Bárbara es la nueva aliada de doña Carla en 'La Moderna': la frialdad viene de familia

• Aguirre no volverá a molestar a doña Carla: el último golpe de la villana lo cambia todo en La Moderna
• Avance del capítulo 131 de La Moderna del martes, 2 de abril

Doña Bárbara está decidida a encubrir la última crueldad de su hija doña Carla en el Salón de té La Moderna. La viuda de Morcuende intenta deshacerse del cuerpo de Aguirre en un nuevo episodio de la ficción de época de la Corporación Pública. Además, Teresa cae poco a poco en las garras de Mario y tiene una cita con el que fuera su prometido.

En el capítulo anterior, la villana de La Moderna ha disparado a Aguirre, mientras que César le ha dado un merecido escarmiento a Bernabé. La estrategia de Inés de pedir ayuda al gerente del Madrid Cabaret ha surtido efecto. No parece que el contrabandista vaya a volver a molestarle. Por su parte, Antonia y Pietro han discutido por culpa de la desesperada situación de Martita.

Doña Bárbara ha sido testigo del disparo que Carla le ha propinado a Aguirre. La joven admite que ha perdido los nervios en defensa propia, ya que su antiguo socio le iba a violar. Las madres intuyen cuándo sus vástagos están en peligro. "Nos ponemos manos a la obra", alega la matriarca, que le ayudará a deshacerse del cadáver.

Bárbara: la nueva cómplice de Carla

El personaje interpretado por Eva Pedraza se alegra de que haya acabado con Aguirre, pues su socio no tenía un final más favorable para Carla. Bárbara sugiere que entierren el cuerpo de Aguirre en el jardín de su hija. Por otro lado, Pietro se presenta en casa de Antonia para pedirle perdón. El italiano no puede dormir a causa de su discusión. Los amigos hacen las paces. El pastelero quiere encontrar a don Cecilio para que le cuente su versión de los hechos.

Bárbara y Carla excavan en el jardín de la empresaria a altas horas de la noche. "Cómo pesaba el malnacido este", expresa su madre, que se ha deslomado para ayudar a su hija. La empresaria se sorprende por la tranquilidad que ha demostrado su madre ante lo sucedido. Su cómplice en el asesinato de Aguirre asegura que no ha sido más que un desafortunado accidente en legítima defensa.

Íñigo intentará encontrar a Aguirre con la ayuda de Matilde. En el salón de té, el inspector Torcal se cita con don Fermín para investigar a Marta y buscar respuestas sobre el asesinato de Higinio. Antonia vuelve a dejar claro que es imposible que su antigua compañera haya cometido tal atrocidad. Por su parte, Laurita intenta hacer buenas migas con doña Lázara.

Cañete sigue obsesionado con que Mario consiga su cometido. Los celos distorsionan la realidad del jefe de camareros. Miguel no cree que Teresa se vaya a dejar enredar por el hombre que le dejó plantada en el altar. "Me hierve la sangre cada vez que le veo aparecer por el salón", confiesa el joven. Por otro lado, Lázara hace un tercer grado al grupo de dependientas y pone en duda el sacrificio de Laurita. Además, se entera de que es la sobrina del jefe.

Antonia cree que el inspector Torcal tiene muchas ganas de quitarse el caso de encima, ya que se va a jubilar. Pietro se ofrece a visitar los lugares que frecuentaba Higinio y así conseguir más información. Por su lado, Matilde está convencida de que no será fácil dar con Aguirre. Sin embargo, su prometido no piensa parar hasta encontrar al miserable que quiso acabar con la vida de su amada.

César le comunica a Inés que Bernabé no volverá a molestarle. El gerente le miente y parece que esconde algo turbio sobre su pasado. Mientras, Íñigo se cita con don Fermín para saber el paradero de Aguirre. A pesar de que tuvo una amistad con el empresario, el jefe de La Moderna le comunica que ese hombre se comportó como un auténtico canalla y rompieron su relación.

Cañete se entera de que Teresa ha quedado con Mario. "No es lo que parece", explica la encargada. El empleado de la tienda de gramolas quiere hablar de lo que pasó entre ellos y ella asegura que necesita cerrar esa etapa de su vida. Por su lado, doña Carla y Bárbara disimulan frente a Fabio del Moral. De su madre ha aprendido a tapar sus sentimientos, mientras Aguirre se descompone en lo más profundo de su jardín.

Antonia llega la corrala y se encuentra con el inspector Torcal, que ha acudido para registrar la casa de la dependienta. El policía sospecha que Marta se encuentra escondida ahí. "Bernabé se ha ido de nuestras vidas", así celebra Inés con Laurita que se han librado del contrabandista. Mientras, Teresa se toma algo con Mario en el Madrid Cabaret.

Teresa le deja claro que solo ha aceptado reunirse con él para saber cuáles fueron sus verdaderos motivos para irse con su amiga María del Carmen. El joven se siente culpable de haber dejado escapar a una gran mujer. Su exprometido asegura que nunca pudo haber estado a su altura y admite que se equivocó. El empleado de la tienda de gramófonos le pide una segunda oportunidad. Además, se siente afortunado de que el destino les haya vuelto a poner en el camino.

Finalmente, el inspector Torcal no ha encontrado ni rastro de Marta en casa de Antonia. ¿Dónde se habrá metido la joven? En otro lugar de la ciudad, Íñigo da uno de sus primeros paseos junto a Matilde. Jacobo espía a la pareja desde lejos.