Teresa no se decide entre Mario y Cañete: ¿Quién ocupará su corazón en 'La Moderna'?

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Lázara sigue causando problemas en el Salón de té La Moderna, mientras que Teresa no termina de decidirse entre Mario y Cañete en el episodio que este viernes emite la ficción de época de La 1 de TVE. Además, Antonia no va a dejar que se cometa una injusticia con Marta.

En el capítulo anterior, Íñigo ha expulsado a Jacobo de su casa después de enterarse de que se hizo pasar por el hijo de Jaime. Por otro lado, Galán ha intentado aprovecharse de Laurita. Mientras, Antonia se ha acercado a la verdad y ha tenido que soportar nuevas amenazas por parte de don Cecilio.

Íñigo ahora sospecha de Jacobo y cree que podría estar detrás de la desaparición de Aguirre. Matilde cree que lo mejor es compartir sus avances con la policía. "Yo no sé qué pensar", confiesa su prometido. El detective, en cambio, no considera conveniente alertar a las autoridades, ya que podría poner a Carla y a Jacobo en sobre aviso.

La confusión de Teresa

Íñigo no sabe hacia dónde dirigir sus sospechas. Lo único que tiene claro es que no pueden confiar en nadie. Por su parte, Fabio del Moral empieza a hacer buenas migas con el presidente del Gobierno y se toma muy en serio su nuevo rol en el mundo de la política. Doña Bárbara le sugiere a su hija que no pierda de vista a Íñigo y Jacobo. Su madre califica de infantil su último encuentro con Matilde.

Teresa se desahoga con Trini y le cuenta su última cita con Mario en el cine. La encargada está disgustada con el comportamiento que ha tenido Cañete en los últimos días y siente cierta compasión por él. Su compañera admite que pasó una agradable velada con su expareja en el Madrid Cabaret. La mujer del librero necesita saber hacia dónde se inclina la balanza, pero su amiga está completamente confundida y no termina de decidirse.

Laurita se disculpa con don Fermín. El empresario se ha enterado de que Galán y ella terminaron el trabajo del reportaje en su buhardilla. La publicitaria recibe un regalo que genera extrañeza en su tío. El periodista le ha obsequiado con un vestido de una distinguida boutique, algo que al jefe de La Moderna no le hace ninguna gracia. El propietario de las galerías sospecha que la relación entre ambos no solo sea laboral, pero su sobrina le quita esa idea de la cabeza. La joven devolverá el vestido.

Antonia ha hecho acopio de todos los periódicos del día que falleció Higinio para intentar demostrar que don Cecilio estuvo en la ciudad. Trini, Miguel y Elías comparten los atributos de Mario delante de Cañete, y le animan a que luche por el amor de Teresa y no tire la toalla. Por su parte, Jacobo se presenta en la corrala. Matilde se niega a hablar con él: no quiere tener trato con un farsante.

El joven quiere que Matilde le deje explicarse, ya que con su prometido es una batalla perdida. Finalmente, la dependienta le invita a entrar a su casa. Mientras, Antonia ha encontrado la prueba que demuestra que don Cecilio estuvo en una feria culinaria celebrada en Madrid. Por su parte, Inés le cuenta a César que la conocida escritora Josefina de la Torre ha elegido su local para una reunión. Inés ha tenido un error, ya que el gerente del Madrid Cabaret ya había guardado la reserva para el torero Juan Belmonte.

Inés y César, cada vez más cerca

La joven solucionará su metedura de pata, mientras que el encargado alaba su iniciativa. Mientras, Lázara vuelve a hacer de las suyas y le cuenta a Pietro que una compañera del salón criticó las pastas del repostero. "Fue Trinidad", confiesa la empleada, mientras el italiano quiere hablar con ella para que no vuelva a hablar mal de su trabajo a sus espaldas.

Elías está encantado con Mario, que les ha regalado unos vales de descuento para la tienda de gramófonos y les adelantará las novedades musicales. Cañete se enfada al ver que la avaricia de su amigo puede con su amistad. Además, el camarero le cuenta que Teresa volverá a salir con Mario al Madrid Cabaret. Mientras, Antonia asiste al obrador para contarle a Pietro que don Cecilio estaba en Madrid el día de la muerte de Higinio.

Matilde ha convencido a Íñigo para que escuche a Jacobo. El joven vuelve a insistirles en que doña Carla le secuestró y que eso no es mentira. El hijo ilegítimo de don Jaime les hace ver que es cuanto menos sospechoso que Carla le desacreditara después de que el empresario le acusara de la desaparición de Aguirre. Según, el farsante, la mujer usó una cortina de humo para que su querido amigo no sospechara de ella.

"Tiene mucho que ocultar", las sospechas de Matilde se depositan en Carla. Mientras, Íñigo no sabe qué pensar, pero sigue sin fiarse del todo de las palabras de Jacobo. La pareja no descartará a la villana que, según la mayor de los Garcés, es tan mala como Aguirre y Jacobo o peor.

Antonia necesita conseguir una declaración de culpabilidad del comercial de Valladolid. La veterana dependienta vuelve a llamar a la residencia de don Cecilio. La mujer confiesa que hay una nueva pista sobre Higinio y le emplaza a encontrarse en su casa. Mientras, Matilde se derrumba cuando estaba escribiendo una carta a Luisa. La joven confiesa que le echa mucho de menos. Clarita también se pone triste al recordar a su familia.

Inés ha juntado a la escritora Josefina de la Torre y al torero Juan Belmonte, que comparten una agradable velada en el Madrid Cabaret. César celebra la idea de su empleada y, a modo de agradecimiento, le propone llevar las relaciones públicas del local, sin abandonar su rol de camarera. Por su parte, Íñigo apoya a Matilde, que mira a su pasado y solo ve desgracias. Sin embargo, el amor de la pareja puede con todo.