Arabia Saudí construirá una piscina de medio kilómetro de largo a 36 metros de altura

Neom, el megaproyecto faraónico de Arabia Saudí, ha añadido una nueva construcción ‘imposible’ a su lista de resorts vacacionales de lujo en el desierto. Lleva el nombre Treyam y constará dos edificios conectados por un puente elevado en el que se construirá una piscina de 450 metros de largo.

La nueva construcción se situará frente a la desembocadura de una de las lagunas del extremo sur del golfo de Aqaba, conectando las orillas norte y sur gracias al puente. La estructura elevada servirá también como mirador, a 36 metros sobre el nivel del mar, que ofrecerá una impresionante vista panorámica e ininterrumpida de la laguna y el horizonte.

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Neom asegura que este peculiar edificio albergará un complejo vacacional de lujo de 250 habitaciones que ofrecerá a sus huéspedes un refugio elevado en el que relajarse, reponer fuerzas y disfrutar del bonito entorno natural.

Treyam, dicen sus promotores, está diseñado para que sus huéspedes puedan disfrutar los deportes de aventura. El resort ofrece actividades acuáticas que van desde vela al submarinismo, así como con una serie de actividades en tierra firme.

"Los huéspedes también disfrutarán de una amplia oferta tecnológica de salud y bienestar y de instalaciones de fitness, junto con tratamientos de spa de lujo acompañados de una selección de cocinas epicúreas y opciones de alta cocina", explica Neom.

Todas las regiones de Neom

Este proyecto tendrá asociados otras enormes infraestructuras que se construirán sobre 26.500 km² de tierra en la provincia saudí de Tabuk, en una enorme zona situada al norte del Mar Rojo, al este de Egipto y al sur de Jordania a través del Golfo de Aqaba. Un lugar extraño, lleno de paisajes que —en combinación con la arquitectura futurista que van a construir— parecen sacados de otro planeta.

The Line

La más famosa de las construcciones es The Line, un rascacielos horizontal diseñado por la firma Morphosis que medirá 120 kilómetros de largo y casi medio kilómetro de altura. No es el sueño de un estudiante de arquitectura bajo el efecto de drogas psicotrópicas, sino un proyecto real que costará un billón de euros y podría estar en pie en ‘solo’ 50 años.

The Line es un edificio singular, no una serie de edificios consecutivos ensamblados uno al lado del siguiente. La prueba, afirman sus promotores, es que tendrán que construir un armazón a lo largo de sus 120 kilómetros de extensión para ofrecer unos cimientos totalmente planos y horizontales donde poder levantar el edificio, compensando la curvatura de la Tierra, que se arquea unos 20 centímetros por kilómetro. No habrá coches ni contaminación, aseguran. Sus dos bloques paralelos —cada uno de 488 metros de altura, más de 40 por encima del Empire State Building— unirán el golfo de Aqaba con el desierto a través de una cadena montañosa. En el desierto habrá algo que llaman ‘aerotrópolis’, un suburbio de Neom construido en torno a un aeropuerto futurista que unirá a la nueva ciudad con el resto del mundo. En total, serán 170 kilómetros de longitud, una distancia equivalente al trayecto de Madrid a Valladolid.

Epicon

La otra marcianada de ciencia ficción que parece totalmente imposible de construir es Epicon, del estudio de arquitectura 10 Design. Estos dos rascacielos de viviendas de lujo y hoteles que se expanden en vertical —225 y 275 metros respectivamente— y horizontal, estarán situados en el golfo de Áqaba.

Oxagon

Creada por el estudio de arquitectura BIG, Oxagon es una ciudad puerto flotante creada para los barcos que pasen por el Canal de Suez que tendrá una planta eléctrica de 8.400 millones de dólares para producir hidrógeno verde para vender al mundo. Los responsables de Neom, afirman que tendrá la "estructura flotante más grande del mundo”.

Aquellum

Diseñado por Lava y Name Architecture, Aquellum es un colosal rascacielos invertido, construido dentro de una montaña y sólo accesible por submarino. Según Alexander Rieck, fundador de Lava, "Aquelleum es un rascacielos de lujo al revés. La fachada mira hacia dentro en vez de hacia fuera. Normalmente, la arquitectura está enfocada al exterior". También es una excelente guarida para supervillanos y un lugar perfecto para pasar el apocalipsis.

Siranna

Siranna es un edificio para turistas de alto poder adquisitivo. Esta fortaleza diseñada por la firma Woods Bagot se funde con las escarpadas montañas del golfo de Áqaba y cuenta con un hotel de lujo de 65 habitaciones y 35 residencias privadas.

Sindalah

Diseñada por Luca Dini Design and Architecture, Sindalah es otro lugar para gente con cuenta corriente con más de ocho ceros a la derecha. Esta isla de lujo en el Mar Rojo estará cerca de The Line y contará con tres hoteles que en total ofrecerán 413 habitaciones, 333 apartamentos y 88 villas, más los obligatorios campos de golf y marinas deportivas.

Leyja

Leyja es un conjunto de seis hoteles en el golfo de Áqaba, también de ‘boutique’ y de lujo, encastrados en un valle de paredes casi verticales de 400 metros de alto. Estarán diseñados por Shaun Killa, Mario Cucinella y Chris van Duijn, y cada uno de ellos parece haber sido diseñado para sobrevivir el fin del mundo a todo trapo.

Utamo

Ricardo Bofill Taller de Arquitectura firma este espectacular espacio para eventos que parece sacado directamente de una película de faraones de Cecil B. DeMille pasado por el filtro de efectos especiales de Star Wars. Esta megacaverna teatral, según Ricardo Emilio Bofill, "es como una película, necesita una ascensión dramática y luego un punto de inflexión".

Norlana

También diseñado por 10 Design, Norlana será el equivalente de un Puerto Banús de Marbella habitado por los Vengadores y varios supervillanos de vacaciones. El ‘pueblo marina’ está diseñado para albergar “una comunidad”, como dicen sus promotores, de 3.000 habitantes.

Trojena

En las montañas estará Trojena, diseñada por Lava, UNStudio, Aedas, Mecanoo, Bureau Proberts y Zaha Hadid Architects, que acaba de publicar este increíble rascacielos que dominará la última región de Neom.

Situada a 50 kilómetros de Áqaba, será la sede de los juegos de invierno asiáticos en 2029 — así que quizás lo veamos realizado.

De hecho, habrá que ver cuántos de estos proyectos finalmente se construyen y, si lo hacen, cuánto tiempo estarán vacíos o en pie. Como otras ciudades de diseño —Brasilia, por ejemplo— todas parecen increíbles en los conceptos, pero luego hay que vivir en ellas. Por ahora, estamos asistiendo a la proyección de una utopía de ciencia ficción que puede acabar en cartón piedra o, peor, la más pura distopía basada en los delirios de un dictador que parece querer dejar la misma huella que los faraones (y que probablemente puede tener el mismo coste en sangre que la construcción de las pirámides).