Carolina Lapausa, de 'Sueños de libertad': "Luz son los ojos de Begoña donde ella no puede ver"

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Se ha convertido en la gran sanadora de las heridas del personaje de Begoña en Sueños de libertad, pero el personaje de la doctora Luz Borrell va mucho más allá. Independiente, segura de sí misma, y con algún que otro secreto oculto, la encargada del dispensario en la serie diaria de Antena 3 es una de las piezas clave por las que la ficción de sobremesa se ha estipulado como la reina de su franja horaria.

La actriz madrileña Carolina Lapausa entró en el proyecto de la ambiciosa serie diaria de Diagonal TV, después de una gloriosa trayectoria en cine, teatro y televisión. Conocida como Isabelita en La señora, Cristina en Amar es para siempre o Inma en Perdida, la luz que desprende (valga la redundancia) la han convertido en uno de los rostros más amables de la ficción televisiva.

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Ahora acoge el reto de otra serie diaria: una en la que las emociones y la intriga no dejan respiro a los espectadores, gracias a su imparable ritmo narrativo. Sueños de libertad ha conseguido asentarse desde su estreno con unos inmejorables datos de audiencia (un 13,8% de cuota media, casi 1.300.000 espectadores), gracias a unos magnéticos personajes con más de un secreto en el bolsillo.

El personaje de Luz no iba a ser menos, aunque se define mejor como una nota de fragancia dulce en un mundo de hombres. Una doctora hecha a sí misma, que está dispuesta a reivindicar la potencialidad de las mujeres en una época de represión y sumisión. Su relación con el personaje de Luis Merino, además, promete traer grandes quebraderos de cabeza a los fieles espectadores, que ya han llamado a la inestable pareja como "Lulu" (de Luz y Luis). Hablamos con Lapausa sobre su trabajo con Guillermo Barrientos, el momento profesional en el que se encuentra y sobre su gran referente, Concha Velasco.

"Para mí, Luz es un regalo, porque se define por profesional y por mujer"

PREGUNTA. Has llegado a comentar que Inma, de la serie Perdida, supuso un antes y un después en tu carrera, y está entre tus personajes favoritos. ¿En qué posición quedaría Luz, por el momento?

RESPUESTA. Los personajes son a veces un poco como los novios, te quedas con el que tienes más presente. Inma de repente fue para mí como un "respaldarazo", porque fue mi primer protagonista para un prime time. Luis San Narciso, el director de reparto, apostó muchísimo para que yo hiciese este personaje. Además de un recorrido y un viaje precioso, lo que me dio fue mucha confianza. Después de tantos años de carrera, sentía que merecía estar ahí. Lo había ganado y estaba preparada para asumir un reto como ese.

Comparar los personajes y ponerlos en una escala es imposible, porque cada uno tiene su momento. Luz también me ha dado esa parte de confianza, de reto, de sentirme muy respaldada por toda la gente que ha confiado en mí, desde dirección de casting hasta producción. Así como Inma me daba el reto y la sensación de que me lo había ganado, Luz ha supuesto el disfrute.

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P. ¿Crees que ha llegado en un buen momento de tu vida y de tu carrera?

R. Sí, he llegado a un punto que he deseado y buscado durante veinticinco años casi de trayectoria. De repente me veo muy madura en el trabajo. Conozco mucho más mi instrumento, y sé cuándo necesito relajarme más o activarme.

Cuando la gente te dice que la serie diaria es una escuela, no se equivoca, porque aprendes latín. Aprendes a ser mucho más resolutiva, más despierta y a entender mucho más el lenguaje de las cámaras. Tienes que estar muy al cien por cien, para que no haya ningún problema por ti.

P. Tienes un personaje de armas tomar, y es que Luz podría ser de las mujeres más impulsivas e independientes de la serie.

R. Sueños de libertad es una serie de mujeres. Están apostando por hacer un tipo de ficción que las mujeres llevamos reclamando mucho tiempo. Queremos ser algo más que la definición de "madre de", "mujer de", "amante de". Tenemos identidades propias, y en ese aspecto te tengo que decir que todos los personajes son preciosos y maravillosos. Para mí, Luz es un regalo, porque se define por profesional y por mujer, más allá de todas las relaciones que tenga alrededor.

P. ¿Cómo construiste el personaje?

R. Escuchando mucho e inspirándome mucho en las mujeres que me rodean. Por ejemplo, mi madre y sus amigas, cuando hablan de cómo han vivido su juventud, qué les hubiera gustado hacer, qué les hubiera liberado. Escuchando a muchas mujeres que han sido jóvenes más o menos en esa época.

Y luego también poniendo mucho de mí, y mucho de mis amigas, porque si algo tiene Luz es que es un personaje contemporáneo, aunque estemos en 1958. Las mujeres a día de hoy seguimos peleando por ocupar nuestro sitio, por defender nuestro talento, nuestro derecho a ocupar ciertos puestos y a vivir la vida plena que nosotras queremos vivir, y no tener que renunciar a nada por querer ser ambiciosas, madres y un larguísimo etcétera.

"Luz quiere manejar la relación con Luis con cuidado, con mucho respeto hacia él"

P. Sabemos que Luz guarda ciertos secretos que podrían tardar en desvelarse. ¿Guarda también algún rasgo de su personalidad que desconozcamos?

R. Luz tiene secretos porque ha tenido una vida complicada. Y eso le lleva a ocultar algo que le genera bastantes conflictos con ella misma. Creo que ese secreto le hace ser un poco impulsiva, o sacar bastante genio. El otro día, en Twitter [ahora, X], leí una definición que me gustó mucho, y es que es una persona muy genuina, y es una tía que aunque tenga sus secretos, le define la palabra valor. Es valiente, pero además tiene una escala de valores muy íntegra, y creo que eso la hace una mujer en la que se puede confiar. Y eso es lo que me enamora de su personaje, que es muy clara y muy coherente, aunque tiene muchas capas. Viene también del síndrome de la niña buena: estamos acostumbrados a que los personajes femeninos tengan que agradar, tienen que esforzarse por caer bien. Huye de eso, y defiende a la mujer desde otro lugar.

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P. Tu personaje siempre pone el acento en la toxicidad de la relación entre Begoña y Jesús. ¿Crees que será Luz una pieza clave a la hora de que Begoña tome las riendas de su vida?

Luz entiende la amistad como una buena amistad, para las duras y para las maduras. Está cuando lo necesita y dice lo que la otra persona necesita oír. Y en el caso de Begoña es fundamental, porque está tan envuelta en una manipulación, que hay cosas que se le escapan. Está como en ese proceso de enamoramiento ciego, que se une además con esa personalidad tan envolvente que tiene Jesús. De alguna manera, Luz son los ojos de Begoña donde ella no puede ver. Y tiene la obligación de abrírselos para que ella también vea lo que hay, y tome cartas en el asunto.

P. ¿Habrá una segunda oportunidad para Luis?

R. Sin hacer spoiler, Luis es muy importante para Luz, porque con él ha descubierto muchas cosas que hasta ese momento se había negado: la ternura, la sensación de echar raíces. Lo que pasa es que es una relación complicada, porque Luz arrastra un secreto. Ella sabe que abordar una relación sentimental desde ahí tampoco es especialmente sano. Puede arrastrar a la otra persona, y no quiere hacerle daño. Luz quiere manejar la relación con Luis con mucho cuidado, con mucho respeto hacia él.

P. Ahora que lleváis ya bastantes capítulos grabados, ¿tienes alguna anécdota de rodaje con Guillermo Barrientos?

R. El primer día que nos conocimos subimos al despacho de Joan Noguera, el director, a conocernos y a leer un poco las primeras secuencias. Cuando leímos la secuencia en la que ellos se conocen, que Luz se desmaya, fue muy gracioso, porque de repente se cayó un lápiz. Nos agachamos los dos a cogerlo y nos dimos un cabezazo. Entonces nos miramos a los ojos y nos pusimos a reír. Y dijo Joan: "Esa es la relación, esos son "Lulu". Ese gesto nos dio la clave de dónde se encuentran estos personajes, en la complicidad y el cariño.

P. Has declarado en varias ocasiones admirar a Concha Velasco, con quien además guardas un gran parecido físico. ¿De qué otros referentes te has ido apropiando a lo largo de los años?

R. Mis dos tótems son Concha Velasco y Núria Espert. Además de ser dos actrices como la copa de un pino, creo que son dos mujeres muy fuertes, muy valientes en su época, que han emprendido proyectos, se han arriesgado muchísimo, que han luchado por hacer lo que ellas querían y necesitaban. Tengo verdadera admiración, no solo profesional, sino también personal, hacia las dos.

Lo de mi parecido con Concha, mucha gente me lo ha dicho a lo largo de los años. Recuerdo cuando hice Zipi y Zape, el productor Koldo Zuazua me dijo "Te pareces mucho a Concha Velasco". Y en la primera dejada que tienen Luis y Luz, cuando aparece la periodista, también vino Diego Lesmes, el director, a decirme "Es que te estoy viendo en cámara y eres Concha". Como gran admiradora, no me puede hacer más ilusión.