstancias imprevistas, pero ahora ya, vistas las dos versiones que el dramaturgo y director Pablo Remón se ha marcado sobre el Tío Vania de Chéjov, la conclusión es cristalina: vayan a verlas en las Naves del Matadero. Pueden hacer el programa doble (cuatro horas) o las pueden ver por separado porque son totalmente independientes. Desde aquí pensamos que la segunda versión es la obra del año. Y la primera, la segunda mejor. Perdón por el trabalenguas.

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