Jacques Audiard escribe y dirige una película menor, modesta, aburridilla y desangelada. Elegir rodarla en blanco y negro es solo una de sus más evidentes pifias
De esos 10,8 M, cinco son para el hombre que sabe chino, latín, cómo se traen toneladas de cosas por el aire desde el otro lado del mundo y cómo se ponen los paquetes boca arriba si son frágiles