El lado oscuro del 'mindfulness': por qué a veces puede ser perjudicial para la salud

Si algo hemos aprendido en estos últimos meses es a convivir más tiempo con nosotros mismos. Al estar tan recluidos en casa y reducir las interacciones sociales, hemos tenido que hacer esas cosas que solíamos hacer en el exterior dentro del hogar, como por ejemplo entrenar. Del mismo modo, son muchas las personas que a lo largo de este tiempo de pandemia han descubierto los beneficios de la meditación para cuidar su salud mental en tiempos de tanta ansiedad e incertidumbre como los que estamos viviendo.

Es evidente que realizar 'mindfulness' puede ser muy beneficioso para la salud, al menos en general. Pero, ¿puede llegar a ser contraproducente en algunos casos? ¿Qué efectos secundarios puede tener en la vida cotidiana de quien lo practica? Lo cierto es que ningún exceso es bueno, y tampoco hay que pretender ser un monje budista y pasarse todo el día en posición de loto para notar sus efectos. De hecho, hay varios estudios científicos que aseguran que podría llegar a producir consecuencias inesperadas si se realiza en exceso, justamente lo contrario a todas las sensaciones positivas que debe provocar a quien lo practica.

"Muchas personas experimentan sensaciones de insensibilidad. Decían: 'No puedo sentir nada. ¿Qué puedo hacer?'"

Así lo reflejaba un estudio publicado en 2019 en la revista científica 'Plos One' que descubrió que el 25% de los asiduos al 'mindfulness' reportaron desde ataques de pánico hasta depresión, junto con una molesta sensación de disociación de la realidad o desrealización. A tal punto ha llegado el caso que uno de los investigadores ha fundado una organización sin ánimo de lucro para ayudar a estos 'meditadores en apuros', tal y como informa un reciente artículo de la 'BBC'.

"Tuvimos más de 20.000 personas que quisieron contactar con nosotros en todo 2020", asegura Willoughby Britton, profesor de psiquiatría y comportamiento humano de la Universidad de Brown. "Muchas de ellas experimentaron sensaciones de embotamiento e insensibilidad. Decían: 'No puedo sentir nada, no siento ningún amor por mi familia. ¿Qué puedo hacer?".

Una "extraña sensación de disociación"

Es muy paradójico que la práctica que te permite llevar una buena gestión de las emociones y los pensamientos acabe por hacerte insensible a todo lo que te pasa. Pero vayamos poco a poco. En primer lugar, el 'mindfulness'es una actividad que engloba diferentes técnicas para fomentar la concentración. La más común es la respiración consciente, la cual, como su nombre indica, consiste básicamente en centrarse en la sensación y los estímulos derivados del acto de respirar, tratando de evitar durante ese tiempo otros pensamientos intrusivos que impiden relajarnos. Otra de ellas es la del 'body scan' o "escaneo corporal", la cual se basa en fijar la atención en todos tus órganos, de la cabeza a los pies.

"Si se abusa de el 'mindfullness' puede llegar a mitigar todos los sentimientos, tanto negativos como positivos"

Este tipo de prácticas están destinadas a conectarte con el presente y los efectos en la mente pueden llegar a monitorizarse en los escáneres cerebrales, lo que enseña que hay un notable crecimiento en la zona de la ínsula, localizada en la corteza cerebral, encargada de todo lo que afecta a la percepción y las emociones. Por ello, el 'mindfulness' promete mantenernos más en contacto con nuestros sentimientos y así estar más en paz con nosotros mismos y tomar buenas decisiones. Estos son los efectos que 'a priori' produce la meditación, pero solo si se practica con moderación.

Otros estudios paralelos a los de Britton sugieren que la meditación podría aumentar la actividad de la corteza prefrontal dorsolateral, la zona en la que se encuentra el sistema límbico, encargado de regular las emociones. "Si no se realiza en exceso, el 'mindfulness' puede hacer que tengamos una mejor forma de gestionar las emociones", asegura el científico. "Pero si se abusa de él, puede llegar a mitigar todos los sentimientos, tanto negativos como positivos, hasta el punto de no sentir nada de alegría ni tampoco tristeza". Otro estudio que alertó sobre estos efectos la calificó como una "extraña sensación de disociación" de la vida del paciente, un síntoma que afectó al 8% de los entrevistados.

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E. Zamorano

Un abuso de la práctica del 'mindfulness' también puede conllevar problemas en los hábitos del sueño. Aunque nos ayude a estar más relajados, es curioso comprobar cómo muchos asiduos a estas sesiones tenían peor calidad del sueño que aquellos que no se tomaban unos minutos al día para meditar. "Al igual que hay drogas que están destinadas a mejorar la atención y mantener a cuerpo y mente en alerta, la meditación si se lleva demasiado lejos también puede provocar ansiedad e insomnio, ya que existe una excitación química entre los sistemas de atención y excitación del cerebro".

Aunque todos estos síntomas puedan llegar a desarrollarse si practicamos demasiado el 'mindfulness', no por ello deberíamos tener reparo en llevarla a cabo si nos sentimos estresados o muy estresados. Al fin y al cabo, estas consecuencias malas para la salud suelen ser una excepción y no la norma; por ello, no te preocupes si recientemente has tomado la decisión de meditar, ya que si no lo practicas en exceso seguro que te viene muy bien para llevar un control de las emociones más adecuado y, por tanto, mejorar tu calidad de vida.