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Esto lo hemos visto antes: el aterrador precedente de 1994 en los mercados
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EL IBEX CAYÓ EL 28% DE MÁXIMO A MÍNIMO

Esto lo hemos visto antes: el aterrador precedente de 1994 en los mercados

Subidas de tipos de la Fed mezclado con crisis de emergentes. El entorno actual es un cóctel explosivo que el mercado ya probó en 1994, con unos resultados desastrosos para los inversores

Foto: El ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Alan Greenspan. (EFE)
El ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Alan Greenspan. (EFE)

El 4 de febrero de 1994 es una fecha grabada a fuego en la memoria de los veteranos del mercado, en especial de los que se dedican a la deuda. Ese día, el entonces presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, subió por sorpresa los tipos de interés 0,25 puntos y a la vez incrementaba los requisitos de reservas que en aquel momento aplicaba a los bancos estadounidenses. La justificación del movimiento fue que la política que la Fed hasta ese momento era demasiado acomodaticia (¿les suena?) y había que "normalizarla" para apuntalar la recuperación tras la crisis de 1993 y evitar tensiones inflacionistas.

El problema no fue tanto la sorpresa por la subida de tipos, que nadie esperaba, sino que ésta fue seguida por otra media docena de incrementos en los intereses oficiales, que pasaron del 3% al 6% en menos de un año. Lo cual tuvo un impacto demoledor en el mercado de bonos que, a su vez, se trasladó a las bolsas.

Por si fuera poco el cambio de política monetaria en EEUU, ésta coincidió con una crisis en uno de los principales mercados emergentes del momento: México, que protagonizó el famoso 'tequilazo' consistente en una devaluación inesperada de su divisa (¿les suena también?) ante la incapacidad para mantener la paridad con un dólar disparado por las subidas de tipos, que provocó una salida masiva de capitales del país y un efecto dominó en todo el mundo emergente (primero Latinoamérica y algunos años más tarde, los 'tigres asiáticos').

El Ibex 35 sufrió una caída del 28% entre el máximo y el mínimo de 1994 por el cóctel explosivo de subidas de tipos en EEUU y crisis de los mercados emergentes

Este cóctel explosivo de alzas de tipos en EEUU y crisis emergente provocó una verdadera catástrofe en la deuda pública que provocó ingentes pérdidas en los bancos de inversión, lo cual forzó más ventas a la desesperada y retroalimentó los desplomes. No volvió a verse nada similar hasta la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Y, por supuesto, este terremoto se trasladó a la renta variable: el Ibex 35 sufrió una caída del 28% entre máximo y mínimo del año, que se moderó ligeramente hasta el 22,4% al cierre del ejercicio (en el año natural, la pérdida fue del 14,6%).

¿La historia se repite en 2016?

Veintidós años después, nos encontramos una situación con similitudes innegables: la Reserva Federal ha iniciado un nuevo ciclo de subidas de tipos después de un larguísimo período de política muy relajada -de hecho, con medidas excepcionales sin precedentes, el QE-, que nunca se sabe cómo puede acabar, y eso coincide con una crisis y devaluación del principal país emergente actual, China. Algo que, de momento, esto ha provocado que 2015 fuera el peor año del Ibex desde 2011, con una caída del 7,1%, y que en 2016 haya registrado el inicio del año más bajista de su historia (-6,65%). Con la salvedad de que ahora también influye la incertidumbre política en España.

¿Estamos ante una repetición de lo ocurrido en 1994? No necesariamente. El mundo ha cambiado mucho en estas dos décadas, y los mercados financieros también. Además, hay también importantes diferencias entre entonces y ahora. Empezando por la Fed, en 1994 los tipos partían del 3%, y en 2015, del 0%. Es decir, hacen falta muchas más subidas por parte de Janet Yellen​ para que alcancen un nivel remotamente parecido.

Yellen no es Greenspan...

Por otro lado, la actual presidenta del banco central fue preparando al mercado para el movimiento durante meses, al contrario que Greenspan, y ha prometido por activa y por pasiva que el ritmo de subida de los tipos será lento y cauteloso, en función de los datos económicos puesto que, de momento, no hay presiones inflacionistas.

Yellen ha preparado al mercado, a diferencia de Greenspan, y ha prometido que las subidas de tipos se adoptarán de forma muy pausada

En segundo lugar, esta vez no ha habido tensiones en la deuda pública, ni siquiera la norteamericana (la europea sigue intervenida por el QE del Banco Central Europeo); es más, el Treasury a 10 años se ha beneficiado de la salida de dinero de las bolsas en los últimos días. Y el dólar, aunque está fuerte, no ha registrado movimientos bruscos y se mantiene estable entre niveles de 1,10 y 1,06 frente al euro.

En cuanto a la crisis emergente, aunque la primera devaluación del yuan también pilló a todo el mundo por sorpresa en agosto, el movimiento ha sido infinitamente más reducido que el hundimiento del peso en 1994. Y las autoridades del país han dejado claro que no piensan permitir que las fuerzas del mercado actúen descontroladamente.

... Pero China tampoco es México

Dicho esto, es innegable que China es muchísimo más importante para la economía mundial de lo que era México hace 22 años. Precisamente por eso, esta vez la amenaza de un aterrizaje brusco de este país ha tenido un impacto brutal en las materias primas que no se dio entonces, especialmente en el petróleo (ha perdido los 35 dólares en Londres por primera vez en 12 años). Finalmente, si algo ha ocurrido en el mundo en este período es un proceso históricos de globalización de las economías, por lo que el impacto de las crisis locales en el resto del planeta es mucho más inmediato y contundente.

El dólar sigue siendo la clave: los países emergentes tienen una ingente deuda en dólares, por lo que las alzas de la Fed pueden tener un impacto demoledor

Pero, a pesar de este proceso, Keith Mullin, director de 'International Financing Review' (IFR), recuerda que la importancia del dólar sigue siendo absoluta y, por tanto, sus autoridades monetarias mantienen intacto su poder para influir en los acontecimientos del resto del mundo. De ahí que advierta de que la clave para la situación actual reside en los ingentes préstamos denominados en dólares, públicos y privados, que han crecido drásticamente en los últimos años; por esta vía, las alzas de tipos de la Fed incrementarán la carga de la deuda de los países emergentes y provocará una salida masiva de capitales, lo que a su vez hundirá aún más sus divisas.

Este experto añade un último elemento preocupante: la proverbial falta de memoria del mercado. El mundo lleva muchos años inmerso en un superciclo global de tipos bajos, con especial impacto en la deuda pública, y muchos inversores y profesionales de los mercados nunca han visto un entorno de subidas de los intereses, en especial los más jóvenes. Y ya se sabe que los que no conocen la historia están condenados a repetirla.

El 4 de febrero de 1994 es una fecha grabada a fuego en la memoria de los veteranos del mercado, en especial de los que se dedican a la deuda. Ese día, el entonces presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, subió por sorpresa los tipos de interés 0,25 puntos y a la vez incrementaba los requisitos de reservas que en aquel momento aplicaba a los bancos estadounidenses. La justificación del movimiento fue que la política que la Fed hasta ese momento era demasiado acomodaticia (¿les suena?) y había que "normalizarla" para apuntalar la recuperación tras la crisis de 1993 y evitar tensiones inflacionistas.

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