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¿Quieres dormir como nunca? Estos hoteles están decididos a ayudarte
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¿Quieres dormir como nunca? Estos hoteles están decididos a ayudarte

Los hoteles de alta tecnología se obsesionan con la iluminación, la insonorización e incluso las bebidas de "carbón activado" para optimizar el sueño de los huéspedes. Nuestro escritor insomne puso uno a prueba

Foto: Un trabajador mira a través de la ventana de un hotel de lujo. (Getty Images/Paula Bronstein)
Un trabajador mira a través de la ventana de un hotel de lujo. (Getty Images/Paula Bronstein)

Cuando escuché que había surgido una nueva tanda de programas de hoteles y spas pensando en los viajeros insomnes, me quedé intrigada. Yo fui una de las muchas personas que, en el punto álgido de la pandemia, empezó a perder el sueño, y desde entonces he seguido adelante sin descanso dedicado. Mientras escribo esto, estoy embarazada de seis meses, terminando uno de los proyectos de mayor presión de mi carrera y acabo de regresar de dos viajes que decididamente no fueron reparadores.

En busca de unas vacaciones centradas en el sueño, busqué cerca de casa. El equipo de Equinox Hotels, que abrió su primer establecimiento en Nueva York en 2019, pasó dos años trabajando con expertos para crear colchones reguladores de temperatura, paredes insonorizadas y un programa de ejercicios de relajación para sus habitaciones. Los vídeos de meditación vienen precargados en los televisores, y un menú "para dormir bien" incluye bebidas impregnadas de ashwagandha (una sustancia que supuestamente mejora el sueño) y carbón vegetal (ídem). Si todo eso no te deja noqueado, puedes asaltar el minibar centrado en la salud en busca de CBD y crema de magnesio, o sacar la esterilla de yoga y adoptar la postura del niño.

Chris Norton, consejero delegado de Equinox Hotels, afirma que su equipo se centró sobre todo en que las habitaciones fueran frescas, oscuras y silenciosas, la santísima trinidad para dormir bien, según la Fundación Nacional del Sueño. "A veces apagas las luces del hotel y te encuentras con 20 lucecitas rojas, verdes y azules conectadas al televisor", explica. En el hotel Equinox, un botón deja la habitación completamente a oscuras, y el sistema de aire acondicionado "no se pasa toda al noche encendiéndose y apagándose", explica Norton.

Foto: Durante la menopausia es habitual sufrir insomnio, sobre todo despertar precoz. (iStock)

Tenía que saberlo: ¿podría una habitación de hotel meticulosamente diseñada mejorar realmente el descanso, o estaba a punto de ser engañada para que desembolsara casi 1.000 dólares por otra noche de insomnio?

Por casi el doble, el hotel Equinox también ofrece un paquete de dos noches que incluye crioterapia y tratamientos con ondas sonoras. Pero en busca de una recuperación rápida, reservé sólo una noche para probar las habitaciones supuestamente optimizadas para el sueño del hotel.

Para maximizar mis probabilidades somnolientas, monté mi propio programa de sueño para acompañar mi estancia, basado en los consejos de Aric Prather, psicólogo del sueño y profesor de la Universidad de California en San Francisco.

"No somos como los ordenadores portátiles, que se apagan sin más", me dijo Prather, y me sugirió un paréntesis de dos horas antes de acostarme en el que realizaría actividades "ligeramente positivas, pero tranquilas". Hacer ejercicio, una ducha caliente, trabajar la respiración, una cena ligera y evitar la cafeína a última hora del día pueden ayudar a conciliar mejor el sueño, afirma.

Foto: Foto: iStock.

Así que, después de registrarme a las 2 de la tarde, fui a nadar a la piscina del hotel y cené pescado temprano. Ambas cosas me gustaron, pero a medida que iba tachando cosas de mi lista de cosas por hacer, tenía la sensación de que estaba complicando demasiado las decisiones básicas. ¿Realmente necesito una de las bebidas de bienestar que se ofrecen? ¿Se puede tomar "carbón activado" estando embarazada?

Fue entonces cuando recordé otra cosa que había dicho Prather. "Cuanto más te esfuerces en dormir, más difícil te resultará", advirtió. "El secreto está en disfrutar de estas ofertas reconstituyentes sin tener grandes expectativas. Piensa en ellas como una bondad que te haces a ti mismo y no pongas tanta presión en los efectos".

A medida que se acercaba la noche, me solté un poco. Después de cenar, fui a Little Spain, una tienda de comestibles cercana, y compré una torta de chocolate, una elección teóricamente imprudente dado el contenido de cafeína del chocolate, pero, racionalicé, sensata desde el punto de vista emocional. Di un paseo espontáneo, justificándolo como la actividad "ligeramente positiva pero de baja excitación" que Prather había recomendado.

De vuelta a mi habitación, hacia las ocho de la tarde, vi el restaurante del hotel lleno de gente y deseé haber quedado con un amigo en lugar de esforzarme por dormir con tanto rigor. Pero mi plan me obligaba a estar en la cama a las 21.30 y aún tenía que darme una ducha caliente y seguir la rutina de meditación guiada y estiramientos de la televisión de mi habitación.

Foto: Imagen de archivo. Fuente: iStock

Estas tareas valieron la pena. Cuando apagué las luces, no me obsesioné con lo que había hecho o dejado de hacer, una rareza para un cerebro que suele replantearse cada correo electrónico desde la percha de la almohada. Me dormí en menos de 10 minutos. Me quedé así casi nueve horas ininterrumpidas -un 50% más que en mi último viaje- y me sentí elástica cuando salí a correr por la mañana

Ahora, en casa, intento seguir la rutina de relajación que está publicada en la página de YouTube del hotel. Algunas noches me salto mi estiramiento favorito y otras, cuando salgo con amigos, caigo en hábitos familiares que me quitan el sueño, como mirar el móvil antes de acostarme. Pero en esos momentos, intento ser amable conmigo misma y relajarme, aunque sea con un poco de chocolate.

DORMIR FUERA DE CASA

Descansa tranquilo en estos lugares dedicados al sueño

Sensei Lanai | Ciudad de Lanai, Hawaii

En el programa de cinco noches "Descanso y Recuperación" de este resort de Four Seasons, los huéspedes recogen datos con un rastreador digital y revisan su calidad de sueño con expertos de la casa, que adaptan los consejos a las necesidades específicas de sueño de los huéspedes. Desde 1.785 $ la noche.

Foto: Six Senses Ibiza: un templo desde el que recuperar el equilibrio perdido. (Cortesía)

Mohonk Mountain House | New Paltz, Nueva York

En el Valle del Hudson, apúntate a una sesión personal de mindfulness con un psicólogo, centrada en técnicas que pueden ayudarte a relajarte y dormir mejor. 200 $ por una sesión individual de 50 minutos, 270 $ para dos personas.

The Springs Resort | Pagosa Springs, Colorado

Antes de acostarse, tome una ducha caliente y sumérjase en las aguas termales naturales del complejo, como parte de la rutina de relajación recomendada por el complejo, que también incluye una sesión de yoga. La oferta también incluye un "saco de dormir" para el teléfono. 329 $ la noche

Foto: La 'consellera' de Igualdad de la Generalitat, Tània Verge. (EFE/David Borrat)

The Carillon | Miami

El "Circuito del Sueño" de este resort incluye una sesión de flotación en un baño de sales, un rato en una cápsula de meditación que parece de la era espacial y una terapia de sonido que supuestamente puede hacer que las siestas sean más placenteras. 436 dólares por el circuito completo de cinco tratamientos de dos horas.

Canyon Ranch | Tucson, Arizona y Lenox, Massachussets

Durante un retiro de cinco noches, aprenderás técnicas de gestión del estrés, participarás en clases de meditación y recibirás entrenamiento para dormir. También puedes optar por una prueba de apnea del sueño, cuyos resultados revisará un médico. 1.450 $ la noche con comidas.

*Contenido con licencia de “The Wall Street Journal”

Cuando escuché que había surgido una nueva tanda de programas de hoteles y spas pensando en los viajeros insomnes, me quedé intrigada. Yo fui una de las muchas personas que, en el punto álgido de la pandemia, empezó a perder el sueño, y desde entonces he seguido adelante sin descanso dedicado. Mientras escribo esto, estoy embarazada de seis meses, terminando uno de los proyectos de mayor presión de mi carrera y acabo de regresar de dos viajes que decididamente no fueron reparadores.

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