Comienza la cuenta atrás de España para la Feria del Libro de Guadalajara

Es la segunda feria literaria más importante del mundo, la primera en lengua española. Hablamos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), en México, clausurada el pasado día 4. Durante diez días, desde el 25 de noviembre y hasta el pasado lunes, los ojos y la atención de las editoriales, de los escritores, de los traductores y de las agencias culturales de todo el planeta se han centrado en Guadalajara.

Y más aún dado que este era el primer año de este importante encuentro internacional sin su fundador, Raúl Padilla, quien se suicidó el pasado 2 de abril tras un viaje a España y siguiendo los pasos de su padre, quien ya se quitó la vida en 1972. La FIL, creada en 1987 por Padilla, ha superado la prueba y ha resistido bien su primer año sin la presencia de su promotor. “El trágico fallecimiento de Raúl el pasado mes de abril fue un shock para todos. Pero creo que al final estuvimos todos a la altura de su ambición y de su sueño, creo que habría estado muy orgulloso de esta 37ª edición de la FIL”, en palabras del embajador de la Unión Europea en México, el francés Gautier Mignot. La UE ha sido la invitada de honor de la edición 2023 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Mientras se cerraban tratos y se vendían los derechos de autor del año entrante, oleadas de miles de jóvenes estudiantes de Secundaria y de Bachillerato, “chavos de la Prepa” como dirían en México, recorrían los diferentes stands para comprar la última novedad, obtener el autógrafo de una escritora o llevarse un marcapáginas de regalo. Cientos y cientos de metros cuadrados destinados a exhibir lo último en novela, ensayo biografías, libros de viajes, de autoayuda…

La FIL exhibe hoy cifras impresionantes: 50 países, 2.173 editoriales, 14.000 profesionales, 625 lanzamientos editoriales y más de 800.000 visitantes. Es verdad que la edición de este año ha seguido bastante con la corriente habitual de la diversidad, la identidad y la desglobalización, pero en general los coloquios e intervenciones de los escritores y editores se han separado de lo políticamente correcto (excepto de aquellos que pagaban viaje y estancia con dinero público).

La Unión Europea ha hecho un magnífico papel en calidad de invitada de honor a la FIL. Decenas de escritores de todos los países de la UE han acudido a la cita, amparados por el magnífico trabajo realizado por un gran equipo encabezado por el chileno-esloveno Patricio Jeretic. Por su parte el embajador Gautier Mignot se ha multiplicado para asistir a decenas de actos y encuentros, verdaderamente convencido de la importancia que suponía para la Unión Europea la FIL de Guadalajara.

“La participación de la UE como invitada de honor en la FIL ha sido excepcional, porque es la primera vez que lo hace en un evento cultural de esta magnitud”, señalaba Mignot. “Se trata de un acto más de afirmación de la UE como actor protagonista en el escenario internacional de la cultura, sin buscar, por supuesto, suplantar a los Estados miembros, al contrario: se trataba de visibilizar la riqueza y la diversidad de la propuesta cultural y literaria de todos, mostrando lo que nos une y lo que nos diferencia. De hecho, hemos recibido un gran respaldo por parte de los Veintisiete para ayudarnos a identificar autores y artistas y traerlos a Guadalajara. Al mismo tiempo, el público, en particular los jóvenes, pudieron familiarizarse con los principales rasgos y conceptos de la UE: no fue solamente un encuentro con una región sino con una entidad política que es la UE”.

El embajador de la UE destacaba asimismo el inmenso interés que ha demostrado el público mexicano por la oferta europea y que ha contribuido a que la FIL rompiera su récord histórico de visitantes, logrando más de 857.000 personas en nueve días. “Nuestro pabellón, amplio, acogedor, colorido, inspirado en los valores del movimiento Bauhaus del siglo XX y del Nuevo Bauhaus Europeo ha jugado un papel fundamental, atrayendo a cientos de miles de visitantes. En algunos momentos, ¡era complicado atravesarlo por la cantidad de gente que recibía! Nuestros espectáculos artísticos llenaron el Foro FIL cada una de las nueve noches y nuestras exposiciones de artes visuales, que siguen en Guadalajara hasta el febrero, también convocaron mucho público”.

Con el amparo de la Unión Europea en la FIL ha destacado este año Ucrania, que como en otros ámbitos también en lo literario precisa ayuda y atención. Por un lado Guadalajara ha contado con la presencia del magnífico escritor Andrei Kurkov, quien sigue disfrutando del éxito de su maravillosa novela Abejas grises (Alfaguara); y por otro la feria se ha resentido de la ausencia de la que iba a ser la gran invitada este año, la escritora y activista por los derechos humanos Victoria Amelina, autora de Un hogar para Dom (Avizor ediciones), quien falleció víctima de un ataque de un misil ruso contra la población civil de Kramatorsk el pasado 27 de junio.

Amelina fue objeto de un homenaje encabezado por el gran escritor colombiano Héctor Abad Faciolince y que contó también con la presencia de la embajadora de Ucrania en México y organizadora de una importante exposición de arte ucraniano contemporáneo en el MUSA de Guadalajara, Natalia Matsenko.

Entre los escritores mexicanos destacó Jorge F. Hernández (quien dirige la librería Pérgamo de Madrid) con su novela Cochabamba (Alfaguara) y su divertidísima intervención ante un millar de jóvenes, a quienes aconsejó leer y leer. También dejó muy buen sabor de boca la escritora Susana Corcuera con su obra Luciérnagas (editorial Suma, de Penguin).

Ha habido dos colombianos especialmente reseñables por sus intervenciones, por su simpatía y por la buena repercusión de sus obras recientes José Zuleta (Lo que no fue dicho, Seix Barral) y Margarita García Robayo ( La encomienda, Anagrama). La búlgara Elena Alexieva, la irlandesa Naoise Dolan, la española María Dueñas, la lituana Jurga Vile, el francés David Foenkinos, la mexicana Alma Delia Murillo o el croata Kristian Novak tuvieron intervenciones destacables en los distintos foros que participaron.

España será la invitada de honor en la FIL el año que viene. Le pedimos consejo al embajador Mignot quien, como no podría ser de otra manera, se mostró diplomático: “No me atrevería a dar consejos a nuestros amigos españoles, que tienen una larga experiencia en este tipo de eventos y conocen muy bien el terreno latinoamericano. Creo que han acertado al querer mostrar la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas de su país y eligiendo al gran escritor Sergio Ramírez, un habituado de la FIL, para orientar su presentación. Estoy seguro de que la FIL 2024 será otra gran edición con mucho entusiasmo popular y, por supuesto, espero estar presente para disfrutarla, esta vez con más disponibilidad para asistir a conferencias, visitar exposiciones, descubrir y comprar libros”.

Sin embargo, España no ha empezado con buen pie ese camino; en Guadalajara se comentó mucho el discurso del recién nombrado Secretario de Estado de Cultura del Gobierno de España, Jordi Martí Grau, al recoger el testigo para ser el país invitado en 2024. Martí pidió el alto el fuego en los conflictos de Ucrania y Gaza, ignorando quiénes han comenzado dichos conflictos y optando por una supuesta equidistancia.

España tiene un año para preparar su participación en Guadalajara. Esperamos que haga su trabajo.

*José Manuel Cajigas es uno de los socios de Avizor Ediciones.