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El otro parte de guerra: la devastadora destrucción (y expolio) del arte ucraniano
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DAÑOS AL PATRIMONIO CULTURAL

El otro parte de guerra: la devastadora destrucción (y expolio) del arte ucraniano

Los soldados rusos han saqueado 15.000 obras del Museo de Jersón y unas 2.000 del Museo de Mariúpol. "Pronto estarán en museos de Rusia", denuncia la escritora Victoria Amelina

Foto: Destrozos en un teatro de la ciudad de Mariúpol, en Ucrania. (Reuters/Pavel Klimov)
Destrozos en un teatro de la ciudad de Mariúpol, en Ucrania. (Reuters/Pavel Klimov)

Edificios históricos convertidos en ruinas, bibliotecas reducidas a añicos, museos que han saltado por los aires…

La invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando también importantes estragos en el patrimonio cultural. El último parte de guerra en ese sentido tiene fecha de 8 de marzo de 2023 y dice así: “Desde el 24 de febrero de 2002, la Unesco ha verificado daños en 246 emplazamientos: 107 sedes religiosas, 20 museos, 88 edificios de interés histórico y/o artístico, 19 monumentos y 12 bibliotecas”. Y esos son solo los datos corroborados.

La verdad es que esos datos no sorprenden en absoluto a la escritora ucraniana Victoria Amelina, fundadora de un festival literario en la región de Donetsk, premio Joseph Conrad y quien en breve verá por primera vez publicado uno de sus libros en español de la mano de la editorial Avizor. En concreto: Una casa para Dom, galardonado con el premio de literatura de la Unión Europea 2019.

placeholder La escritora ucraniana Victoria Amelina ante un teatro afectado por la invasión rusa.
La escritora ucraniana Victoria Amelina ante un teatro afectado por la invasión rusa.

Al comenzar la guerra, Amelina decidió remangarse y aparcar temporalmente la escritura de novelas. Ahora se dedica a recopilar información y testimonios de los crímenes de guerra cometidos en Ucrania para la ONG Truth Hounds. Y también estudia la destrucción del patrimonio cultural ucraniano a causa de la invasión, registrando algunas de las joyas que han resultado devastadas, visitando junto a otros escritores librerías por todo el país, recorriendo museos y hablando con los responsables de las instituciones culturales para tratar de calibrar cuánto se ha perdido.

“Hemos estado por ejemplo en Jersón. Y los responsables del museo de arte de Jersón nos han contado cómo los rusos han saqueado muchas piezas de su colección. Aunque quizá la palabra saqueo no sea la más adecuada: no se trata de soldados rusos llevándose cuadros a su casa, se trata de algo muy organizado y bien planificado, y el ejército de Putin ni siquiera se ha molestado mucho en esconderlo”, nos cuenta Victoria Amelina por videoconferencia.

La colección del museo de Jersón incluía iconos, esculturas y pinturas principalmente de artistas como Konstantín Makovski, Iván Aivazovski, Alexei Kondratievich Savrasov, Vasili Polénov, Iván Kramskói, Peter Clodt von Jürgensburg, Eugen Lanceray, Mark Antokolski o August von Bayer.

Jersón fue ocupada por el ejército ruso en marzo de 2022, al principio de la guerra en Ucrania. Pero, en noviembre pasado, y ante la fuerte ofensiva lanzada por los ucranianos, el ejército del Kremlin decidió batirse en retirada. Pero no se fue con las manos vacías

placeholder Civiles ucranianos tratan de salvar una estatua dañada por la invasión rusa. (EFE)
Civiles ucranianos tratan de salvar una estatua dañada por la invasión rusa. (EFE)

Según datos del Centro Nacional de Resistencia, dependiente del Ejército ucraniano, dos semanas antes de irse los soldados rusos saquearon alrededor de 15.000 piezas del museo de Jersón y de otras instituciones culturales de la región. Entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre, un destacamento formado por entre tres y cuatro docenas de soldados rusos se personó en el museo de Jersón y arrampló con todas las obras de arte y material de oficina que encontró a su paso. “Se llevaron todo lo que vieron, todo lo que pudieron coger”, denunciaba a través de redes sociales el museo de Jersón. Posteriormente, las tropas rusas envolvieron en mantas los cuadros, esculturas y demás piezas saqueadas, cargaron el botín en camiones y autobuses, y se lo llevaron.

“Estoy segura de que esas obras de arte saqueadas en Ucrania acabarán exhibiéndose en museos rusos. Al fin y al cabo, eso es lo que han hecho siempre los imperios: arramblar con joyas de las colonias y exponerlas luego en sus museos. Tarde o temprano, veremos piezas del museo de Jersón expuestas en museos rusos”, vaticina Victoria Amelina.

placeholder Fachada del museo de arte de Járkov, dañada por los bombardeos rusos. (EFE)
Fachada del museo de arte de Járkov, dañada por los bombardeos rusos. (EFE)

También en Mariúpol, ciudad controlada por los rusos, los soldados de Putin han desvalijado numerosos bienes artísticos. Las autoridades municipales ucranianas han denunciado, a través de su cuenta en Telegram, que el ejército ruso se ha apoderado allí de unas 2.0000 piezas de arte y las ha trasladado a la república de Donetsk, territorio que Rusia se anexionó en septiembre de 2022. Entre los bienes saqueados hay cuadros de Ivan Aivazovsky, varios iconos antiguos, un evangelio impreso en 1811, numerosas medallas… “En el museo de Mariúpol había varias obras de Arkhip Kuindzhi, un gran pintor ucraniano de origen griego que han sido robadas por los rusos. Se trata de una pérdida gigantesca”, en palabras de la escritora Victoria Amelina.

Destrucción de documentos

Pero la destrucción cultural en Ucrania no solo afecta a los museos. “Hemos visitado varias bibliotecas que han quedado completamente destrozadas, como, por ejemplo, la de Chernihiv”, revela la escritora.

Los rusos han mostrado desde el inicio del conflicto una inquina especial por las bibliotecas y, sobre todo, por destrozar algunos de los documentos que estas custodian. En la de Chernihiv se guardaba, por ejemplo, información confidencial de la NKVD y del KGB sobre las represiones en la era soviética, documentos que ahora se han perdido. También los archivos de Bucha han sido saqueados, al igual que los de Ivankiv.

“Allí donde se queman libros, se acaba quemando a personas”, dejó dicho el poeta alemán Heinrich Heine. Y en Ucrania los rusos ya están haciendo ambas cosas.

El Ministerio de Cultura ucraniano ha informado —a través de Telegram— de que 358 bibliotecas del país han resultado destruidas o dañadas a causa de la invasión rusa. Y en las inmediaciones de Járkov los rusos secuestraron en 2022 y luego asesinaron a Volodymyr Vakulenko, un poeta y conocido escritor ucraniano de cuentos infantiles.

placeholder Un soldado ucraniano observa los destrozos en una biblioteca en la ciudad de Maryinka.
Un soldado ucraniano observa los destrozos en una biblioteca en la ciudad de Maryinka.

Por supuesto, también hay edificios con importante valor cultural y artístico que han quedado destrozados. “Jersón está bastante bien porque, cuando fue ocupado por los rusos, los ucranianos no lo bombardearon con fuerza precisamente para no dañar su patrimonio artístico, arquitectónico y cultural. Cuando la ciudad ha sido liberada, se ha podido comprobar que la mayoría de sus edificios estaban en buen estado. Sin embargo, ahora los rusos la están bombardeando con fuerza y destruyendo mucho de su patrimonio artístico”, afirma Victoria Amelina.

Esta escritora y otros activistas ucranianos están reuniendo información sobre los destrozos que la guerra está causando en museos, bibliotecas y demás instituciones del país, al tiempo que realizan actividades culturales, lecturas de sus libros, encuentros con los niños…

“La verdad es que libros no nos faltan”, sentencia Victoria Amelina. “Lo que más necesitamos en estos momentos es recibir armamento”.

Edificios históricos convertidos en ruinas, bibliotecas reducidas a añicos, museos que han saltado por los aires…

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