Alain Hernández, villano de oro en 'Sueños de libertad': "Ya me están diciendo cosas por la calle"

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Su rostro se ha convertido en el nuevo villano de las tardes de Antena 3, pero el personaje de Jesús de la Reina, en la serie Sueños de libertad, todavía podría mostrar muchos más pliegues escondidos, de los que ya ha desvelado en lo que lleva el nuevo melodrama de recorrido, desde su estreno el pasado febrero. El actor Alain Hernández se ha sumado al variado elenco de la nueva apuesta del grupo Atresmedia, en colaboración con la productora Diagonal TV, para las sobremesas de entre semana.

Conocido por su papel de Víctor Gamero en la serie La caza, o por su participación en la producción Madres. Amor y vida, es la primera vez que Hernández se enrola como personaje protagonista en una serie diaria. Pocos días después de su estreno, y ya afincada en su horario de tardes, EL CONFI TV ha podido charlar con el actor sobre el proceso de rodaje de la producción, y sobre todo aquello que diferencia la ficción de lo realizado anteriormente.

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Destinado a sufrir por las vicisitudes del pasado y del presente, el personaje de Jesús hará la vida imposible a Begoña (Natalia Sánchez), cuando su propio hermano Andrés (Dani Tatay) llegue y conecte con su esposa mucho mejor de lo que él ha sabido. Impulsivo, rencoroso e incluso violento, Jesús ya se ha erigido como la nota discordante de una familia empresaria, que espera manejar a su antojo a base sucias estrategias. "Ya me están diciendo cosas por la calle", ha bromeado al teléfono Hernández, quien se siente bien orgulloso de su trabajo hasta el momento: "tengo la sensación de que estamos haciendo algo muy bien hecho".

Ahora, el reto consiste en permanecer como relevo de Amar es para siempre, algo que la serie ha comenzado a cumplir con creces, dados sus óptimos resultados de audiencia.

"Lo fuerte es que yo me sentaba a ver 'Los Serrano', y todavía no era ni actor"

PREGUNTA. A lo largo de tu carrera has participado en bastantes series. ¿Qué te está aportando en este caso Sueños de libertad?

RESPUESTA. De momento me está aportando muchísimo trabajo, porque el volumen diario es muy bestia en comparación a cualquier otra serie de prime time. Sobre todo teniendo un personaje con tanto peso. Son muchas secuencias a estudiar, y a interpretar después en set.

Pero también me está aportando un personaje muy nuevo para mí, que se va construyendo sobre la marcha. De normal, cuando aceptas trabajar en una serie corta, antes de empezar ya sabes cómo se desarrollarán todos los capítulos. En cambio, aquí lo vas sabiendo sobre la marcha. Y eso también te crea como una inquietud y una cosa de ir descubriendo toda la historia del personaje, y creciendo con él al mismo tiempo, que es muy interesante y me tiene muy enganchado. Antes que como espectador, estás ahí, enganchadísimo a todo lo que está pasando, como intérprete.

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P. Es verdad que en Sueños de libertad la trama se va desgranando día tras día con nuevos giros de guion.

R. El trabajazo es de guion. Creo que, muy acertadamente, la cadena ha entendido que, aunque sea una serie diaria, no puedes estar alargando las tramas. Al final el espectador también ha ido cambiando, y ahora demanda muchos más giros, muchas más sorpresas, y todo más rápido. Yo recuerdo que antes con las diarias te podías pasar un mes sin verlas, y cuando las volvías a enganchar parecía que estaban en la misma secuencia que donde la dejaste. No te lo digo como pedregullo porque es la serie que estoy haciendo yo, sino que es la verdad: te pierdes un capítulo de Sueños y ya te has perdido cosas importantes. No cosas, sino cosas importantes.

P. Además de que tiene un look bastante cinematográfico, trabajáis con muchas cámaras dolly y planos continuos.

R. Llevábamos pocos días grabando y hablé con Fernando Gallego, el director de fotografía, y le pregunté qué tratamiento le iban a dar realmente. No me mola que se vea como aquellos culebrones de antes, con decorados muy de cartón-piedra y esas cosas. Y aparte de que a nivel de arte la serie también es preciosa, por momentos podría parecer perfectamente una prime time. Hemos hecho un par de pases para el equipo y otro en la premier, en el cine, y no cantaba.

"Te pierdes un capítulo y ya te has perdido no solo cosas, sino cosas importantes"

P. Te ha tocado ser el villano del cuento, aunque sabemos que Jesús tiene un talón de Aquiles en su hija Julia. ¿Tiene una escala moral, o hará cualquier cosa con tal de salirse con la suya?

R. El personaje se presenta muy ambicioso, con un carácter muy fuerte y teniendo claras las cosas. Pero hablando con el director, Joan Noguera, una de las cosas que quería era que el personaje tuviera profundidad, y tuviera colores. Que no fuera solo oscuro, sino que tuviera muchos grises, e incluso muchos blancos también por momentos. Me interesaba saber por qué es malo, qué ha pasado para que ese carácter se le vaya agriando.

En realidad, en muchos momentos Jesús acaba perdiendo, y puedo llegar a entenderle. Él está feliz con su mujer, y su padre decide repartir la herencia a partes iguales entre los tres, cuando su hermano se ha desentendido totalmente de la familia. Y él, que había estado levantando la empresa con su padre, resulta que ahora tiene que compartirlo con su hermano simplemente porque sea su hermano. Y si además veo que mi mujer se está fijando en otro, pues también puedo entender ciertos celos. No llegar a ciertos puntos tóxicos, que evidentemente yo eso no comparto como persona, pero sí que puedo entender esa desconfianza.

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P. Entre las persianas cerradas de su despacho, y su tendencia a los métodos propios de un gánster, tu personaje me recuerda a El Padrino o cualquier otra obra del género de mafiosos. ¿Cómo te has preparado el personaje?

R. A mí me encanta aportar cosas y propuestas a los directores, y me lo paso bien. Es mucho trabajo también en casa, pero me encanta hacer crecer el personaje, considero que es básico intentar ir más allá. Tengo la esperanza de que haya un team Jesús, por su socarronería, por su sarcasmo, la ironía que gasta, y esa dureza. Al final Jesús reparte juego a todo el mundo: a Begoña, a su hermano Andrés, a su padre, a su secretaria, los primos, los trabajadores, la hija. Tiene para todos. Me gusta que sea un personaje tan clave, y que al mismo tiempo te permita llegar muy lejos a nivel de acting.

"Tenemos un grupo de WhatsApp, y la gente tiene muchas ganas de que esto vaya bien"

P. ¿Qué tal ha sido trabajar con Natalia Sánchez y Dani Tatay?

Está siendo un placer. A veces habíamos comentado con Natalia, sobre todo al principio del rodaje, lo fuerte que era que yo me sentaba a las diez a ver Los Serrano, y yo todavía no era ni actor. Trabajaba en la empresa familiar, y justo después decidí hacer un curso de teatro por airearme. Y mira, aquí estoy. Pero de ahí, a estar trabajando tantas horas juntos con ella, nunca lo hubiera imaginado. Natalia es una compañera brutal, que está en todo, tiene una mente prodigiosa, y es una pedazo de actriz a la que agarrarte en todo momento a las secuencias.

Dani no había hecho tanto a nivel audiovisual. Había hecho cosas, pero no tenía una trayectoria tan larga. Y está con muchísimas ganas, viene muy ilusionado y es muy buen chaval. También me quedo con la experiencia de Nancho [Novo] y Ana [Fernández], que son dos pilares en el reparto, que vale la pena escuchar, estar trabajando con ellos y ver lo que aportan en cada secuencia. Todo el mundo está muy ilusionado. Tenemos un grupo de WhatsApp, y la gente tiene muchas ganas de que esto vaya bien.

P. Sueles participar tanto en obras más comerciales como direcciones emergentes. Con el ritmo de una serie diaria ahora, ¿tendrás tiempo para otros proyectos?

R. La verdad es que no. Esto me tiene en exclusividad. No puedo liarme con otra cosa. Y eso que ya me han propuesto, ¿eh? Y he tenido que decir que no puedo. Ya veremos si la cadena renueva, esperemos que sí, pero como mínimo hasta septiembre yo no puedo hacer otra cosa. Además, el poco tiempo que tengo los fines de semana quiero estar con mi familia, e intentar desconectar un poco. Los tengo en Barcelona, me tiro toda la semana en Madrid y solo estoy viendo a mis críos, que son muy pequeños, un día y medio. Eso es lo que peor llevo de todo.

P. Habéis comenzado con muy buenos datos de audiencia. ¿Era algo que os asustaba ahora al lanzarse la serie, y sobre todo después del fenómeno de audiencias que ha supuesto Amar es para siempre?

R. De entrada sí que daba un poco de vértigo ver cómo se va a coger este relevo. Hemos notado que a veces nos culpan de que se haya acabado Amar, cuando esa ya era una decisión que estaba tomada. Entendemos que hay muchos fans de la serie, porque han hecho las cosas muy bien, y ha cumplido esa función de acompañar todas las tardes. Al final es una franja muy reñida, y tiene muchísima importancia en la sociedad: el producto que acompaña por las tardes a muchas personas de este país. Es una responsabilidad el hacerlo bien y que funcione. Yo me lo tomo como si estuviera haciendo una peli con cualquier otro director. No bajo el pistón ni el acelerador de ninguna manera. No distingo estar haciendo esto de otra peli a nivel de implicación. Y como yo, creo que estamos todos.