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Puig ignora a Sánchez y ve "posible" que Díaz compagine liderar el PSOE y la Junta
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NUEVA ETAPA EN LA CASA SOCIALISTA

Puig ignora a Sánchez y ve "posible" que Díaz compagine liderar el PSOE y la Junta

El presidente valenciano señala que "cualquier militante" puede ir a Valencia, "tierra de acogida" y ensalza la figura de la baronesa andaluza, aunque sin adelantar si se presentará y si la apoyará

Foto: Ximo Puig, durante el desayuno informativo de Europa Press en el hotel Westin Palace de Madrid, este 22 de noviembre. (EFE)
Ximo Puig, durante el desayuno informativo de Europa Press en el hotel Westin Palace de Madrid, este 22 de noviembre. (EFE)

El presidente valenciano, Ximo Puig, ha salido "escarmentado" de algunas declaraciones públicas suyas en el pasado. Como cuando dijo, poco antes de las elecciones generales del 20-D, que el liderazgo de Pedro Sánchez era "revisable", como todo en la vida. Una profecía que finalmente se cumplió. Pero aquel vaticinio, lanzado en un escaparate muy lucido, en Madrid, le trajo más complicaciones de la cuenta (internas, se entiende) y por eso procura ser mucho más cauto. Este martes volvía al mismo escenario, un desayuno informativo en la capital organizado por la misma agencia, Europa Press, y buscó la contención, huyendo de titulares sobre el PSOE que luego le saliesen algo más caros de lo previsto. Aun así, dejó ver su nula simpatía por Sánchez, de cuya ejecutiva dimitió, propiciando su caída, y su cercanía por Susana Díaz. Siempre políticamente correcto, intentando navegar entre dos aguas y sin dar bofetadas o aplausos rotundos. No va con él.

Que el nombre de Pedro Sánchez emergiera durante el coloquio posterior a su intervención estaba cantado. No solo por sus evidentes diferencias durante el mandato de este último como secretario general, sino porque el sábado viaja hasta Xirivella para comenzar su campaña interna en búsqueda de apoyos para el congreso. El 'president' de la Generalitat valenciana quitó hierro a la visita y la rebajó al nivel de un desplazamiento cualquiera de cualquier afiliado, que está en su derecho de hacerlo. "Cualquier persona que tenga algo que decir no puede permanecer callada. Cada uno es dueño de sus palabras y de sus silencios", anticipó. Puig no sabía que Sánchez iba a comenzar su gira en Valencia, pero a fin de cuentas no tiene por qué estar "informado", dijo, de los movimientos de "cualquier militante" del PSOE.

El jefe del Consell advierte de que lo peor que le podría pasar al PSOE es salir dividido de su congreso, pero tampoco le gustan las "falsas unidades"

El jefe del Ejecutivo autonómico ya comentó ayer que le parecía "bien" que el exlíder socialista viajara hasta su comunidad, porque es "tierra de acogida". De hecho, señaló con un punto de sorna, está deseando que lleguen los refugiados que ha demandado al Gobierno central. Hoy siguió con esa comparación, insistiendo en que Valencia es una tierra "absolutamente acogedora", "hospitalaria" —"ahora vamos a hacer una ley de ocio y hospitalidad"—, donde "cualquier persona es bienvenida". A las cámaras de Telecinco incluso les dijo que también Valencia recibe millones de turistas al año. Por tanto, Sánchez no es más que un "militante" o un turista más. Rehusó calificar los dos años de mandato del exdiputado madrileño: fueron tiempos "complejos" en los que los socialistas estaban "en un cambio que no ha cristalizado".

Ximo Puig alerta de las "falsas unidades" de cara al congreso del PSOE

Dar una vuelta al proyecto

Puig reconoció que el ex secretario general "puede volver a presentarse" para reconquistar el mando del PSOE, si reúne "los suficientes avales". Pero para él lo importante es lo que el partido quiere "ofrecer a la sociedad española", que se "pare el balón" y se dé una pensada al proyecto socialdemócrata, porque el "progresismo tiene una crisis de caballo" y está atenazado ahora por el auge de las opciones "populistas o más radicales".

No se moja respecto a la fecha del congreso y sobre la pertinencia de una conferencia política, aunque sí recalca que hay que repensar el proyecto socialista

Quiso ser prudente respecto a la fecha del congreso, que decidirá el comité federal: le interesa más el "itinerario que la cronología", que se haga un cónclave que dé respuestas a los grandes desafíos de España y de la democracia tras un "año perdido" de bloqueo institucional. Preguntado por la conveniencia de una conferencia política previa al congreso, remarcó que esa propuesta saldrá de la gestora y no quiere "entrometeterse" en su labor. Añadió que el PSPV sí organizará, porque así lo aprobó su ejecutiva, una convención para discutir de ideas a finales de enero, con participación de simpatizantes y militantes al 50%.

Ximo Puig compara el arranque de campaña de Pedro Sánchez en Valencia con la llegada de turistas

El contraste fue mayor cuando se le preguntó por Susana Díaz y la pretensión de sus partidarios de que cuaje una candidatura única en torno a ella, dada la delicada situación del PSOE. Puig subrayó que le gustaría que del proceso congresual el PSOE saliera "fortalecido, no dividido". Pero de nuevo dio otra de cal: tampoco las "falsas unidades" dan "mejores resultados". Así que recomendó "un poco de tranquilidad, sosiego", que se huya de las "redes [sociales] horribles" —lo decía por los ataques que los barones han denunciado a través de Twitter y Facebook de militantes y simpatizantes— y que se tomen las cosas "con mayor fraternidad".

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en Londres el pasado 7 de noviembre. (EFE) Opinión

¿Se presentará la presidenta de la Junta? La pregunta era pertinente porque él es uno de los barones más cercanos a la líder andaluza. Pero esquivó el tiro: no lo sabe, habría que interrogarla a ella. "Tengo cariño, afecto y respeto por Susana Díaz. Hay cosas con las que estoy de acuerdo con ella y cosas con las que no". ¿Cuáles? "A ustedes se lo voy a decir", despachó, con tono de broma. Sí enfatizó que la baronesa es uno de los "referentes del socialismo español". Rehusó explicitar si la apoyará o no, pero su respaldo está cantado.


Díaz aseguraba anoche, en una entrevista en Canal Sur, que no veía problema en compaginar la presidencia de una comunidad autónoma y estar al frente de la secretaría general del PSOE. A Puig se le preguntó si también él veía compatible simultanear ambos cargos. "Claro que es posible. ¿Deseable? Habrá que verlo". Señaló que "es lógico que los liderazgos emerjan desde el ámbito territorial", pero "no necesariamente tiene que ser así". "Si quien dirige sabe lo que es armonizar el conjunto" de la organización sería "positivo", pero que "si no, sería negativo". Vamos, que "por definición no es ni bueno ni malo". Puig, por tanto, intentaba no pillarse los dedos en cuestiones orgánicas. La cautela mandaba. "No me ha dado vidilla", le reconoció el presentador del coloquio, Javier García Vila, director de Europa Press. Y era verdad. Hasta los colaboradores del 'president' respiraban de alivio después del desayuno informativo: el jefe no se había metido en ningún charco comprometedor.

Puig pide "acabar con los paraísos fiscales" y ve "excesivas" las palabras de Cifuentes de la semana pasada que soliviantaron a Andalucía

Puig sí hizo hincapié en una demanda que repite hasta la saciedad y que siempre pone en el frontispicio de su discurso: la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana. Defendió que la "urgencia del cambio" del modelo "no es discutible". El sistema que reemplace al actual debe contener la "equidad" en la prestación de los servicios públicos a los ciudadanos, que establezca la "suficiencia financiera" en las competencias de las comunidades, y que se cumpla la LOFCA (la ley que regula el modelo de financiación). "No puede haber en España paraísos fiscales", sentenció. Lo decía por Madrid y su presidenta, Cristina Cifuentes, quien la semana pasada aseguró que los madrileños pagan la sanidad y la educación a los andaluces, lo que desencadenó la crítica inmediata de Díaz y del propio PP. Una expresión, la de Cifuentes, "excesiva", a juicio de Puig. El 'president' argumentó que si en una autonomía no se pagan impuestos como Patrimonio o Sucesiones, está claro que hay "dumping fiscal", y por tanto "no se puede continuar con esta asimetría que genera problemas profundos de desigualdad".

El PSOE confía en el PSE para que el autogobierno avance dentro de la Constitución

El PSOE confía en el "papel equilibrador" del PSE

Ximo Puig fue arropado este martes en el hotel Palace de Madrid por el portavoz de la gestora del PSOE, el andaluz Mario Jiménez. A su llegada, valoró para los periodistas el acuerdo de PSE y PNV, y lo hizo en la línea de anoche en la Ser. El dirigente subrayó que confía "plenamente" en el "papel equilibrador" que van a jugar los socialistas vascos para que el avance que se produzca en el autogobierno en Euskadi "se dé siempre en el marco de la Constitución y las leyes". 

En definitiva, el PSE será la "garantía" de que ninguna cuestión que se plantee en la ponencia de autogobierno, por ejemplo el reconocimiento de Euskadi como nación, "vaya más allá de las fronteras que establece la Constitución". Recordó JIménez que el PSE ha jugado ese "punto equilibrador esencial" en esta materia y ha ayudado a que el el nacionalismo "moderado" del PNV contribuya al equilibrio territorial "en el debate del conjunto del Estado". Como también afirmara ayer, recalcó que el acuerdo firmado "es bueno para Euskadi y será bueno para España". 

Puig, por su parte, consideró "positivo" el acuerdo y recomendó "superar los nominalismos", cuando la propia Constitución habla de nacionalidades y regiones. 

Jiménez no fue el único miembro de la gestora presente en el desayuno en Madrid. También se acercaron la andaluza María Jesús Serrano, el cántabro Ricardo Cortés y el valenciano José Muñoz. También asistieron los portavoces en el Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid, Puri Causapié y Ángel Gabilondo, varios consellers del Gobierno valenciano (Carmen Montón, Gabriela Bravo); el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví; el 'expresident' Joan Lerma; el diputado y secretario provincial de Valencia, José Luis Ábalos, y parlamentarios socialistas como Pedro Saura, Pepe Zaragoza o Ignacio Urquizu

El presidente valenciano, Ximo Puig, ha salido "escarmentado" de algunas declaraciones públicas suyas en el pasado. Como cuando dijo, poco antes de las elecciones generales del 20-D, que el liderazgo de Pedro Sánchez era "revisable", como todo en la vida. Una profecía que finalmente se cumplió. Pero aquel vaticinio, lanzado en un escaparate muy lucido, en Madrid, le trajo más complicaciones de la cuenta (internas, se entiende) y por eso procura ser mucho más cauto. Este martes volvía al mismo escenario, un desayuno informativo en la capital organizado por la misma agencia, Europa Press, y buscó la contención, huyendo de titulares sobre el PSOE que luego le saliesen algo más caros de lo previsto. Aun así, dejó ver su nula simpatía por Sánchez, de cuya ejecutiva dimitió, propiciando su caída, y su cercanía por Susana Díaz. Siempre políticamente correcto, intentando navegar entre dos aguas y sin dar bofetadas o aplausos rotundos. No va con él.

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