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Los archivos en peligro: los fotógrafos exigen un centro nacional a Cultura ya
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Los archivos en peligro: los fotógrafos exigen un centro nacional a Cultura ya

Una plataforma pide a Miquel Iceta la puesta en marcha de un centro con un archivo virtual que aglutine la fotografía hecha en España y que los archivos dejen de estar dispersos para evitar su pérdida

Foto: Una de las 5.000 fotos de la Guerra Civil de Antoni Campañà que aparecieron hace unos meses.
Una de las 5.000 fotos de la Guerra Civil de Antoni Campañà que aparecieron hace unos meses.

Hace unos meses aparecieron en un contenedor varias planchas con negativos de la revista Cambio 16. Eran fotos míticas de la Transición. Un viandante las vio y dio la voz de alarma. Algunas se recogieron. Desde la revista señalaron que había habido un malentendido con unas obras cercanas y que nadie había querido tirar nada a la basura. Desde el gremio de fotógrafos, sin embargo, a día de hoy nadie se explica muy bien qué es lo que ocurrió, pero sí saben qué es lo que puede pasar, ya no solo con este archivo de fotos, sino con otros tantos de medios de comunicación o de fotógrafos veteranos. “Hay muchos que se han tirado porque nadie les daba importancia. Hay archivos de [fotógrafos] que han sido premios nacionales que han fallecido y sus familiares no saben qué hacer con ellos. Porque tampoco se pueden regalar a una institución. Y el mantenimiento de un archivo es muy caro”, resume a El Confidencial Juan Manuel Castro Prieto, premio Nacional de Fotografía en 2015. El fotógrafo alerta: o se hace algo o todo ese fondo documental puede acabar, literalmente, en la trituradora.

Ese algo es un idea que defienden los fotógrafos desde hace cuatro décadas: la creación de un centro nacional de fotografía que albergue archivos señeros hoy desperdigados y algunos, como dice Publio López Mondejar, fotohistoriador y miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, “todavía en altillos de las casas, como la famosa caja roja de [Antoni] Campañà con las fotos de la Guerra Civil, que se encontró hace poco y gracias a que al hombre le dio por guardarla para que cuando se muriera otros vieran qué hacer con ella”. Y menos mal.

"España es uno de los cuatro países europeos -los otros son Chipre, Malta y Rumanía- que aún carecen de centro nacional de fotografía"

Como recuerda el fotoperiodista Chema Conesa, “España es uno de los cuatro países europeos -los otros son Chipre, Malta y Rumanía- que aún carecen de centro nacional de fotografía y se están perdiendo millones y millones de imágenes”. Él mismo acaba de montar la exposición ‘Alfonso. Cuidado con la memoria’ en la Fundación Canal de Isabel II en Madrid gracias a que el Estado compró el archivo de esta agencia legendaria en los años noventa. “Pero, ¿qué pasa con los treinta fotógrafos de la época de Alfonso? ¿Dónde está eso? Se ha perdido. Somos los parias de la fotografía. Este país nunca ha reconocido la fotografía como un valor más allá del mismo hecho comercial”, se lamenta Conesa.

Casi cuaja… pero no

En 1984 ya se puso sobre la mesa la posibilidad de montar este centro en unas jornadas celebradas en el Museo de Arte Contemporáneo, hoy Museo del Traje. Por allí estaba López Mondejar que recuerda que la idea se fue al traste porque “entonces se iniciaban los movimientos nacionalistas en Galicia, Cataluña... y eso de un centro nacional como que sonaba mal. Nosotros dijimos, ¡pero si la sede puede estar en Barcelona o La Coruña!, pero nada, no salió”.

placeholder Imagen de la Guerra Civil. (Antoni Campañà)
Imagen de la Guerra Civil. (Antoni Campañà)

Tuvieron que pasar otras dos décadas para que la idea estuviera a punto de cuajar. Fue en 2008 con César Antonio Molina como ministro de Cultura. López Mondéjar seguía impulsando este centro y el ministro reunió “a los que dábamos más guerra con este tema y nos dijo que se iba a hacer en la Tabacalera de Lavapiés”. Era el famoso proyecto estrella de Molina: un centro de artes visuales que ocuparía varias disciplinas. Tampoco llegó a nada. Y no solo no salió sino que Molina incluso fue cesado. Le sustituyó Ángeles González-Sinde, que en 2010 retomó el proyecto y se llegó a aprobar una partida presupuestaria para que el centro tuviera su sede en un antiguo edificio del Banco de España en Soria. Se había decidido la descentralización de la nueva institución, pero esta vez la culpa la tuvo la crisis económica. “El gabinete de [Pedro] Solbes [entonces ministro de Economía] decidió que aquello no era prioritario y se lo cargó”, resume Castro Prieto. Y hasta hoy.

En 1984 ya hubo una propuesta pero "se iniciaban los movimientos nacionalistas en Galicia, Cataluña y eso de un centro nacional sonaba mal"

Durante el confinamiento, la idea de este centro volvió a revolotear. Sobre todo después de varias reuniones infructuosas entre fotógrafos como Castro Prieto, Chema Conesa, Gervasio Sánchez y Cristina de Middel y el ministro José Manuel Rodríguez Uribes. Ante la dejación del ministerio -como había ocurrido con el resto de disciplinas- los fotógrafos se plantearon volver a solicitar el centro y para ello se creó una Plataforma tras la cual estaban los 15 premios nacionales vivos, que se lanzó el pasado mes de mayo. A día de hoy tiene más de 7.000 firmantes. Esta vez la idea era, además, mucho más transversal puesto que no es solo la creación de un gran archivo sino que se pretende que sea también una institución de apoyo a los fotógrafos, que impulse la fotografía española en el mundo y que sirva para implantar una carrera de grado de Fotografía en la universidad.

Y ahora… la descentralización

Con la llegada de Miquel Iceta al Ministerio de Cultura, los fotógrafos volvieron a llevarle la idea que, según dicen, fue bien recibida. Desde el propio ministerio aseguraban a este periódico que es cierto que había habido conversaciones, “pero sin concreción”.

Sin embargo, esta semana una pieza de esta historia saltó por los aires: la dimisión de la directora general de Bellas Artes, María Dolores Jiménez-Blanco, por sus discrepancias con respecto a la política de descentralización y dispersión de piezas artísticas -como la Dama del Elche - que se quiere poner en marcha desde el ministerio, aunque desde el gabinete de comunicación de Cultura se ha negado este extremo. Y precisamente era con Jiménez-Blanco con quien se estaba al habla.

placeholder La conocida foto de Alfonso de la proclamación de la República.
La conocida foto de Alfonso de la proclamación de la República.

Actualmente, en España ya existen varios centros de fotografía. Uno de ellos es el del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) -27 archivos, unas 500.000 imágenes-, otro es el Archivo General de la Administración (AGA). Y, después, hay distintas fototecas de carácter autonómico y provincial. ¿Hay temor a que el centro nacional vuelva a quedar en nada y lo que se fomenten sean estas fototecas periféricas?

“No, lo que queremos es un centro con vocación de ser el punto de unión y comunicación de los centros locales ya existentes más los que se puedan crear en un futuro. La idea es un portal virtual que una todos esos archivos y puedas conocer lo que hay en Girona o Badajoz. Pero también un centro que acoja los archivos que no están en esos otros lugares para que no dependa de otras familias ese mantenimiento”, explica Castro Prieto.

"Lo que queremos es un centro con vocación de ser el punto de unión y comunicación de los centros locales ya existentes"

López Mondéjar, que ya estuvo en la “guerra” nacionalista de los años ochenta lo ataja rápido: “¡Que se quede cada uno con sus placas de cristal! Si ahora no hace falta tenerlas físicamente. El centro tiene que ser un sitio que cuide, guarde y escanee las fotos y que los centros locales sigan siendo los propietarios. En Cataluña no van a querer porque ellos lo quieren tener todo, y es verdad que lo están haciendo bien”. Pero insiste en que, ahora mismo, hay archivos de imágenes que no están donde deberían. “El de Alfonso está en el AGA, pero el AGA no es un sitio para un archivo. Los negativos de Alfonso allí se están pudriendo y nadie los está escaneando porque no hay personal”, se queja.

placeholder Una de las fotos que Enrique Meneses tomó de Fidel Castro en Sierra Maestra.
Una de las fotos que Enrique Meneses tomó de Fidel Castro en Sierra Maestra.

Lo que no quieren los fotógrafos, al fin y al cabo, es que nuestra memoria fotográfica esté dispersa. “Ahora mismo con las fototecas no es suficiente y además está todo disperso. Lo que hay que hacer son nodos de unión, un control de esos archivos y una conexión común. Que se puedan consultar bien las fotos porque ahora hasta que llegas a la foto que necesitas para un trabajo… es complicado. Los archivos tienen que estar catalogados y digitalizados”, señala Carmen Dalmau, profesora de Arte y Estética, crítica de arte y comisaria de exposiciones.

Y, mientras, desde la plataforma por un centro nacional se alerta de que no hay tiempo que perder con muchos archivos. Desde el de Enrique Meneses - “está custodiado, pero hay que revisarlo”, el de Fernando Gordillo - “está en la casa de su familia y allí no hace nada”. o el de Alberto Schommer -”está custodiado por un familiar”. Se pretende evitar que ocurran sucesos como el extraño caso de Cambio 16 o el día que el fotógrafo Paco Gómez se encontró en el Rastro las fotos del doctor Gregorio Marañón con sus pacientes. Nuestro patrimonio por tres pesetas.

Hace unos meses aparecieron en un contenedor varias planchas con negativos de la revista Cambio 16. Eran fotos míticas de la Transición. Un viandante las vio y dio la voz de alarma. Algunas se recogieron. Desde la revista señalaron que había habido un malentendido con unas obras cercanas y que nadie había querido tirar nada a la basura. Desde el gremio de fotógrafos, sin embargo, a día de hoy nadie se explica muy bien qué es lo que ocurrió, pero sí saben qué es lo que puede pasar, ya no solo con este archivo de fotos, sino con otros tantos de medios de comunicación o de fotógrafos veteranos. “Hay muchos que se han tirado porque nadie les daba importancia. Hay archivos de [fotógrafos] que han sido premios nacionales que han fallecido y sus familiares no saben qué hacer con ellos. Porque tampoco se pueden regalar a una institución. Y el mantenimiento de un archivo es muy caro”, resume a El Confidencial Juan Manuel Castro Prieto, premio Nacional de Fotografía en 2015. El fotógrafo alerta: o se hace algo o todo ese fondo documental puede acabar, literalmente, en la trituradora.

Fotografía José Manuel Rodríguez Uribes Miquel Iceta
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