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Ximo Puig, sobre el liderazgo de Sánchez tras el 20-D: "Todo en la vida es revisable"
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EL PRESIDENTE VALENCIANO ABRE EL MELÓN

Ximo Puig, sobre el liderazgo de Sánchez tras el 20-D: "Todo en la vida es revisable"

El jefe de la Generalitat baja la guardia y se descuelga con una polémica afirmación sobre el candidato socialista. También defiende que se recupere lo que en el Estatut se decía sobre la "nación catalana"

Foto: Ximo Puig, este 5 de octubre, durante el desayuno informativo organizado por Europa Press en el hotel Villa Magna de Madrid. (EFE)
Ximo Puig, este 5 de octubre, durante el desayuno informativo organizado por Europa Press en el hotel Villa Magna de Madrid. (EFE)

Fue en el último minuto. Cuando ya casi estaba cerrado el desayuno informativo en Madrid en que él, presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, era el protagonista. Le preguntaron si el liderazgo de Pedro Sánchez estaba consolidado. "Sí, por supuesto, sí". Hasta ahí, lo normal. Y le repreguntaron si eso era así, "por lo menos", hasta el 20 de diciembre, fecha de las elecciones generales. En la respuesta, el secretario general del PSPV fue donde se metió en el charco. Primero tiró del latín para advertir de que hay que vivir el momento y ese momento dura muy poco ('Carpe diem, tempus fugit') y después lanzó el mensaje inesperado: "Todo en la vida, efectivamente, es revisable".

En el propio equipo del presidente valenciano reconocían que había "bajado la guardia" al término del desayuno informativo organizado por la agencia Europa Press en la capital. Que se le había escapado y que suele adolecer de un "defecto", su "exceso de sinceridad". Pero ese desliz llega a poco más de dos meses de unas elecciones y cuando el liderazgo de Sánchez al frente del PSOE no es cuestionado públicamente por ningún dirigente, ni siquiera por Susana Díaz, aunque esta no puede ocultar sus diferencias y su falta de sintonía con el jefe de Ferraz.

Puig, de hecho, es el barón socialista más próximo a la presidenta andaluza. Desde hace mucho tiempo. Desde que comandaba el partido Alfredo Pérez Rubalcaba. Él apostaba por Díaz como nueva secretaria general, y fue de los que le pidieron que diera el paso cuando Rubalcaba dimitió tras el desastroso resultado de las elecciones europeas de mayo de 2014. Cuando ella decidió no subir a Madrid e hizo su apuesta por Pedro Sánchez frente a Eduardo Madina, él la siguió y movilizó a su federación, la segunda más importante del PSOE tras Andalucía, en favor del diputado madrileño. Sánchez ganó en Valencia a su principal rival.

Luena: Sánchez tiene el apoyo de "todo el partido"

Puig se integró en la nueva ejecutiva federal como secretario de Reformas Democráticas, pero en Ferraz eran conscientes de su cercanía a Díaz y de que, llegado el momento, podía apoyarla si se tambaleaba la primacía de Sánchez. Las aguas internas se calmaron, Sánchez se asentó. Y todos evitaban sacar los pies del tiesto. Pero Puig no lo pudo evitar este lunes.

El presidente valenciano intentó completar su polémica frase ("Todo en la vida, efectivamente, es revisable" después del 20-D). Alabó al secretario general porque está haciendo "bien su trabajo" y ha acometido un proceso de renovación "valiente". "Ahora mismo tiene el aval del partido, claramente", y además, "cada día" tiene "más aval de la sociedad española". Para Puig, Sánchez "conforma claramente lo que debe ser un presidente antitético al actual", Mariano Rajoy, que pasa por ser un jefe del Ejecutivo "valiente y dialogante".

Sánchez contesta horas más tarde que se siente respaldado por Puig "todos los días del año"

El número dos del PSOE, César Luena, que acudió al desayuno, se aferró a esos elogios para quitar importancia a las palabras de Puig. "Ha dejado bien claro el apoyo absoluto de todo el partido, que es así, y lo saben ustedes", aseguró a los periodistas. ¿Y si hay un mal resultado el 20-D? "El liderazgo de Pedro Sánchez va a ser consolidado y respaldado en las urnas", espetó.

Ya por la tarde, el propio Sánchez fue abordado por los periodistas tras una asamblea sobre educación en Arganda del Rey, en Madrid. El secretario general subrayó que se sentía respaldado por Puig "todos los días del año". Añadió que "siempre" agradece las palabras del jefe del Consell, así como su trabajo para que el partido gane las generales del 20-D, la tarea en la que, insistió, está implicado el PSOE, informa Efe.

"Constitucionalizar" lo que dijo el Estatut

El presidente valenciano también se salió del perímetro marcado por el PSOE en otro asunto incómodo: la denominación de Cataluña como 'nación'. Aseguró, durante su discurso, que hay que elaborar "una propuesta de recuperación de lo anulado" por el Tribunal Constitucional, cuando tumbó el Estatut de 2006 con su sentencia. Luego lo explicó más, a preguntas de la prensa: el "punto de partida" para intentar resolver la tensión con Cataluña es rescatar lo que las Cortes Generales sancionaron y los ciudadanos avalaron en referendo. "Y si vamos a una reforma constitucional, a la que hay que ir indefectiblemente, hay que empezar por el principio, por constitucionalizar aquello que aprobaron el Parlamento de España y los ciudadanos de Cataluña".

Puig no quiere entrar en un “debate nominalista“, pero cree que no habría “ningún problema“ en volver a la redacción que tumbó el TC en su fallo de 2010

A Puig se le recordó que Pedro Sánchez ya ha ratificado que en su propuesta para las generales, y en línea con la Declaración de Granada que consensuaron los socialistas en 2013, no se habla de recoger el término 'nación'. El secretario general ha insistido en que se han de reconocer las "singularidades" territoriales, nada más.

"No voy a entrar en el debate nominalista", porque no puede "sustanciarlo una parte" solo. Pero añadió que no habría "ningún problema" en reconocer a Cataluña "en los términos en los que se habla de nación en el preámbulo" del Estatut. En este se decía que "el Parlamento de Cataluña, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Cataluña, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación. La Constitución española, en su artículo segundo, reconoce la realidad nacional de Cataluña como nacionalidad". El TC aseguró, en su sentencia de 2010, que carecen de eficacia jurídica interpretativa las referencias del preámbulo del Estatuto a "Cataluña como nación" y a la "realidad nacional de Cataluña". Es decir, que vació de sentido esas expresiones.

Así pues, el presidente valenciano apuesta por dar la vuelta a lo que dijo el TC y recuperar el término de forma plena. ¿Eso bastaría? "Ahora es más difícil", analizó, por la "dejadez" del Gobierno de Mariano Rajoy, por eso urge ponerse manos a la obra cuanto antes. El jefe del Consell también dejó claro que la soberanía nacional no es divisible, y en esa eventual modificación de la Carta Magna, se quedaría como está. "Federar es unir", remachó.

Zapatero: solo fue una "constatación"

Luena, de nuevo, buscó evitar la colisión. "Nosotros creemos en la Declaración de Granada y la reforma federal de la Constitución", y ahí se habla de "singularidades", aseguró una y otra vez el secretario de Organización. Dijo "respetar" las palabras de Puig, eso sí, aunque recordó que este, como líder del PSPV, "firmó" la Declaración de Granada, como la suscribió Luena (en calidad de secretario general de La Rioja), así que la "comparte, la apoya y la defiende" como todo el partido. Luena vio "absolutamente compatibles" las palabras de Puig con las tesis del PSOE, porque Granada "es la base de todo". Desde el entorno de Puig aclararon después, no obstante, que el 'president' siempre ha defendido "ir un paso más allá de Granada", y que no le suscita miedo el término 'nación'.

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que se prodiga poco en actos de partido, sí acudió al desayuno de Puig. A la salida, abordado por los periodistas, precisó que el preámbulo del Estatut "no dice que Cataluña sea una nación", sino que se recoge una mera "constatación" de lo afirmado por el Parlament. Ahora hay que "salir al encuentro de Cataluña", hablar de "política", recuperar los "afectos", lo que exige "diálogo, calma y sosiego".

Zapatero, que aunque apoyó a Sánchez se halla más distanciado de él, fue por cierto más prudente cuando se le preguntó por el jefe del PSOE: su liderazgo "va a ser consolidado y respaldado en las urnas", es "el candidato" del partido a La Moncloa y ha recibido "todo el apoyo". Recordó que él ya vivió ese runrún sobre si estaba o no asentado cuando llevaba poco tiempo como máximo responsable de Ferraz y se acercaban las generales de 2004.

Valencia, infrafinanciada

Puig dedicó buena parte del acto a quejarse de la falta de financiación de la Comunidad Valenciana, ahogada por la escasez de recursos y una deuda de 40.000 millones de euros. Su Gobierno propone un sistema de tres tramos. Uno, que sirva para garantizar la "equidad" y el acceso a los servicios públicos en toda España; el segundo, la suficiencia competencial (recursos suficientes para financiar los poderes de cada región), y el tercero, un espacio fiscal propio, que cada comunidad asuma su "corresponsabilidad".

Puig dice que se encuentra “cómodo“ con Compromís y que mantendrá su coalición de gobierno hasta el final. Confía en que no se rompa Compromís

El 'president' denunció que Rajoy ni siquiera le ha recibido en La Moncloa desde que fue investido como sucesor de Alberto Fabra, que no convoque la conferencia de presidentes autonómicos, que no haya puesto en marcha la discusión sobre el nuevo sistema de financiación, que Valencia dependa del "capricho" del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de su decisión de cuándo envía los dineros del FLA -el fondo de rescate autonómico- a su región. Puig no anticipó cómo serán sus primeros Presupuestos, pero sí dio a entender que subirá algunos, porque la comunidad se situaba ahora mismo en la banda "más baja". No irá "más allá de Murcia", dijo, por citar un territorio vecino, y del PP.

Puig gobierna desde el verano con Compromís, y apoyado desde fuera por Podemos. Aseguró que pretende mantener "hasta el final" de legislatura su alianza con la coalición de Mònica Oltra (su vicepresidenta) y Enric Morera, y que se siente "cómodo" con el pacto.

También confía en que no haya "fractura" dentro de Compromís antes de las generales (el Bloc, mayoritario, no quiere acuerdo con Podemos, pero Iniciativa, la formación de Oltra, sí) y que, en todo caso, "no afecte al Gobierno" de izquierdas. Tras 20 años "inenarrables" de ejecutivos del PP, desea "tranquilidad, estabilidad y buen gobierno".

Las listas, la semana próxima

La federación valenciana será la última en elegir a sus candidatos para las generales del 20-D. Puig resaltó que esta semana es clave porque el 9 se celebra el Día de la Comunidad y esta semana se dedicará a hablar de financiación y a reclamar que esta sea "digna". Así que cerrará las listas la próxima semana. Probablemente encabece por Valencia una mujer. No habrá 'consellers' en las candidaturas porque no quiere hacer cambios en su Gobierno ni ponerlo "en dificultades". No lo dijo, pero en la cúpula del PSPV aseguran que en Valencia podrían repetir como diputados, dentro de la plancha, el secretario provincial, José Luis Ábalos, y Ciprià Ciscar, secretario de Organización de Joaquín Almunia; Herick Campos por Alicante, y Susana Ros por Castellón.

Tampoco prevé el líder del PSPV, "en absoluto", que se abra una brecha por las listas entre Pedro Sánchez y Susana Díaz.

Puig consideró "fuera de lugar" hablar de pactos poselectorales ahora mismo, ni si es mejor socio Podemos o Ciudadanos. El PSOE, dijo, ha de defender "con uñas y dientes" su espacio, el del centro izquierda.

Al final, el 'president' deslizó una frase de elogio a la Corona: en tiempos de crisis democrática, la "única institución que ha dado una respuesta clara ha sido la monarquía", con el relevo de Juan Carlos I por su hijo, el rey Felipe VI. Y eso que él es, señaló entre risas, de "valores republicanos".

¿Y nombres propios que acudieron al acto en el Villa Magna? Parte de la ejecutiva federal, capitaneada por César Luena y los portavoces parlamentarios, Antonio Hernándo y Óscar López, el expresidente Zapatero (con quien Puig tiene muy buena relación), el 'expresident' valenciano Joan Lerma, el exministro Jordi Sevilla -coordinador del área económica del programa del PSOE para las generales-, dirigentes del PSOE y del PSPV y hasta el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.

Fue en el último minuto. Cuando ya casi estaba cerrado el desayuno informativo en Madrid en que él, presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, era el protagonista. Le preguntaron si el liderazgo de Pedro Sánchez estaba consolidado. "Sí, por supuesto, sí". Hasta ahí, lo normal. Y le repreguntaron si eso era así, "por lo menos", hasta el 20 de diciembre, fecha de las elecciones generales. En la respuesta, el secretario general del PSPV fue donde se metió en el charco. Primero tiró del latín para advertir de que hay que vivir el momento y ese momento dura muy poco ('Carpe diem, tempus fugit') y después lanzó el mensaje inesperado: "Todo en la vida, efectivamente, es revisable".

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