RTVE no quiere pimpollos: los sindicatos consideran que sus oposiciones "podrían ser impugnadas"

Alvar Gutiérrez es uno de los cientos de periodistas en España que viveN en un limbo eterno: demasiado cualificado para ser junior en las empresas privadas, demasiada poca experiencia para los demás puestos de trabajo. A sus 24 años, vio que se encendía una luz al final del túnel cuando Radio Televisión Española (RTVE) convocaba después de unos 15 años las tan ansiadas oposiciones. La ilusión apenas ha durado unas semanas, pues el ente público ha establecido la necesidad de acreditar una experiencia mínima de un año entre los requisitos para poder presentarse, algo que, según denuncian los sindicatos, sería ilegal, según la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público y la propia Constitución española.

En concreto, RTVE especifica la experiencia requerida de esta forma en el punto número 3 de las bases específicas de la convocatoria: "Haber prestado servicios por un periodo igual o superior al año (365 días) en puesto análogo al que opta, prestados desde el 1 de enero de 2007", algo que, según denuncian opositores como Gutiérrez, contraviene el artículo 23.2 de la Carta Magna, donde dice que los ciudadanos "tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes".

José Carlos López, secretario general de la Unión Sindical Obrera (USO), sabe bien cómo de esperadas son estas oposiciones: "En 2007, coincidiendo con el ERE que hicieron, hubo una gran convocatoria de plazas. Al año siguiente hubo otra, más pequeñita, básicamente para redactores, y desde entonces no ha salido nada más", recuerda. Este 2023, RTVE oferta 713 plazas en el proceso libre, y según Elena Sánchez, la presidenta interina de RTVE y de su consejo de administración, hace dos semanas adelantó que más de 10.000 personas se habían preinscrito en la convocatoria. Su previsión es llegar a las 30.000 candidaturas.

Sobre la necesidad de tener experiencia para acudir a las oposiciones, López sostiene que "no es nada habitual". Además, la obligatoriedad de que dicha experiencia deba estar atestiguada por la empresa también crearía ciertos conflictos: "Hay gente que, aunque tenga esa experiencia, no va a ir a la empresa en la que está para pedir el certificado y decirles que se quiere marchar si le sale la oposición. Eso ya es complicado en sí mismo", defiende el sindicalista de USO.

"Un claro motivo de impugnación"

Asimismo, el sindicalista ve en ello un claro motivo de impugnación: "La experiencia se consigue trabajando. Si alguien está casi recién salido de la carrera y no tiene apenas experiencia, le estás limitando la posibilidad de acceder a la oposición, algo que podría ser ilegal", resume. El problema de esta convocatoria de plazas para RTVE no solo radica en este requisito. Tal y como señala López, hay otros tantos motivos por los que se podría impugnar: "Nosotros estamos en una especie de nebulosa porque somos una empresa pública, pero realmente funcionamos como una asociación mercantil estatal", en sus propios términos.

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Esta realidad hace que algunos aspectos de la normativa no estén claros para los trabajadores, a tenor de lo expresado por el militante de USO. "Tenemos una situación peculiar y nos afecta mucho la legislación, pero no sabemos hasta qué punto. Una cosa está clara: en esta nebulosa, siempre tenemos las de perder", desarrolla el propio sindicalista.

Un enredo legal

La cuestión estaría en una frontera difusa, según lo que explica la delegación de la Confederación General del Trabajo (CGT) en RTVE. Según el punto 56.3 de la Ley del Estatuto Básico del Empleo Público, "podrá exigirse el cumplimiento de otros requisitos específicos que guarden relación objetiva y proporcionada con las funciones asumidas y las tareas a desempeñar. En todo caso, habrán de establecerse de manera abstracta y general".

Para los sindicatos, no es lo mismo valorar la experiencia que imponerla como requisito

Esto supone una puerta abierta a la petición de la experiencia mínima, pero desde CGT, el único sindicato que no apoyó las bases de la convocatoria, apuntan que se trata de un aspecto que no atañe a RTVE: "Aunque ese punto no debería interferir en el proceso que se lleve a cabo, sí que supone una posibilidad para que, en el sector público, se añadan requisitos complementarios, como la experiencia", dice el sindicato. En realidad, en la disposición adicional primera de la nombrada Ley menciona el ámbito específico de aplicación que sí afectaría al ente público, una sociedad mercantil de titularidad estatal. "Aquí solo se deberían aplicar los artículos 52, 53, 54, 55 y 59", aseguran desde la organización sindical.

Consultado al respecto por este periódico, el abogado laboralista Luis Suárez Machota, ajeno a todo este proceso, es de la misma opinión. Sostiene que el hecho de que la experiencia sea un requisito para poder acceder a las pruebas supone un obstáculo al ejercicio del derecho reconocido en el ya mencionado artículo 23 de la Constitución. "Es decir, podría ser inconstitucional. Por tanto, habría que elevar un recurso contra esa resolución de RTVE y después ir al juzgado contencioso-administrativo", según sus términos.

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Este letrado tampoco llega a entender por qué la experiencia debe ser a partir del 1 de enero de 2007: "Habrá gente que fuera despedida a una determinada edad y se puede estar obstruyendo su participación", añade. También se pronuncia sobre la obligatoriedad de que quien avale dicha experiencia sea la empresa en la que se ha conseguido. "Yo intentaría, si eso supone un problema, presentar la vida laboral o las nóminas, incluso el contrato, donde aparecerá la categoría laboral con base en el título que posees", agrega al respecto.

Al hilo de lo referido anteriormente respecto a los encajes legales de la convocatoria, López determina que el hecho de pedir experiencia previa para presentarse a unas oposiciones no es un criterio objetivo. "Valorar la experiencia como mérito es otra cosa totalmente diferente y sí entraría dentro de la ley, pero no así, como lo quieren hacer, siendo discriminatorio", subraya. Este medio ha intentado recabar la versión de RTVE sin éxito.

La normativa difusa que rige RTVE

A fin de cuentas, las oposiciones para RTVE deben respetar todas las características que poseen las demás ofertas de empleo público, como mérito, capacidad y publicidad. "El Estatuto Básico del Empleado Público recoge claramente que las oposiciones son de libre concurrencia, así que una de dos: o esto no les afecta y la empresa podría contratar a dedo, como una sociedad anónima pura y dura, o debe cumplir los requisitos. Como el primer caso no se da bajo ningún concepto, en el momento en el que no se cumple alguno de los requisitos exigidos para la función pública, podría dar lugar a impugnaciones", se explaya López.

Los damnificados ya se han organizado para denunciar la situación bajo el nombre "Afectados Oposiciones RTVE"

Las cosas serían algo más fáciles si RTVE tuviera una persona al frente de la Dirección de Recursos Humanos, puesto vacante desde el 1 de marzo, momento en el que el antiguo director dejó el cargo de forma voluntaria. Según el secretario general de USO, “el antiguo director de Recursos Humanos nos decía que todo esto era normal, que esa experiencia la pedían en muchas empresas y que nosotros podíamos hacer lo mismo”. Se refería así a un extremo considerado falso por diferentes fuentes sindicalistas. Gutiérrez, el joven madrileño afectado por esta experiencia requerida, contesta al ya antiguo director de personal: "Si es como él dice, que no lo llamen oposición". Por su parte, los damnificados ya se han organizado para denunciar la situación bajo el nombre Afectados Oposiciones RTVE.

Pero, entonces, ¿por qué todos los sindicatos avalaron esta convocatoria de oferta de empleo público? Es en este punto donde USO realiza cierta autocrítica. Según apunta su secretario general, después de 15 años sin convocatoria de oposiciones tenían la voluntad de que se aprobaran como fuese. "La plantilla envejece, el espacio generacional que hay es muy importante y las nuevas tecnologías requieren perfiles profesionales diferentes a los que tenemos, además de que es necesario darle la certeza a la gente que lleva 10 años ininterrumpidos trabajando en RTVE, pero que no son fijos, de que lo pueden ser", dice al respecto.

Problemas de una negociación rápida

Esta situación les hizo negociar las oposiciones en muy poco tiempo, tal y como el propio López comenta, y reconocen que algunas partes de la normativa aprobada por los sindicatos y RTVE flaquean. “Nosotros ya les dijimos que habíamos encontrado irregularidades en la convocatoria este mismo enero, y que daban lugar a impugnaciones. Aquí no hay ningún problema en decir que nos hemos equivocado, pero queremos que el proceso sea seguro. La respuesta de la empresa fue que esto es lo que hay, que ya está acordado y aprobado”, admite el sindicalista de USO.

Este tipo de cribados estaría orientado a conseguir que se presente la menor gente posible, dada la avalancha que esperan

Claudio Torres, delegado sindical de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en la Corporación de RTVE, también expresa su malestar con esta convocatoria de oposiciones: "Los sindicatos que están en la mesa lo hicieron todo muy rápido antes de las vacaciones, y ahora, al analizar lo que aprobaron con mayor detalle, se dan cuenta de este tipo de cosas". Por otra parte, este tipo de cribados con requisitos no sorprende a algunas de las fuentes consultadas, ya que estarían orientados a conseguir que se presente la menor gente posible dada la avalancha de opositores que esperan en RTVE.

"No nos podemos olvidar que aquí hay gente con mucha ilusión, que lleva mucho tiempo esperando para poderse presentar porque la situación de los medios de comunicación en España no es de las mejores. Lo que no se puede consentir es que iniciado el trámite, alguien lo impugne y un juez decida paralizar el proceso, lo que también sería posible que ocurriera, y el jaleo vaya a más", finaliza el propio Torres.