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Iceta sigue marcando distancias con Sánchez y enfría las prisas sobre el congreso
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CRISIS DE LOS SOCIALISTAS

Iceta sigue marcando distancias con Sánchez y enfría las prisas sobre el congreso

El primer secretario advierte de que el PSC no apoyará a ningún candidato, reconoce que su partido "incomodó" al PSOE al votar no a Rajoy y que faltó "diálogo" por parte de todos en la etapa anterior

Foto: Miquel Iceta, primer secretario del PSC, durante el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, este 23 de noviembre en el hotel Ritz de Madrid. (EFE)
Miquel Iceta, primer secretario del PSC, durante el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, este 23 de noviembre en el hotel Ritz de Madrid. (EFE)

El PSC está sumergido en su particular viaje a la neutralidad. Después de su apoyo cerrado a Pedro Sánchez, por la obediencia debida al secretario general que siempre ha mantenido el partido hermano, ahora lleva semanas separándose y marcando distancias con el ex secretario general y reposicionándose cerca de la gestora. Un camino que Miquel Iceta intenta recorrer en cada una de sus intervenciones públicas.

También este miércoles en un desayuno informativo en Madrid, en el que estuvo acompañado por diputados y dirigentes del PSC, pero también por dos miembros de la cúpula provisional, Ascen Godoy, la adjunta a Organización, y Ricardo Cortés. El primer secretario reconoció que la decisión de romper la disciplina de voto en la investidura de Mariano Rajoy "incomodó" al PSOE y no puede "minimizarse", expresó su confianza en que la relación de "hermandad" entre socialistas no se romperá, diagnosticó que hubo un problema de "diálogo" en la etapa anterior —culpa de Sánchez y de todos los barones, y también suyo, matizó—, proclamó la neutralidad del PSC en la batalla congresual y consideró que el cónclave ha de celebrarse pronto, pero sin prisas.

Foto: Javier Fernández, presidente de la gestora y del Principado de Asturias, este 18 de noviembre en los pasillos de la Cámara autonómica, en Oviedo. (EFE)
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Sus reflexiones, vertidas durante el coloquio posterior a su intervención inicial (prologada por la presentación de su amigo Ángel Gabilondo), encajaban en ese proceso de distensión con Ferraz. Llamó la atención, por ejemplo, su respuesta sobre la fecha del 39º Congreso del PSOE, en el que los militantes del PSC podrían quedar fuera si se decidiera así en la revisión del protocolo. Iceta había apremiado a la gestora, semanas atrás, a convocar el cónclave cuanto antes. Ahora rebajó las prisas: "Queremos que el congreso del PSOE se haga cuanto antes, pero que se haga en condiciones".

Iceta quiere que el congreso se haga "cuanto antes, pero en condiciones" y lamenta que se haya hablado "mucho de fechas y poco de contenidos"

Ahora, señaló, hay "mucha discusión sobre las fechas" —los sanchistas siguen exigiendo que no se demore—, pero "poca sobre los contenidos". Y si hay "acuerdo" sobre estos, "la fecha será lo de menos". Aquí hay un punto de conexión con Ferraz, puesto que entiende que es más urgente repensar el proyecto socialista para luego dar paso a las primarias para la elección del secretario general. "Es normal que necesitemos organizar el debate sobre posiciones políticas", admitió el líder catalán.

Miquel Iceta no es partidario de revisar el protocolo PSOE-PSC si no es para mejorar

Él votó a Pérez Tapias en 2014

Iceta rechazó pronunciarse expresamente por las eventuales candidaturas de Pedro Sánchez y Susana Diaz, "menos cuando no han sido presentadas". Ambos, apuntó, pueden ser secretarios generales porque se requiere simplememente que tengan un "proyecto para España y para el PSOE" y que sean aupados al trono del partido por los militantes. En cualquier caso, él no apoyará "a nadie como primer secretario" del PSC. Recordó que en 2014 él votó por el candidato promovido por Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias, porque era el único que sabía "qué quería hacer". Así que, recomendó, "menos avales y más documentos". En el siguiente proceso, en el que él mantendrá su opción en secreto, respaldará al aspirante que presente el proyecto que más le "convenza". Sí entiende que se deberá hacer un "esfuerzo de cohesión interna y de unidad", y por eso habría que evaluar a los aspirantes a la secretaría general en función de su "capacidad para unir al partido en una situación muy difícil".

El primer secretario no respaldará públicamente a ningún aspirante, pero sí cree que habrá que evaluarlos según su capacidad de "unir" al partido

El PSC respaldó de forma cerrada a Sánchez, incluso en los meses de mayor tensión, en su agonía como líder (al menos por ahora). Iceta explicó que fue así porque procede de una cultura en la que quien es el secretario general se merece el "apoyo de todos", de los que le votaron y de los que no. Y el PSC, reiteró, estuvo al lado de todos los jefes socialistas, desde Felipe González hasta Sánchez, y lo hace "por concepción política" y por la relación de los dos partidos hermanos. Pese a ese aval al último líder, reconoció que hubo errores de gestión. En particular, uno "que no es solo suyo", "y me pongo yo el primero", asumió: "El el PSOE ha faltado más diálogo", compartir más en una situación "muy complicada" y no se hizo "quizá por prudencia, a veces por no decir una inconveniencia".

Miquel Iceta cree que Cataluña es una nación pero no abraza la causa independentista

Tocó hablar de los lazos con el PSOE. Iceta admitió que el PSC tomó una decisión, la de desoír el mandato del comité federal, que "incomodó" al partido hermano y que "no se había producido nunca". Más aún, aquel capítulo "molestó y preocupó". "No seré yo quien minimice este hecho. No hay una teatralización extraña", y cree "lógico" que Ferraz diga que quiere "revisar la relación" y el protocolo que la regula, de 1978 [aquí en PDF], para lo que se ha creado una comisión mixta, formada por tres representantes de cada partido, que analizará "discretamente" cómo se pueden modificar esos vínculos y hacer que respondan "mejor al momento actual". Aunque ese análisis, auguró, llevará su tiempo, por lo que pidió "paciencia". En todo caso, el primer secretario defiende que se cambien las reglas solo si se garantiza que no va a haber problemas en otros 30 años. "Si no, no sería muy partidario". Mucho se ha escrito de la amenaza del PSOE de expulsar de los órganos federales al PSC, y en particular del próximo congreso, de suerte que sus casi 18.000 militantes no podrían elegir al nuevo secretario general. Esa idea, dijo, no se la ha trasladado "nadie", pero si se caminara en esa dirección, los dos partidos se conducirían hacia una relación "confederal".

El líder catalán prefiere no tocar el protocolo si no es para mejorarlo, y avisa de que sacar al PSC de los órganos sería seguir una senda "confederal"

Iceta tiene la percepción de que PSOE y PSC no son un matrimonio, sino dos hermanos "que no van a dejar nunca de serlo", y esa fraternidad "no se va a romper", porque además no ha sentido "ninguna voluntad de romperal por parte de nadie, y menos que nadie por parte del presidente de la gestora", Javier Fernández. Otro guiño explícito a Ferraz.

"Las cuatro erres"

Y otro más: la cuestión nominalista. El primer secretario aprovechó para aclarar en Madrid cómo concibe el PSC a Cataluña: "Creemos que es una nación, una comunidad nacional, pero no abrazamos la causa de la independencia. No reivindicamos el derecho de autodeterminación y acabamos de ratificar en nuestro congreso que la decisión respecto de qué es lo que ha de ser España corresponde a todos los españoles y no a una parte de ellos". El PSC no es "una especie de quintacolumnista soberanista o independentista —remarcó, en un mensaje que también podía ir dirigido a la gestora—, quizá somos la última viga que resiste la presión que amenaza con derribar el puente de la esperanza de encontrar una solución no traumática al problema de la relación entre Cataluña y el resto de España".


El PSC, en suma, defiende con ahínco la reforma constitucional en sentido federal que los socialistas plasmaron en la 'Declaración de Granada' que se aprobó en 2013. Una modificación que debería contener "las cuatro erres": reglas (para distribuir mejor las competencias), recursos (fijando los grandes principios del sistema de financiación autonómica), representación (a través de un Senado o un Consejo federales) y reconocimiento, que no tiene coste y forma parte de los intangibles. Ahí está la conceptualización de Cataluña como nación.

Tras el desayuno, rostros de distensión en la gestora. "Ningún problema con Miquel", "discurso muy sensato"... Todo era parabienes. Se valoraba que reconociera que la indisciplina del PSC "molestó" al PSOE, que marcara distancias con Sánchez o que pretenda tender puentes. La foto final era muy elocuente: Iceta conversando tranquilamente con la adjunta de Organización de Ferraz, la extremeña Ascen Godoy.

Celebración por el acuerdo PSE-PNV

Miquel Iceta también dedicó unos minutos de su intervención a hablar del pacto entre PNV y PSE. Un ejemplo de "mensaje de concordia, respeto a la legalidad y la integración". 

Un pacto que recoge la "ambición del País Vasco", pero que al tiempo es "compatible con una España que se reconoce feliz de ser plural y diversa".  El caso vasco es una prueba de que cuando "hay voluntad", "no hay suspicacia, no hay recelo". "No me los imagino votando nada en contra de nuestros principios", elogió con entusiasmo a los compañeros del PSE, federación de la que tenía delante a uno de los negociadores de la alianza, el veterano Rodolfo Ares. 

A ver si toman ejemplo del País Vasco y del pacto PNV-PSE!", exclamó Iceta, celebrando la cultura del acuerdo, en la que también se encuentra cómodo el PSE. 

Iceta llenó el salón principal del Ritz este miércoles. Agradeció la presencia de los miembros de la gestora Ascen Godoy y Ricardo Cortés, de seis de los siete diputados catalanes (todos menos Meritxell Batet, de viaje humanitario en Jordania), el expresidente de la Generalitat José Montilla; el delegado del Govern en Madrid, Ferran Mascarell; el diputado de la antigua Convergència Carles Campuzano; los dirigentes socialistas Enrique Barón, Rodolfo Ares y Cristina Narbona, y la líder del PSOE-M, Sara Hernández.

Entre el público también se hallaba la que fue la directora de Comunicación del PSOE durante el mandato de Pedro Sánchez, Maritcha Ruiz Mateos, que también se encarga de llevar la prensa ahora al ex secretario general

Pero quizá el invitado más ilustre fue su presentador, Ángel Gabilondo, portavoz socialista en la Asamblea de Madrid. El exministro de Educación definió a Iceta como un dirigente que combina coraje y moderado, que encarna "la audacia de ser mesurado". Porque el primer secretario, pese a las tensiones de los últimos meses, es un hombre apreciado en el PSC y en el PSOE. Un tipo listo, listísimo, con enorme sentido común y un fino sentido del humor. El hombre que, como él mismo dijo, ya no sale de casa sin el protocolo de unidad de 1978, sin la 'Declaración de Granada' y ahora, sin el pacto PNV-PSE. Por lo que pueda pasar. 

El PSC está sumergido en su particular viaje a la neutralidad. Después de su apoyo cerrado a Pedro Sánchez, por la obediencia debida al secretario general que siempre ha mantenido el partido hermano, ahora lleva semanas separándose y marcando distancias con el ex secretario general y reposicionándose cerca de la gestora. Un camino que Miquel Iceta intenta recorrer en cada una de sus intervenciones públicas.

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