Rebelión en RTVE contra Cabify por su deficiente servicio: "Nos dejan tirados"

La llegada de Cabify a las instalaciones de RTVE en Madrid está dejando "situaciones estrambóticas", según las definen quienes las han vivido en primera persona. A finales de enero, la empresa de VTC se hizo con el contrato de un millón de euros para ofrecer los servicios de transporte de la corporación en la capital. Pero, desde su implantación, los problemas no han dejado de lastrar el servicio: desde su integración con otros servicios a los inconvenientes que provoca la normativa actual, pasando por el propio funcionamiento de la app. El asunto ya está siendo tratado al máximo nivel en el ente público, mientras algunos trabajadores están recogiendo firmas a modo de protesta. Contactados por este periódico, en RTVE han declinado hacer comentarios al respecto.

"El transporte es más fundamental de lo que parece, porque es capaz de paralizar la actividad", comentan fuentes de la corporación, que piden no ser identificadas y contraponen lo ocurrido con la situación de los tres últimos años, donde el servicio lo prestaba una empresa tradicional de alquiler de vehículos con conductor mediante una UTE. Entonces, el modelo consistía en tener hasta 90 vehículos a disposición exclusiva de RTVE.

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Una vez finalizó la adjudicación, RTVE sacó a concurso público un nuevo contrato. Cabify se embolsó algo más de un millón de euros, una cantidad mucho más baja que los 1,8 millones que fijaba el concurso. Es algo que hizo que la adjudicación en Madrid recibiera críticas por parte del sector del taxi. De hecho, Radio Taxi llegó a denunciar que la oferta de Cabify era "anormalmente baja" —ellos habían ofrecido un descuento del 7%—, por lo que interpuso un recurso que paralizó el proceso, pero acabó siendo desestimado. En Barcelona, sin embargo, el contrato —que era menos ambicioso— se repartió entre Cabify, Radio Taxi Sant Cugat, Ecotaxi y Joinup Green Intelligence, por un importe total de un millón de euros.

"Ha sido un criterio puramente económico y de abaratamiento de costes. El metro también es más barato, por cierto", denuncia esta fuente, que recuerda que ya el anterior prestatario tuvo que mantener los precios que había firmado en un inicio, sin que se compensara la subida de los precios del carburante. "Somos una empresa pública, tenemos que defender el modelo de bienestar europeo que se supone nos creemos, y eso cuesta dinero". Sobre este punto, esta persona también indica que "lo que ha bajado es el precio de la licitación, pero luego el servicio es mucho más caro".

Aquí cabe recordar que, como es lógico, el contrato no es una barra libre: tiene un tope de gasto y hay que abonar cuando se supera. De hecho, el presupuesto de transporte de RTVE es mucho mayor, rondando los nueve millones de euros al año. Es algo que se suma a la operativa habitual en las aplicaciones de VTC. Así, se contrata un servicio al momento o se reserva, pero el coste final se dispara respecto al modelo anterior. Por ejemplo, hay que contratar el servicio de ida y, después, pagar de nuevo por el de vuelta. En caso de que se quiera que el vehículo permanezca esperando en el sitio (por ejemplo, para guardar materiales de grabación), la única opción es dejarlo en espera, con el contador en marcha, pero con una tarifa reducida.

El problema es que el servicio también se ha visto afectado por las propias dinámicas de las VTC. En los últimos meses, estas empresas han aumentado el tiempo de espera y las cancelaciones, debido a la falta de conductores, tal y como explicó El Confidencial. Cuando anunció que había ganado el concurso, Cabify publicó un comunicado en el que destacaba que, "además de beneficiar a los empleados de RTVE", este nuevo cliente iba a ofrecer "importantes ventajas a los socios conductores que colaboran con la plataforma, ya que aumenta el número de viajes en horas de menor demanda entre semana y permite que realicen un mayor número de desplazamientos".

"Están de servicio en Madrid y no sabes cuánto van a tardar, porque no son exclusivos para nosotros. Si les sale otro con otro importe, prefieren ese porque van a ganar más. Para nosotros, el tiempo también cuesta dinero y hay veces que hemos tenido que esperar hasta 45 minutos. La gente está flipando, porque nos están dejando tirados. Es un drama para el que tiene que utilizar esto en el día a día", contraponen fuentes de la corporación. "Los servicios antes se preveían, planificaban y hacías más servicios con menos coches".

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"Respecto al servicio en sí, se está prestando con absoluta normalidad. Hemos de recordar, además, que se trata de los primeros meses de la colaboración entre ambas compañías, donde siempre hay algún ajuste para la adaptación del servicio", asegura a este diario un portavoz de Cabify. Los sindicatos, cuya propuesta había sido contratar y no externalizar el servicio, lamentan la situación. "Nosotros nos inclinamos por la contratación de conductores propios. Ya advertimos de que, si no se optaba por esas opciones, iban a plantearse muchos problemas", se limitan a comentar en Comisiones Obreras, sindicato mayoritario en RTVE, mientras que en UGT muestran su preocupación porque "no se sabe cómo lo va a solventar la empresa".

No obstante, los ejemplos de problemas logísticos que han sido trasladados a este periódico son de todo tipo. "Hicimos un viaje y tenían que recogernos en la estación de tren para llevarnos a casa. Como tardamos más de lo previsto, uno de los de Cabify no esperó y es algo que había pasado más veces, incluso en la alta dirección", comenta un trabajador de la radio pública, que asegura que esto se solventó poco después. "Le pregunté directamente a uno de los conductores y me dijeron que les habían dado orden de esperar, porque había que cuidar a 'este tipo de clientes".

"Te puedo decir que diariamente puede haber dos o tres situaciones estrambóticas, porque movemos mucho volumen y siempre hay algo", dicen las fuentes de la corporación. También lamentan que la decisión, así como el pliego de condiciones del contrato, la han tomado personas sin contar con el punto de vista de quienes suelen usar este servicio, que cuenta con más peculiaridades que el mero transporte de empleados, como puede ser en otro tipo de empresas.

El decreto Ábalos no ha ayudado a RTVE

La situación, además, ha empeorado por la nueva normativa que regula los VTC, basada en el conocido como decreto Ábalos, que, si bien pasaba la pelota a las comunidades autónomas, también sentaba unas normales generales. De este modo, los conductores de estas empresas no pueden prestar servicio fuera de la región en la que tienen licencia. Es algo que habría afectado también a las anteriores contratas, pero no quita que sea un problema adicional a lo que están viviendo. "No hay una ley estatal que ampare a quienes se mueven entre un sitio y otro", lamentan en UGT.

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"Podemos ir a San Fermín y volver, pero no quedarnos toda la semana. Eso duplica el precio", lamentan las fuentes de la corporación, que dejan que "se podía haber sacado un lote para toda España". Los ejemplos se pueden extender a varias coberturas informativas que, como servicio público, tienen que ofrecer, como campañas electorales o La Vuelta Ciclista a España, donde los equipos tienen que moverse de región en región durante semanas. "Te dicen que vaya menos gente, pero es que ya vamos siempre el mínimo posible porque llevan años auditándonos. Es un tira y afloja", lamenta.

Desde Cabify explican que tienen que ofrecer sus servicios de manera "acorde a la normativa que tengan que cumplir". "En este caso, si RTVE, o cualquier otra empresa que utiliza el servicio de Cabify, tiene una necesidad, se tratará de buscar una solución, pero siempre con encaje a la normativa de aplicación", apostillan.

El otro punto crítico es la integración de la plataforma de transporte de RTVE con la de Cabify, que tendría que estar lista en tres meses, según los pliegos de contratación. "Han pasado cuatro semanas, que creo que es un tiempo razonable, y no han sido capaces de ponernos un app que nosotros podamos manejar con criterios organizativos", dicen estas fuentes. En Cabify, por su parte, responden que "están adaptando la plataforma a las necesidades de RTVE" y que la integración "está en marcha".