Es noticia
Labor exprés de costura socialista (o algo parecido)
  1. España
CRISIS EN LA CASA SOCIALISTA

Labor exprés de costura socialista (o algo parecido)

La presentación del libro del hijo de Vara en Madrid reúne a parte del poder del PSOE y sirve para tender puentes con el PSC. La foto del acto: el beso y las confidencias de Díaz e Iceta

Foto: Guillermo Fernández Vara, el pasado 18 de noviembre en Sevilla. (EFE)
Guillermo Fernández Vara, el pasado 18 de noviembre en Sevilla. (EFE)

Quédense con esta palabra, si es que no la tienen ya grabada: coser. En sentido figurado, claro está. Es la palabra de moda de los socialistas. El término fetiche que no se les cae de la boca para referirse a la pacificación y reconstrucción del partido, patentada (o eso se arroga ella) por Susana Díaz, el que se ha convertido en uno de los fines de la gestora. Aunque el hilo a veces no se vea por ninguna parte y dé la sensación de que o el descosido es tan grande que no hay avezado costurero que recomponga los rotos, o que se vende muy caro o que se espera a tiempos mejores para enhebrar la aguja. O de todo eso hay un poco. Pero en política las fotos a veces cuentan más que las palabras y pueden servir para destensar las cosas o para achicar los agujeros del traje.

Foto. O fotos. Muchas hubo este miércoles en la concurridísima presentación del libro del hijo de Guillermo Fernández Vara en Madrid. Empezando por el maestro de ceremonias, Alfredo Pérez Rubalcaba, y siguiendo por el patio de butacas, convertido en un ramillete de cuadros socialistas: Susana Díaz, Patxi López, Pepe Bono, Miquel Iceta, más los miembros de la gestora Ascen Godoy —secretaria de Organización de Vara— y María Jesús Serrano, más diputados (Antonio Hernando, Eduardo Madina, Ciprià Císcar, Ignacio Urquizu, Nacho Sánchez Amor...) y exdiputados nacionales (el exconsejero andaluz Gaspar Zarrías o la cacereña Leire Iglesias) y parlamentarios y dirigentes autonómicos. Aquello era una especie de reunión de parte del poder del PSOE, de mini comité federal, de hombres y mujeres que tendrán en sus manos el futuro del partido.

Pero el plato fuerte llegó al final, con el efusivo beso y las confidencias al oído de la presidenta de la Junta y el primer secretario del PSC, y el beso también de este con el presidente extremeño, su saludo con Bono. O la estampa de familia de Rubalcaba, Iceta y Vara. No había sanchistas-sanchistas, del cogollo más cercano al exlíder, pero sí miembros de su dirección depuesta como el propio López o la diputada por Cáceres Pilar Lucio, que pese a su afinidad con el ex secretario general, mantiene una excelente relación con Vara, de quien fue consejera en su mandato anterior (2007-2011).

En la sala, hasta la bandera, se podía ver a López, Bono, Madina, Císcar, Urquizu... y los miembros de la gestora Ascen Godoy y María Jesús Serrano

El jefe del Ejecutivo extremeño había remitido a principios de noviembre un mensaje a cargos del partido y periodistas para invitarles a la presentación del libro escrito por su hijo pequeño, de 22 años, Guillermo Fernández, 'El desafío del cambio' (Tropo Editores, 2016), y prologado por Rubalcaba. La obra arranca el día en que Vara perdió las elecciones de 2011 y concluye cuatro años después, cuando ganó las de mayo de 2015 y recuperó el poder. Narra así su travesía en el desierto de la oposición, recomponiéndola a través del relato de dirigentes e informadores, lejanos o cercanos al protagonista. Vara nunca supo que su hijo, que aún no ha finalizado su grado en Periodismo, estaba escribiendo esa "pequeña historia" de su derrota hasta que recibió por mensajería un paquete que era el libro encuadernado en una copistería.

El AVE a Madrid y la decisión de Iceta

El acto de presentación, en el Consejo General del Colegio de Médicos —el presidente extremeño es forense de profesión, y su hija es médica también—, enfrente de la Puerta de los Leones del Congreso —y a un paso, pared con pared, por cierto, del hotel donde murió de un infarto esta mañana la senadora Rita Barberá—, fue cogiendo vuelo en los últimos días. O en las últimas horas incluso. Primero por la reaparición en público de Rubalcaba y después por la suma de vips. Díaz se cogió un AVE hasta Madrid porque sabía que era "muy importante", como decían en la gestora, la foto con Vara, un presidente muy querido dentro del PSOE, que apoyó en 2014 a Edu Madina frente a Pedro Sánchez, que luego guardó lealtad al secretario general y finalmente pasó a militar en las filas de los barones críticos con él cuando su relación se rompió por completo. Un hombre, además, difícilmente clasificable, muy sincero y sin pelos en la lengua.

"Mucho cariño, nada de chicha política", comentaba un sonriente Iceta tras el gesto de la jefa de la Junta, antes de la foto de familia con Rubalcaba y Vara

A última hora se añadió también Iceta. Este miércoles protagonizó un desayuno informativo en Madrid, en el vecino hotel Ritz. Concluido el acto, en un corrillo con la prensa, los periodistas le comentaron la presentación del libro del hijo de Vara, al que Díaz tenía previsto acudir. Él había sido invitado también pero no recordaba el día, pero en cuanto los informadores le refrescaron la memoria, adelantó sin pestañear que se acercaría. Y lo hizo. Llegó un pelín más tarde, asistió de pie (la sala estaba hasta la bandera) y disfrutó como un enano. Cuando terminó la presentación, recibió saludos cariñosos de todos. La más afectuosa, Susana Díaz, que se acercó a él según se acercaba a la salida. Se abrazaron, se besaron y compartieron confidencias al oído, a ojos de todos. "Mucho cariño, nada de chicha política", comentaba n sonriente Iceta tras el gesto de la jefa de la Junta. "Yo soy mucho de coser, e incluso más de cueces o enriqueces. Como el Avecrem, que además es una empresa catalana. Y he saludado a Bono, ¿qué más quiero ya?", añadía divertido.

Las relaciones entre PSOE y PSC se hallan en un momento delicado tras el choque por la investidura de Mariano Rajoy. Pero la escalada de tensión se frenó el pasado lunes, con la reunión entre el primer secretario y el jefe de la gestora, Javier Fernández, y ha seguido días después. Esta mañana el líder catalán lanzaba más guiños a la dirección provisional y marcaba distancias con Sánchez. Por eso estaba preñado de significado político ese beso de Iceta y Díaz, o el cariñoso saludo con Bono —un hombre de la vieja guardia, muy próximo a la baronesa andaluza y al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero— y la foto final con Rubalcaba. La presencia de Patxi López también era importante: él discrepa de las formas de Díaz, sus relaciones atraviesan un mal momento y ahora él emerge como un hipotético sucesor del espacio ocupado por Sánchez en caso de que él decida al final no presentarse a las primarias. Pero "Patxi es Patxi", como algunos de sus compañeros convienen, conoce muy bien al partido y tiene amistades en todas partes. Y por Vara, recordaban fuentes próximas al presidente, siente un afecto especial.

Foto: Guillermo Fernández Vara acompaña a Pedro Sánchez en una visita a Badajoz el 20 de abril de 2015. (EFE)
TE PUEDE INTERESAR
Vara, el barón inclasificable del PSOE
Juanma Romero

"Esto es costura acelerada. Ahí estaba el PSOE-PSOE. Guillermo y Susana cosen juntos, y eso es clave", advertía una dirigente devuelta a la primera línea que conoce como pocas las tripas del partido. El mismo Vara se sentía satisfecho del acto de este miércoles y lucía orgullo (no podía ser de otra manera) por el libro escrito por su hijo a sus espaldas.


La "perplejidad" de Guillermo

Porque su hijo era realmente el protagonista teórico del acto. El joven periodista, aún sin graduar, que comenzó a pergeñar 'El desafío del cambio' tras las elecciones de mayo de 2015 y que solo informó a su padre cuando ya estaba escrito. "Esto se avisa", le dijo, comentó el autor. "Me dejó perplejo. ¿Cómo pude ser tan ciego de no darme cuenta? Fue como una conspiración de silencio", reconstruía después el presidente de la Junta. Vara señalaba que él no se habría atrevido a contar ciertos pasajes, pero se sorprendió cómo su vástago lo había relatado a través del testimonio de muchas fuentes —98 horas de grabación—, con "mucha fidelidad y lealtad". No le permitió "meter pluma". "Este es mi libro, no el tuyo", dijo Vara para "poner en valor a continuación" las "dificultades" que tienen los hijos y familiares de políticos, cuya vida se ve "condicionada" por lo que ellos, los políticos, hacen.

El libro, como lo describió Rubalcaba, es una "maravillosa reivindicación de la política con mayúsculas". Desde otra perspectiva. La de un hijo que narra cómo fueron cuatro años de la vida de su padre. Descubre que "la verdad es poliédrica", y "da una muy buena idea del poder y de la oposición", de cómo esta es "dura", no por perder el poder, sino porque se pierde "la oportunidad de hacer cosas, de aplicar proyectos, de resolver los problemas de la gente". Se pasa de "hacer a decir". Mucho menos eficaz.

Rubalcaba, el presentador del libro, reconoce lo difícil que es abandonar la primera línea de la política. "Si complicado es llegar, irse es complicadísimo"

El libro, contó el exvicepresidente del Gobierno, "proyecta una imagen del Guillermo padre y del Guillermo político". "Del Guillermo padre da pinceladas interesantes, pero no descubre nada, porque Guillermo es lo que es. Es una persona cercana, honesta, valiente y prudente. Es una persona extremadamente coherente, un buen socialista y un buen gobernante", elogió. Rubalcaba explicó que en las páginas de 'El desafío del cambio' se describe lo difícil que es llegar a la primera línea. "Pero lo verdaderamente difícil es abandonarla. Si complicado es llegar, irse es complicadísimo". Quizá un mensaje velado para Sánchez, que no renuncia a regresar tras ser defenestrado el pasado 1 de octubre por el comité federal.

Guillermo Fernández Martínez (Olivenza, 1994), el hijo, apuntaba en la presentación que se limitó a desgranar lo visto y lo vivido, "desde la más profunda humildad", y no como una "oda" a su padre, sino como el relato de un periodista que es testigo de excepción. El joven se reunió con periodistas, políticos del PSOE, de IU y del PP. Y luego dio forma a esas conversaciones que narran cómo vivió Vara el desalojo del poder y los cuatro años de la Junta a manos de los conservadores.

"No pretendo ser objetivo con mi padre. El libro es totalmente subjetivo, porque al final es tu padre, pero sí quería ser muy fiel con lo que he visto y lo que he vivido". Porque ante todo le gustar contar historias, y esta, la de su padre, era una historia "digna de ser narrada". Y que además sirvió, en este caso, para sacar el hilo del botiquín de emergencias socialista.

Díaz no se postula (aún) y pide priorizar el debate de las ideas a las personas

Nadie duda a estas alturas de que Susana Díaz acabará optando a la secretaría general del PSOE. Pero tampoco nadie duda de que no se postulará ahora. Y tardará aún un tiempo. A la presidenta andaluza le persigue la pregunta allá donde va. Y este miércoles no podía ser menos. A su llegada a la presentación del libro del hijo de Guillermo Fernández Vara, rodeada de una enorme nube de periodistas, sacó su respuesta de manual: "Primero toca el qué y después ya veremos quién y quiénes se ponen al frente, porque será un proyecto colectivo", sostuvo. 

"Lamento defraudarla, pero en estos momentos eso no toca", contestó cuando le preguntaron si competirá en las primarias. Ahora está "centrada" en su trabajo en Andalucía. Pero los socialistas deben encarar "una reflexión de por qué los ciudadanos no han confiado" en su proyecto. Y para eso hace falta una conferencia política en la que se debata qué pueden "ofrecer a este país". Díaz no obstante se mostró dispuesta a "arrimar el hombro" y a "ayudar" para que el PSOE haga un "buen" congreso y le "vaya bien". Porque España necesita un PSOE que se recupere cuanto antes, "que se levante y ofrezca un proyecto ganador que genere ilusión y esperanza", proclamó. 

La presidenta andaluza mostró su "respeto" por Pedro Sánchez y no quiso criticar su gira para recabar apoyos, que comienza este sábado en Valencia. "Todos los compañeros que quieran venir a Andalucía tienen las puertas abiertas", abundó. 

Vara, por su parte, también insistió en que "no toca" hablar ahora de candidaturas. Y añadió que en su opinión si es compatible liderar el PSOE y ser presidenta de la Junta, una idea que ella ya dejó clara el pasado lunes en una entrevista en Canal Sur

Quédense con esta palabra, si es que no la tienen ya grabada: coser. En sentido figurado, claro está. Es la palabra de moda de los socialistas. El término fetiche que no se les cae de la boca para referirse a la pacificación y reconstrucción del partido, patentada (o eso se arroga ella) por Susana Díaz, el que se ha convertido en uno de los fines de la gestora. Aunque el hilo a veces no se vea por ninguna parte y dé la sensación de que o el descosido es tan grande que no hay avezado costurero que recomponga los rotos, o que se vende muy caro o que se espera a tiempos mejores para enhebrar la aguja. O de todo eso hay un poco. Pero en política las fotos a veces cuentan más que las palabras y pueden servir para destensar las cosas o para achicar los agujeros del traje.

Crisis PSOE Barones del PSOE Guillermo Fernández Vara Extremadura Alfredo Pérez Rubalcaba Susana Díaz Miquel Iceta PSC Patxi López Izquierda Unida Cataluña
El redactor recomienda