Jacobo vuelve a 'La Moderna' para vengarse de doña Carla

• Avance del capítulo 135 de La Moderna de este lunes, 8 de abril
• Alguien quiere poner a doña Carla en su sitio con un doble anónimo amenazante en La Moderna

​Íñigo empieza a aclarar su mente gracias a la ayuda de su amigo Fabio del Moral en el Salón de té La Moderna. El propietario del Madrid Cabaret tiene una entrevista con un preso anarquista que le ofrece valiosa información sobre el responsable del ataque ocurrido durante su boda con Matilde. Además, Antonia hace algunos avances mientras don Cecilio sigue acorralado por culpa de la veterana dependienta.

En el capítulo anterior, doña Carla ha sentido miedo por primera vez después de recibir varias amenazas anónimas en su domicilio. Por otro lado, Galán, ante la insistencia de Laurita, ha aceptado realizar el reportaje sobre La Moderna, mientras que Antonia ha descubierto que don Cecilio les ha estado mintiendo durante todo este tiempo.

Fabio del Moral ya se ha puesto manos a la obra para ayudar a Íñigo a través de un contacto que tiene en la policía. El diplomático le ha conseguido una cita con un dirigente anarquista que podría corroborar o rebatir la versión de las autoridades sobre lo sucedido en su boda. Por su parte, don Cecilio acusa a Antonia de tergiversar sus palabras.

Don Cecilio asesinó a Higinio

Sin embargo, el hombre no puede esquivar sus propias mentiras. "¿Qué está ocultando?", le pregunta la veterana dependienta. Mientras, el empresario culpa a Antonia de confundirle. Don Cecilio le vuelve ofrecer dinero para que le diga dónde está Marta. Don Fermín es testigo de su encuentro desde la distancia.

Antonia está convencida de que el empresario hizo esa llamada anónima para que la policía registrara su casa. Don Cecilio se marcha, no sin antes acusar a Marta de ser "una asesina sin escrúpulos". Mientras, Carla reprende a su servicio por no haber custodiado adecuadamente su casa.

La villana de La Moderna les exige que no recojan ninguna carta sin franqueo. Por su parte, los espectadores descubren quién fue el responsable del asesinato de Higinio a través de un flashback. Don Cecilio encontró al tío de Marta robando en su casa. El ladrón le acusó de aprovecharse de su sobrina, ambos se encararon y el adicto a las tabernas le amenazó con herirle con un abrecartas.

Don Cecilio empujó a Higinio y este cayó de espalda y murió desnucado. Mientras, en el salón de té, Teresa reprende a Trini y Esperanza por estar criticando a Lázara. En la librería regentada por Miguel, Cañete está cansado de sufrir e incluso se plantea dejar La Moderna. El librero admite que Mario se ha ganado a la gente con su amabilidad y su simpatía.

Trini le pide a su esposo que no hunda a su amigo y cree que la encargada no tiene la intención de recuperar el amor de Mario. Lo mejor para el jefe de camareros será hablar con Teresa y dejar las cosas claras. Por su parte, Antonia ha decidido ir a la policía a denunciar a don Cecilio. Sin embargo, Pietro tiene una noticia que destroza a su amiga. Marta se ha entregado a la policía y se ha culpado del asesinato de su tío.

La vuelta de Jacobo

La veterana dependienta no tiene palabras ante la nueva realidad de su Martita y no encuentra explicación a esa dura decisión. "No quería ponernos en peligro", intuye la empleada de La Moderna. Mientras, Trini no aguanta el zumbido continuo de Lázara. El personaje interpretado por Bàrbara Mestanza le canta las cuarenta a su nueva compañera, mientras que Laurita media para que suavice sus modales.

Inés se pega un buen susto al confundir a un cliente del Madrid Cabaret con Bernabé. En el salón de té, Trini y Laurita explican la situación a Teresa. Lázara faltó al respeto a sus compañeras, y delante de la encargada reconoce que se equivocó. Por su lado, Carla se ha dado cuenta de que la tierra donde enterraron a Aguirre está removida. La joven tiene miedo de que alguien descubra su último golpe.

Galán se toma algunas confianzas con Laurita mientras trabajan en el reportaje sobre La Moderna. Por otro lado, Carla teme que el jardinero pueda descubrir el cadáver de su antiguo socio. Su madre Bárbara sigue recomendándole que se olvide de Íñigo y se abra a conocer a otros chicos de la ciudad. "Pienso quedarme al lado de Íñigo hasta que él se de cuenta de que tiene que volver conmigo", manifiesta la viuda de Morcuende que no es capaz de asumir su derrota.

Íñigo ha hablado con el preso anarquista. El condenado a cadena perpetua ha terminado fiándose del empresario y le ha asegurado que el hombre que se hizo pasar por fotógrafo en su boda no tenía nada que ver con el movimiento. Según su testimonio, la policía está equivocada. El objetivo de la agrupación no suele ser contra los novios, sino contra la institución de la Iglesia. Sus sospechas sobre Aguirre cobran importancia con esta revelación.

Teresa no tiene claro sus sentimientos. "Que seáis muy felices juntos", el camarero da la batalla por perdida. Sin embargo, la encargada admite que se le remueve todo con la vuelta de Mario. Mientras, Íñigo se encuentra algo más débil tras el ritmo frenético que ha llevado durante los últimos días. Al prometido de Matilde se le ha ocurrido una forma de seguir investigando sin tener que abandonar su recuperación.

La pareja acuerda contratar un detective. Finalmente, Jacobo se presenta en el despacho de doña Carla. La villana de La Moderna se encuentra con el responsable de esos anónimos amenazantes. El impostor quiere hablar con ella. La empresaria no podrá librarse tan fácilmente del joven al que manejó a su antojo.