Íñigo descubre la verdadera cara de doña Carla en 'La Moderna': ¿asumirá su culpa la villana?

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• Avance del capítulo 137 de La Moderna del miércoles, 10 de abril

Jacobo se ha cansado de esconderse en el Salón de té La Moderna, y vuelve con ganas de desenmascarar a doña Carla delante de Íñigo en un nuevo episodio de la ficción de época protagonizada por Helena Ezquerro y Almagro San Miguel. El empresario descubre la verdad sobre una amiga que, pronto, se convertirá en sospechosa. En el capítulo anterior, Antonia ha visitado a Marta a la cárcel. La joven se ha entregado a la policía para no hacer sufrir más a la dependienta que siempre ha intentado protegerle de los problemas.

Además, Jacobo ha aparecido en el despacho de doña Carla para que le pague el dinero que le corresponde por ser el hijo (falso) de don Jaime de Morcuende a ojos de la sociedad. La villana de La Moderna le ha contado a su madre que el impostor es el responsable de los anónimos amenazantes. Doña Bárbara le ha sugerido que acabe con él, mientras Íñigo ha descubierto que la empresaria secuestró a Jacobo.

Jacobo está convencido de que Carla está detrás de la desaparición de Aguirre. Íñigo le cuenta que su amiga le contó que hacía días que no sabía nada de él, pero el joven no se cree ni una sola palabra. "¿Me está diciendo que ha matado a Aguirre"?, pregunta contrariado el prometido de Matilde. Por su lado, la dependienta está animada porque ha encontrado una academia para su formación como maestra.

La valentía de Antonia

Íñigo le cuenta a su pareja que Carla tenía secuestrado a Jacobo contra su voluntad y que Aguirre le ayudó a salir de ese cobertizo. Ahora, Matilde no tiene ninguna duda de que Carla está detrás de su desaparición. El empresario cree que la viuda de su amigo Jaime debería estar contra la justicia. El joven quiere ponerle contra las cuerdas para descubrir la verdad y saber si Jacobo está mintiendo. Matilde le pide que no se deje llevar por sus impulsos y que sea sutil durante su encuentro con Carla.

Bárbara le sugiere a su hija que se adelante a los movimientos de Jacobo y sea ella la que tome la iniciativa. Mientras, Laurita comparte con Inés sus primeras sensaciones sobre Galán. El reportero le puso la mano en el hombro durante su reunión sobre el reportaje de La Moderna. Su hermana intenta recrear ese momento incómodo y la encargada de publicidad del local finalmente concluye que fue algo inocente, pero inesperado.

Don Fermín se entera del último rumor avivado por Esperanza que implica a su sobrina Laurita y deja claro que entre Galán y ella no hay ninguna relación más allá de lo estrictamente laboral. Por su parte, Inés quiere apuntarse a unas clases de canto, pero hasta que no cobre su primer sueldo no puede asumir ese gasto. Lázara pone la oreja y se entera de que Matilde quiere compaginar su trabajo con sus estudios. "Su rendimiento va a pasar factura", valora su compañera. La mayor de los Garcés asegura que trabaja en el salón por necesidad, mientras Antonia le pide que haga oídos sordos a los comentarios de la empleada más aguafiestas de La Moderna.

Trini está encantada con la amabilidad de Mario. Miguel también valora las bondades de la expareja de Teresa. Sin embargo, ambos quieren apoyar a Cañete en un momento tan complicado, donde el desamor vuelve a llamar a su puerta. Por otro lado, Antonia acude al despacho de don Fermín y vuelve a defender la inocencia de Marta, mientras no puede esconder su pesadumbre, al ver entre rejas a una joven que solo ha tenido mala suerte.

Su jefe le intenta abrir los ojos y le hace ver que esa joven le ha generado demasiados problemas y quebraderos de cabeza. "Se está equivocando, se está cometiendo una injusticia", asegura Antonia que no se rendirá hasta que el verdadero culpable pague por lo que ha hecho. Don Fermín le pregunta sobre la relación que le une con don Cecilio Bartolomé, un agente comercial, con el que le vio hablando en medio de sus galerías. La empleada de La Moderna miente y asegura que ese hombre simplemente le preguntó por una dirección.

Carla, contra las cuerdas

Miguel y Trini creen que Teresa podría decantarse por Mario. Por otro lado, Antonia llama a la empresa de don Cecilio para avanzar en sus pesquisas. La dependienta ha conseguido su teléfono ante la contrariedad de Pietro. Doña Lázara aparece en ese momento y le alerta de que las llamadas están prohibidas en horario laboral. La veterana dependienta le recuerda que no es la encargada del salón. Por su parte, César le paga las clases de canto a Inés.

Fabio se disgusta con Bárbara, ya que no se sincera como al diplomático le gustaría. Por su parte, Teresa comparte sus primeras impresiones sobre el trabajo de Lázara. La encargada asegura que el nuevo fichaje es respetuoso con los clientes y cumple adecuadamente con sus obligaciones, a pesar de que no le gusta forjar amistades con la plantilla. "Creo que su contratación definitiva puede ser muy acertada", considera.

El jefe del salón de té contrata oficialmente a Lázara que no parece muy contenta de que en La Moderna le hayan puesto a prueba. La joven se sienta en la silla de don Fermín. Parece que le gusta demasiado el poder. Mientras, Bárbara asegura que si Fabio no consigue ser ministro, su interés por él puede perderse. Su hija condena su cristalina frivolidad.

Íñigo se presenta en la corrala para avisar a Matilde de que ha quedado con Carla en su casa para descubrir la verdad. El empresario no dudará en denunciarle ante la policía si Jacobo está en lo cierto. Por su parte, Antonia se dispone a hacer una llamada al teléfono de don Cecilio que le han facilitado. Pietro le hace ver que no es una buena idea. "Cuelgue, que está suplantando una identidad", dice el italiano.

Don Cecilio vuelve a estar acorralado por Antonia. La dependienta le amenaza con contar toda la verdad a su mujer y le cuenta que Marta se ha autoinculpado del asesinato de su tío. La empleada de La Moderna le exige al comercial que se cite con ella o le contará todo sobre su paradero al inspector Torcal. Finalmente, Pietro aplaude el coraje de su amiga.

Teresa ha aceptado ir al cine con Mario. Se han encontrado de casualidad con Cañete. El camarero se queda helado al ver que su conquista cada vez pasa más tiempo con su expareja, mientras que Elías le deja plantado para irse con una vieja amiga del pueblo. Mientras, doña Carla llega a casa de Íñigo. El empresario le vuelve a preguntar sobre Aguirre, y menciona a Jaime y Jacobo para ver qué reacción tiene su amiga.

Carla se siente violentada por la actitud inquisitiva de Íñigo e intuye que Jacobo ha ido a hablar con él. La villana de La Moderna le deja claro que todo lo que le ha dicho son mentiras. El empresario se ve obligado a contarle la verdad. "Jacobo me ha contado que le secuestraste, ¿vas a negármelo?", le pregunta con determinación. Es hora de que la manipuladora asuma su culpa. Sin embargo, lleva toda su vida huyendo de la justicia y esta vez no será diferente.