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'Naatu Naatu': cómo una canción de Bollywood se volvió viral y llegó a los Oscar
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95 EDICIÓN DE LOS PREMIOS DE HOLLYWOOD

'Naatu Naatu': cómo una canción de Bollywood se volvió viral y llegó a los Oscar

El compositor indio M. M. Keeravani se llevó el Globo de Oro a Mejor canción por el tema central de 'RRR', la gran sensación de Bollywood que se ha convertido en el gran éxito del año en Netflix

Foto: Ram Charam y N. T. Rama Rao Jr. en un momento del baile 'Naatu Naatu'. (DVV Entertainment)
Ram Charam y N. T. Rama Rao Jr. en un momento del baile 'Naatu Naatu'. (DVV Entertainment)

Allá por 2016, a la que escribe la mandaron a cubrir la gala en Madrid de los —sospechosos— premios IIFA, los International Indian Film Awards, los pseudooscar de Bollywood. Grabadas a fuego y brilli-brilli en la cabeza quedaron las imágenes de las estrellas del cine indio desfilando cabalgando en burro, rodeadas de mariachis —pequeña licencia geográfica—, sevillanas y extras disfrazados de futbolistas. Exceso y churriguerismo para promocionar una cinematografía bastante desconocida en estas latitudes y más hacia poniente. Pero, poco a poco —bendita, a veces, globalización—, el cine indio está superando las fronteras culturales que hasta ahora han limitado su éxito a un país de más de 1.400 millones de habitantes y sus vecinos colindantes. La película más taquillera del cine indio fuera de sus fronteras es hasta ahora Dangal (2016), un drama feminista en el que un padre prepara a sus dos hijas para ganar el campeonato nacional masculino de lucha y que recaudó más de 300 millones de dólares internacionalmente —12 de ellos en Estados Unidos—.

Aparte de China, Hollywood y Bollywood son las dos industrias de cine más importantes del mundo, pero hasta ahora han vivido de espaldas la una de la otra. Poseen dos starsystems que arrastran miles de millones de seguidores, pero que no se mezclan —salvo en casos muy puntuales, como los de Priyanka Chopra o Aishwarya Ray—, y una forma de entender el cine como espectáculo de masas que dista mucho de la del cine europeo. En India el cine es una fiesta, y, como en toda fiesta que se precie, hay que bailar. Sí o sí. Bollywood ha hecho marca de la casa las coreografías imposibles y los números musicales desplegados sorpresivamente en medio de cualquier trama, algo que el público occidental no parecía apreciar. Hasta ahora.

Uno de los éxitos a nivel mundial más insospechados del año pasado ha sido RRR (Rise, Revolt, Roar), es decir, "levantaos, rebelaos, rugid". Una comedia india épica y nacionalista ambientada en los años 20 del siglo XX, con muchos efectos especiales y un dúo protagonista formado por los actores Ram Charan y N.T. Rama Rao Jr., una pareja de acción al estilo del cine de los 80 —somos diferentes, nos odiamos, pero en el fondo acabaremos queriéndonos— que llevan a la gran pantalla la historia real —con muchas licencias— de Alluri Sitarama Raju (Charan) y Komaram Bheem (Rama Rao), dos revolucionarios indios que lucharon contra la Corona británica. Y ambos protagonizan también el baile que ha causado tal sensación que ha conseguido que el tema central de la película, Naatu Naatu, haya ganado un Globo de Oro y opte al Oscar a mejor canción, además de que será el número musical más esperado de la gala de la madrugada del próximo domingo al lunes. Como curiosidad, la secuencia de baile se rodó en agosto de 2021 frente al Palacio Mariyinski en Kiev, la residencia oficial del presidente de Ucrania.

RRR llegó a Netflix en mayo del año pasado y a las pocas semanas se había convertido en la película más vista de la plataforma a nivel mundial. Incluso el director, el veterano S. S. Rajamouli —que en 20 años de carrera y una docena de películas nunca había conocido un éxito así—, admitió la estupefacción ante una popularidad inesperada en una entrevista con Entertainment Weekly. "Me ha sorprendido mucho la recepción que ha habido en Occidente. Una buena historia es una buena historia para todo el mundo, pero nunca pensé que pudiese hacer películas para las sensibilidades occidentales. Nunca lo imaginé. Así que, cuando se estrenó en Netflix y la gente empezó a verla y el boca oreja empezó a funcionar, cuando, además, los críticos empezaron a reseñar positivamente la película, me quedé muy muy sorprendido".

Que la película haya sido la producción india más cara de la historia —con 68 millones de euros de presupuesto— quizás ha tenido algo que ver: RRR es un continuo de secuencias ditirámbicas en las que los protagonistas —recordemos, basados en revolucionarios reales— pelean a puño descubierto con un tigre o se cuelgan como trapecistas del circo del sol de la bandera india en dos de las escenas más épicas e inverosímiles de la película. Si los que detestan Blonde se quejan de la poca fidelidad del retrato de la actriz respecto a la Norma Jean Baker real, que atiendan a este biopic tan megalómano como entretenido. Puro espectáculo.

De vuelta a Naatu Naatu, la canción compuesta por M. M. Keeravani y escrita por Chandrabose representa la exuberancia de las bandas sonoras del cine indio cantado en telugu, la segunda lengua más hablada del país. El tema mezcla los ritmos tradicionales con instrumentación electrónica y con un estribillo facilón y pegadizo que repite, simplemente, la palabra naatu, que en español significa bailad. El coreógrafo Prem Rakshith tuvo que sincronizar los pasos de los dos actores no solo a la música, sino también entre ellos, en un trabajo que duró alrededor de tres meses de ensayos.

placeholder Secuencia de la pelea contra el tigre. (Netflix)
Secuencia de la pelea contra el tigre. (Netflix)

Pocos han sido los artistas indios nominados a lo largo de las 95 ediciones de los Oscar. Desde que en 1958 el drama épico Madre india compitió en la categoría de Mejor película extranjera —al final se llevó la estatuilla Las noches de Cabiria de Fellini—, la antigua colonia británica solo ha conseguido una veintena de nominaciones, muchas de ellas en las categorías musicales, como fue el caso de Slumdog Millionaire (2008) o 127 horas (2009), ambas de Danny Boyle y con la banda sonora de A. R. Rahman o La vida de Pi, de Ang Lee y con música de Bombay Jayashri. Películas que, a pesar de contar con el componente cultural indio, son en realidad británicas o estadounidenses. Pero RRR se trata, esta vez sí, de un producto 100% Tollywood, procedente de los estudios radicados en Calcuta que utilizan el telugu como lengua principal.

Si finalmente Naatu Naatu se lleva la estatuilla a casa será otra evidencia del cambio que está experimentando la Academia de Hollywood. Porque frente a buques insignia de la cultura anglosajona como Lady Gaga, David Byrne —fundador de Talking Heads— o Rihanna, la canción india habrá dado un pequeño paso para, al menos, cuestionar su hegemonía. Rise, revolt, roar; levantaos, rebelaos, rugid y ¡bailad! Naatu!

Allá por 2016, a la que escribe la mandaron a cubrir la gala en Madrid de los —sospechosos— premios IIFA, los International Indian Film Awards, los pseudooscar de Bollywood. Grabadas a fuego y brilli-brilli en la cabeza quedaron las imágenes de las estrellas del cine indio desfilando cabalgando en burro, rodeadas de mariachis —pequeña licencia geográfica—, sevillanas y extras disfrazados de futbolistas. Exceso y churriguerismo para promocionar una cinematografía bastante desconocida en estas latitudes y más hacia poniente. Pero, poco a poco —bendita, a veces, globalización—, el cine indio está superando las fronteras culturales que hasta ahora han limitado su éxito a un país de más de 1.400 millones de habitantes y sus vecinos colindantes. La película más taquillera del cine indio fuera de sus fronteras es hasta ahora Dangal (2016), un drama feminista en el que un padre prepara a sus dos hijas para ganar el campeonato nacional masculino de lucha y que recaudó más de 300 millones de dólares internacionalmente —12 de ellos en Estados Unidos—.

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