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El euríbor baila al son del BCE y ahoga a cámara lenta a miles de familias
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INFLACIÓN Y TEMOR A UNA RECESIÓN

El euríbor baila al son del BCE y ahoga a cámara lenta a miles de familias

Al fuerte incremento de la inflación y a los temores crecientes a una futura recesión, se suma un euríbor que no ha dejado de escalar posiciones desde el pasado mes de marzo

Foto: El euríbor baila al son del BCE y ahoga a cámara lenta a miles de familias. (iStock)
El euríbor baila al son del BCE y ahoga a cámara lenta a miles de familias. (iStock)
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Miles de hipotecados se preparan para apretarse el cinturón. Al fuerte incremento de los precios —la inflación escaló al 10,8% en julio, máximos de los últimos 38 años— y los temores crecientes a una futura recesión, se suma un euríbor que no ha dejado de escalar posiciones desde el pasado de marzo y que está añadiendo una presión extra a todas aquellas familias que tienen contratada una hipoteca variable.

Un gasto extra al que no estaban acostumbradas desde hacía más de un lustro y que provocará que todas esas familias se aprieten un poco más el cinturón en previsión a un futuro económico complicado en España. La confianza de los consumidores, de hecho, se encuentra en mínimos desde el pasado mes de marzo, cuando se inició la guerra en Ucrania.

Bankinter estima que el euríbor despedirá 2022 en el 1,90% para escalar al 2,2% en 2023

La remontada del euríbor ha sido especialmente intensa en los últimos meses, al calor de los rumores y posterior confirmación de la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en 50 puntos básicos —el doble de lo esperado—, en su reunión de julio y, si bien, la escalada se ha ralentizado en las últimas semanas, podría de nuevo acelerarse a medida que se acerca la reunión de septiembre del BCE, cuando se espera una nueva subida para combatir el imparable ascenso de la inflación.

De la misma dependerá también la evolución del euríbor, cuyo comportamiento en los últimos años no ha hecho más que tirar por tierra, una y otra vez, las previsiones de los analistas. De ahí la dificultad de acertar con los movimientos futuros del indicador.

Por lo pronto, Bankinter estima que el euríbor despedirá 2022 en el 1,90% para escalar al 2,2% en 2023. Previsiones que, de cumplirse, suponen malas noticias para los hipotecados, ya que todos estos incrementos se traducirán en aumentos en las cuotas, pero también en hipotecas más caras para los futuros hipotecados.

"En junio, el euríbor experimentó la mayor subida mensual de la historia. Sin embargo, lleva varias semanas a la baja en su referencia diaria como consecuencia de la enorme incertidumbre y volatilidad actuales. Por ello, hacer previsiones en este momento es un tanto aventurado. La clave está en cuánto de rápidas y de qué intensidad sean las siguientes subidas de tipos por el BCE tras la anunciada en julio. Y ello dependerá, a su vez, de cuál sea la evolución de los datos de inflación", explica Luis Javaloyes, CEO de Agencia Negociadora.

De ahí que la próxima reunión de septiembre sea clave. Aunque si echamos la vista atrás, todo es posible.

"Durante el mes pasado la evolución del euríbor en tres semanas fue similar a la que el mercado esperaba para todo el año. La evolución del mismo, efectivamente, dependerá de la evolución de los tipos de interés y de las perspectivas que tenga el mercado sobre la economía. Hasta hace unas semanas, la evolución de los 'swaps' reflejaban un fuerte incremento para los próximos meses. No obstante, ahora las noticias sobre recesión han enfriado las tensiones sobre la evolución futura del indicador", asegura Antonio de la Fuente, director general y de finanzas corporativas de Colliers.

Foto: Los presidentes de la Fed, Jerome Powell, y del BCE, Christine Lagarde. (Reuters)

Y es que, si Europa entra en recesión, las subidas de tipos del BCE para contener la inflación habrán sido un espejismo y que, en unos meses, recupere una política monetaria expansiva para reanimar la recuperación económica.

"Estamos viviendo una situación atípica, con los precios disparados, una mala política energética en Europa, una guerra y una subida de tipos de interés por parte del BCE que necesita tener herramientas —bajar los tipos— para poder dinamizar la economía cuando sea necesario", explicaba recientemente a El Confidencial Ricardo Gulias, bróker hipotecario y director de RN Tu Solución Hipotecaria.

Una opinión que comparte Javaloyes. "La mera expectativa de recesión está haciendo ya su efecto en los precios y quizá veamos cómo en el último trimestre del año se modere su escalada. Los precios de las materias primas están cayendo y el coste de los contenedores en los transportes internacionales también se ha reducido un 50% desde máximos. Además, el dato de IPC interanual del último trimestre será sobre precios que ya habían empezado a crecer, con lo que el diferencial será menor".

Inflación y euríbor se 'comen' los ingresos familiares

Y todo esto se produce en un contexto en el que la subida del precio de la luz, la gasolina, la cesta de la compra y la cuota de la hipoteca está obligando a las familias a apretarse de nuevo el cinturón.

Para Antonio de la Fuente, "lógicamente, el incremento de los tipos de interés supone un incremento de las cuotas de las hipotecas que tienen que pagar las familias. Sin embargo, hasta la fecha el efecto que han sufrido las familias por el incremento de la inflación ha tenido un efecto mucho mayor que el del incremento del euríbor".

"La inflación se está comiendo el ahorro de las familias españolas. En el primer trimestre del año, la subida de los precios obligó a los españoles a gastar más de lo que ingresaron. Estos datos, junto con un encarecimiento del 8,5% de la vivienda entre enero y marzo, explican que el esfuerzo que los españoles tienen que hacer para afrontar el pago de una hipoteca sea mayor que en trimestres anteriores", destaca Javaloyes.

Foto: Foto: iStock.

En su opinión, "con la evolución del euríbor en el segundo trimestre, y con la anunciada subida de tipos de interés por parte del BCE, los hogares a los que les toque la revisión de sus hipotecas variables tendrán que hacer, necesariamente, cada vez mayor esfuerzo incluso teniendo que destinar más del 35% de sus ingresos al pago de la hipoteca".

Los ya hipotecados —excepto quienes han contratado a tipo fijo en los últimos tres o cuatro años— están siendo los principales damnificados por la subida del euríbor, especialmente aquellos que han tenido que revisar su hipoteca en los dos últimos meses. A todos ellos, dependiendo del importe de la hipoteca, el plazo y el diferencial, la factura se traduce entre 100 y 200 euros más al mes, o entre 1.200 y 2.400 euros más al año, según cálculos de iAhorro. Cifras muy relevantes para una economía familiar.

Los hipotecados a variable pagarán 100-200 euros más al mes; 1.200-2.400 euros más al año

Pero también sufrirán las consecuencias de este entorno tan volátil y de incremento de tipos, aquellos que quieren comprar una casa y están buscando una hipoteca, ya que la oferta a tipo fijo ya se ha encarecido y seguirá haciéndolo en los próximos meses, mientras que con un euríbor al alza, el variable tampoco resulta tan atractivo como en el pasado.

"A los bancos les va a costar más dinero financiarse, por lo que seguramente repercutirán este coste en los usuarios. Posiblemente, muchos bancos revisarán las ofertas de sus hipotecas y préstamos al alza, y es posible que en unas semanas sea muy difícil encontrar hipotecas fijas por debajo del 2% TIN. Ya estábamos rondando el 2% y ahora podría haber otro empujón hasta el 2,5%", destaca Simone Colombelli, director de hipotecas de iAhorro.

"En estos momentos, la firma de hipotecas a tipo fijo se ha encarecido considerablemente", asegura Antonio de la Fuente, quien advierte, sin embargo, que "la decisión de optar o no por una hipoteca tipo fijo no debe estar exclusivamente motivada por el potencial ahorro que se pueda tener en momentos puntuales, sino por la capacidad real de afrontar los incrementos y fluctuaciones sobre el concepto al que destinas el mayor porcentaje de tus ingresos netos (35 y el 40%) durante los próximos 20 a 25 años".

Foto: El último tren para subirse a las hipotecas a tipo fijo está a punto de partir. (Foto: iStock))

No obstante, según Luis Javaloyes considera que "si surge la oportunidad de subirse al tren que está a punto marcharse, lo lógico sería aprovecharlo, ya que es posible que algunos bancos sigan ofreciendo hipotecas a tipo fijo a precios competitivos, pero será durante muy poco tiempo".

Ya sea por la inflación o por el euríbor, comienza a preocupar la capacidad de las familias para afrontar ambos aumentos y el impacto que puede tener sobre la morosidad. De hecho, como explicaba recientemente El Confidencial, los bancos han comenzado a percibir las primeras señales de alarma por la actual crisis inflacionista, al ver en los últimos meses crecer tanto su cartera de créditos al consumo como la morosidad de este segmento, que es uno de los primeros en sufrir impagos en caso de recesión.

"Esta escalada del euríbor junto a una inflación por encima del 10%, y salvo que los salarios crezcan al mismo ritmo, implica un riesgo de que las familias tengan que dejar de pagar cuotas de préstamos para poder atender sus necesidades en alimentación y energía. Y sin perder de vista que la contracción de la economía pueda derivar o no en una recesión, con su influencia en la situación del empleo, que es el factor principal que impulsa la morosidad", destaca Javaloyes.

Por lo pronto, Antonio de la Fuente, lo ve actualmente poco probable. "Históricamente, el incremento de la morosidad en las hipotecas no ha venido tanto influenciada por el incremento de los costes de financiación, como por el descenso de la actividad económica o por las crisis financieras. Con carácter general, lo último que se deja de pagar es la hipoteca, y es más, históricamente la morosidad de las hipotecas han estado por debajo de la morosidad de las pymes y empresas", concluye.

Miles de hipotecados se preparan para apretarse el cinturón. Al fuerte incremento de los precios —la inflación escaló al 10,8% en julio, máximos de los últimos 38 años— y los temores crecientes a una futura recesión, se suma un euríbor que no ha dejado de escalar posiciones desde el pasado de marzo y que está añadiendo una presión extra a todas aquellas familias que tienen contratada una hipoteca variable.

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