Ferraz repesca a 40 referentes para liderar el relanzamiento del nuevo proyecto socialista

Eduardo Madina, Ignacio Urquizu, Luz Rodríguez, Ramón Jáuregui, Matilde Fernández, Amelia Valcárcel, Rosa Conde, Rafa Simancas, José Andrés Torres Mora. Ellos son los hombres y mujeres llamados a cimentar e impulsar el debate sobre el nuevo proyecto socialista. El primer equipo de trabajo que ya está manos a la obra. Pero no serán solo ellos. Habrá más referentes de dentro y fuera del PSOE que contribuirán a remozar y repensar los fundamentos de un partido devastado electoralmente y roto internamente. Hasta unas 40 personas.

Esos hombres y mujeres, dirigentes del PSOE de distintas generaciones se vieron las caras este viernes en una reunión en Ferraz. Todos menos el exministro Jáuregui, que tenía agenda en San Sebastián. Era la primera cita, la primera toma de contacto, el primer 'brainstorming' para ir encauzando el trabajo de cara al comité federal del próximo mes, el que tiene que aprobar la hoja de ruta y el calendario para el 39º Congreso, que culminará con la elección de un nuevo secretario general. Y es que si algo tiene claro la gestora, así como las principales federaciones, es que hay que priorizar la discusión sobre el proyecto para a partir de ahí aupar al líder. O sea, primero el debate político y luego las personas. Una estrategia que para Pedro Sánchez y sus fieles es un ardid para retrasar el cónclave y desactivarle como candidato.

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La reunión de este viernes en Ferraz fue convocada por el portavoz de la gestora, el andaluz Mario Jiménez, y su coordinadora de Organización, la gallega Laura Seara, y se prolongó varias horas. Los reclutados son caras bien conocidas dentro del partido: las exministras de Felipe González Matilde Fernández y Rosa Conde, la catedrática de Filosofía y destacada experta en igualdad Amelia Valcárcel; el primer jefe de Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, el diputado malagueño José Andrés Torres Mora; el exlíder de los socialistas madrileños y parlamentario nacional Rafa Simancas; Eduardo Madina, ex secretario general del Grupo Socialista, rival de Sánchez en el congreso de 2014 y actual diputado por Madrid; Ignacio Urquizu, sociólogo de la Universidad Complutense, parlamentario por Teruel y valor al alza, y Luz Rodríguez, exsecretaria de Estado de Empleo y responsable del ramo de la ejecutiva federal saliente. Más el exministro de la Presidencia con Zapatero y actual portavoz del PSOE en la Eurocámara, Ramón Jáuregui.

El primer grupo incluye a dirigentes de los Gobiernos de González y Zapatero, y otros más ligados al presente, como Madina, Urquizu y Luz Rodríguez

Nombres vinculados al pasado del partido, y también, como en el caso de Madina y Urquizu, al presente. Ninguno de ellos, sin embargo, está ya ligado a Sánchez, porque Rodríguez, aunque fue uno de sus más sólidos respaldos hace dos años, se acabó separando de él por los dos procesos electorales: para el 20-D, la desplazó del cuarto puesto por Madrid para colocar a la ex de UPYD Irene Lozano y la envió de cabeza de lista por Guadalajara. Para el 26-J, cuando la distancia entre los dos era abismal, ella misma renunció a repetir en las candidaturas al Congreso, y decidió volver a su puesto de profesora de Derecho del Trabajo en la Universidad de Castilla-La Mancha. Todos pesos pesados, responsables solventes en sus áreas, con el encargo de coordinar un trabajo fundamental, como avanzaba el viernes en la Ser.

Hoja de ruta aún no definida

La cita fue una primera aproximación. Los nueve elegidos, en principio, partirán de los documentos recientes hechos por el partido, como la voluminosa resolución de la conferencia política de noviembre de 2013 —la que pusieron en marcha Alfredo Pérez Rubalcaba y su número dos, Elena Valenciano, y cuyo coordinador fue precisamente Jáuregui— y los últimos programas electorales. A partir de ese perímetro, tratarán de hacer "aportaciones nuevas", con gente "de dentro y de fuera del PSOE". El objetivo no es definir nuevas medidas, sino "profundizar en el análisis, trabajar en el diagnóstico y en el proyecto socialista", y repensar la estrategia y la pedagogía, según resumía a este periódico uno de los presentes en la reunión en Ferraz.

Los 'apóstoles' partirán de la conferencia política de 2013 y de los últimos programas para hacer un debate "profundo y amplio" de diagnóstico y estrategia

"Queremos construir una red, una malla de unas 40 personas que se impliquen en este proceso de reflexión y que impulsen los distintos debates", en palabras de un alto mando de la cúpula provisional que encabeza Javier Fernández. Aún no está "maduro" si el PSOE organizará una nueva conferencia política a principios de 2017 o bien si la ponencia que se vaya armando irá directamente al congreso. En cualquier caso, ese documento marco se elaborará antes de la elección de la nueva dirección, o al menos eso busca la gestora, y tiene los números para sacar su plan en el comité federal de diciembre. "La idea es que la ponencia se haga de la forma más amplia y participada posible, con un debate de mucha profundidad y muy compartido", insiste este alto cargo de la ejecutiva interina.

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Ferraz pretende que esa discusión "sea abierta a los militantes, a la sociedad, a colectivos, sindicatos, ONG, a la universidad" y que también tenga lugar en las redes, que en los últimos tiempos, recuerdan, se convirtieron en un espacio de "ataques" y de guerrilla entre socialistas. Asimismo, la gestora entiende que en este gran debate ha de estar implicada "la socialdemocracia europea y de otras partes el mundo". En definitiva, se persigue un congreso de refundación. O de "reconstrucción" socialista, como le gusta decir a Fernández. ¿Qué más figuras relevantes pueden aparecer? La nómina, recuerda la cúpula, no está cerrada. Uno de los hombres seguros en las quinielas es el exministro Ángel Gabilondo, fichado por Sánchez para la candidatura a la Comunidad de Madrid, un independiente prestigioso y respetado por todos los sectores del PSOE. Él aún no ha sido contactado.

En estas semanas, se irá preparando un borrador para presentar al comité federal, para que disponga de unas primeras bases, a partir de las cuales encarrilar la reflexión del proyecto. El máximo órgano mandatará formalmente a un amplio grupo de personas los trabajos para los siguientes meses, cuyo puerto final será el cónclave, previsto para avanzada la primavera o el verano. Antes, el documento marco será discutido en las agrupaciones de todo el país, que a su vez elevarán decenas de enmiendas. El congreso será el encargado de aprobar el texto definitivo.

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Los próximos a la gestora interpretan que este proceso de deliberación "es una deuda" del PSOE con sus votantes y sus bases, porque ha de pensar qué le ha ocurrido para quedar tan empequeñecido en las urnas y tan descosido internamente. "Se trata de abrir debates y de hacer pedagogía en un tiempo de demasiado ruido, aunque va a ser difícil arreglar esto –comenta con cierto escepticismo uno de los convocados–. Todos estamos muy preocupados porque nos hemos hecho mucho daño todos". Todos, además, saben que no van a "inventar ni la pólvora ni la socialdemocracia", que el problema de ideas "es relativo", porque lo que toca es "ajustar clavijas", actualizar la estrategia, la comunicación, o pensar cómo combatir fenómenos que no figuraban en la conferencia de 2013, como el auge del populismo, la fragmentación política o la controvertida relación con Podemos. En aquella convención, por cierto, ya figuraba Sánchez en los títulos de crédito: él fue el coordinador del área económica.

Los sanchistas se oponen a estos planes diseñados por la gestora en concurso con las principales cancillerías regionales, con Andalucía a la cabeza. Insisten en que la única tarea que tiene pendiente Ferraz es "convocar ya primarias para elegir secretario general y congreso", y "nada de conferencias políticas", porque la misma ponencia se aprueba en el cónclave, previa deliberación en las agrupaciones, como advertía en su Twitter la exresponsable de Política Municipal Adriana Lastra.

Los sanchistas insisten en que se han de convocar ya las primarias para elegir secretario general y congreso, y "nada de conferencias políticas"

"Que convoquen ya, que es lo que no quieren hacer", recalcaba este viernes una de las dirigentes de confianza del ex secretario general. La presión no va a ceder. Y esa va a ser la piedra con la que tropiece constantemente Ferraz.

El PSOE advierte de que Maza no garantiza la independencia de la Fiscalía

De puertas para fuera, el PSOE mantiene un perfil bajo todavía. Esta semana es de transición, a la espera de la sanción a los díscolos y la reunión de la gestora y de Javier Fernández con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. Este viernes, el PSOE salió al paso de la decisión más relevante del Consejo de Ministros: la propuesta del magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Maza para fiscal general del Estado.

Para los socialistas, el nombramiento, que aún deberá recibir el visto bueno del Consejo del Poder Judicial y del Parlamento, es "un mal comienzo de legislatura". Porque su trayectoria de juez "no garantiza en absoluto el perfil independiente" que requiere el cargo. 

La "trayectoria conservadora de Maza puede dejar en una posición de subordinación al Ministerio Público frente al Gobierno" y no parece, a juicio del PSOE, "la persona indicada para trabajar en favor del consenso requerido en una legislatura sin mayorías absolutas". El grupo exigirá al magistrado que explique los planes de la Fiscalía en materia de corrupción y le recordará que en septiembre el Congreso aprobó la creación de una comisión de investigación específica.