Matilde le pide ayuda a Carla para salvar la vida de Íñigo en 'La Moderna'

• Avance semanal de La Moderna: una nueva dependienta, el despertar de Íñigo y un amargo episodio de amnesia
• Avance del capítulo 122 de La Moderna del lunes, 18 de marzo

Hay favores que se cobran y más si proceden de doña Carla. En el capítulo de este lunes que emite la serie de sobremesa ambientada en un elegante salón de té, Matilde se ve obligada a pedir ayuda a la villana de La Moderna, que parece ser la única capaz de asumir los gastos del médico que podría salvar la vida de Íñigo. Además, Antonia busca a don Cecilio e Inés se ve atrapada por culpa de un Bernabé que no deja de presionarle.

En el episodio anterior, Rosario ha fallecido en el ataque que ha tenido lugar en la boda de Íñigo y Matilde. El empresario ha sido ingresado en el hospital con un diagnóstico crítico. La dependienta está desolada ante la tragedia que ha vuelto a golpear a su familia. La joven ha acompañado a sus hermanas en el velatorio de su madre, mientras el médico le ha dado una mala noticia. Su prometido solo puede ser operado por un médico de Bilbao, lo que supondría un alto coste. Doña Carla se ha ofrecido a asumir todos los honorarios que sean necesarios.

Matilde no quiere que Carla se entrometa en una decisión tan crucial en cuanto a su prometido. La dependienta se niega a aceptar su dinero, mientras que la villana de La Moderna le pide que se guarde su soberbia para otra ocasión, ya que es cuestión de vida o muerte. "Soy yo la que tiene que traer al doctor Aramburu". La mayor de los Garcés se muestra tajante y no quiere deber ningún favor a una de sus peores pesadillas.

El último adiós a Rosario

Elías y Cañete tienen un encontronazo en el salón de té. El jefe de camareros ha tenido un malentendido con su compañero, mientras que Teresa le anima a que se tome un descanso. Elías cree que Trini le ha dado calabazas de nuevo a su amigo, pero es otra mujer la que ronda en su cabeza. Por otro lado, Bernabé cree que Inés está mintiendo sobre el paradero de Emilio. "No sé nada", repite la hermana de Laurita.

Bernabé quiero volver con ella, pero Inés le deja claro que no es ninguna mercancía. La joven no quiere ningún tipo de relación con él. En la corrala, Marta se niega a ir a la comisaría porque teme que sea peor el remedio que la enfermedad. La sobrina de Higinio piensa que, por mucho que diga la verdad, van a sospechar de ella. Mientras, Laurita ha decidido que aceptará el trabajo de Sevilla. Ahora solo queda decírselo a su tío. Espera que no se lo tome mal.

Antonia intenta averiguar más detalles sobre la vida de don Cecilio para dar con su paradero. Por otro lado, Inés se muestra preocupada por Emilio, que está desaparecido y presentó su renuncia al Madrid Cabaret. En casa de la familia Garcés, Luisa está destrozada ante la pérdida de su madre. Fermín acude al velatorio de Rosario para mostrar sus condolencias. "Este dolor tan terrible pasará y se convertirá en recuerdos", dice el jefe de Matilde.

Trini se ofrece para que Teresa se desahogue con ella. La encargada niega que necesite plasmar sus emociones con alguien, pero no es una persona tan fuerte como ella cree y finalmente accede. "Me provoca una rabia y un dolor tremendo", asegura sobre la vuelta de Mario a su vida después de que aquel hombre le haya dejado plantada en el altar. Matilde le agradece a don Fermín sus palabras de aliento. El propietario de La Moderna le pide que confíe en la labor de la policía, aunque, de momento, lo único que haya sea desconcierto y tristeza.

Matilde, Luisa y Clarita se quedan solas para dar el último adiós a su madre. Por otro lado, Aguirre quiere recuperar la amistad con don Fermín y devolverle el dinero que le pertenece. Sin embargo, el propietario de las galerías no quiera saber nada de él ni de sus trapicheos con las cartas. Luisa se muestra completamente abatida al darse cuenta de que su madre nunca más volverá, mientras que Matilde intenta ser fuerte, a pesar de que también tiene el alma hecha pedazos.

Matilde le comunica a Luisa el gasto desorbitado que supone la operación de Íñigo. Las hermanas han acudido al apartamento del empresario para ver si tiene algo de dinero guardado que pudiera ayudar a solventar los honorarios del doctor. En el salón, Teresa recrimina a Antonia por realizar llamadas personales desde el lugar del trabajo, sin pedir permiso. "Usted que es veterana debe dar ejemplo", le insta la encargada.

Luisa cree que la nota que le envió Emilio fue la despedida definitiva. El dinero que han encontrado en casa de Íñigo no es suficiente para la operación. Matilde intentará ir al banco para que le concedan un préstamo. Por otro lado, Aguirre le cuenta a Carla que Besteiro, el sicario responsable del ataque en la boda, se ha suicidado, y ha declarado haber cometido "terrorismo al azar". El socio celebra que no haya sospechas hacia ellos, mientras le exige que revele el secreto que lleva tiempo ocultando.

Mario sigue acudiendo al salón para hablar con Teresa. Pero, esta vez, la encargada se ha ausentado. En otro lugar de las galerías, Aguirre se extraña de que Carla no se haya interesado por el asunto de Jacobo. El empresario necesita que se explique mientras ella asegura que se está replanteando ser su socia.

Teresa llega al salón y le repite a Mario que no quiere saber nada de él. Su expareja se quedará en la capital si encuentra trabajo, aunque ella espera tenerle lo más lejos posible. Por otro lado, Bernabé sigue a Inés y le extorsiona para que reanuden su relación. "Yo no quiero saber nada de ti", le deja claro la joven. En ese momento, aparece don Fermín que le ha salvado de una situación de la que necesita huir.

Marta anuncia que se marcha para siempre. Mientras, en el hospital, Matilde pasa la noche con Íñigo. Su vida se apaga por momentos y, por eso, la joven acude a doña Carla para pedirle un favor. La dependienta no ha conseguido reunir el dinero suficiente y necesita que le ayude a pagar al doctor Aramburu y así, salvar la vida de su amado. ¿Aceptará?