Los remotos hoteles fortaleza del proyecto Neom en los que sobrevivir el fin del mundo

Neom —el titánico proyecto inmobiliario del príncipe Mohammed bin Salman— acaba de anunciar sus nuevas fortalezas, tres edificios futuristas atrincherados entre inexpugnables acantilados de más de 400 metros de altura donde multimillonarios podrán vivir cómodamente durante sus vacaciones o cuando el mundo acabe en la distopía de Mad Max. Su nombre: Leyja.

Situada en un valle antiguo en el noroeste de Arabia Saudí entre enormes desfiladeros, Leyja incluye tres hoteles-fortaleza diseñados por arquitectos reconocidos internacionalmente: Chris van Duijn, Shaun Killa y Mario Cucinella.

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Jesús Díaz

Tres edificios muy diferentes

El de van Duijn es una serie de estructuras colgadas sobre las paredes que siguen el contorno natural del terreno, integrándose con el paisaje.

El segundo —obra de Killa— recuerda a una maqueta de The Line, el kilométrico rascacielos-ciudad horizontal gracias a su forma rectangular y fachada de espejo que refleja el paisaje del valle.

El edificio diseñado por Cucinella emerge directamente de las rocas como una torre de fantasía medieval y ciencia ficción. Situado en el centro del oasis del Wadi, esta torre hace de punto de entrada para la exploración de la región de Leyja.

Cada uno de estos hoteles ofrece 40 habitaciones y suites, sumando un total de 120 alojamientos para multimillonarios en esta remota región desértica alejada del mundo. Según Neom, el 95% del terreno de Leyja se mantendrá sin alterar gracias a la supuesta implementación de “técnicas de construcción ecológicas” que buscan una integración armoniosa con el entorno natural.

Todos los proyectos de Neom (por ahora)

El buque insignia de Neom es The Line, una ciudad lineal de 170 kilómetros de largo libre de coches que originalmente fue diseñada con múltiples edificios pero que en 2022 se modificó en una única estructura continua con un exterior de espejo. Según Neom, está planeada para albergar nueve millones de residentes en comunidades peatonales, con todos los servicios básicos accesibles a cinco minutos a pie, afirman.

Otro elemento del proyecto es Oxagon, anteriormente conocida como Ciudad Industrial de Neom, un complejo industrial flotante en forma de octágono ubicado a unos 25 kilómetros al norte de la ciudad de Duba que quiere convertirse en centro de investigación, desarrollo y fabricación industrial. Los promotores aseguran que su plan es convertirla en un nuevo punto focal para los flujos comerciales globales a través del Mar Rojo.

Este surrealismo inmobiliario tiene en Trojena su máximo exponente: un centro de esquí al aire libre en la península arábiga situado en las montañas Sarat. Contará con un rascacielos de 330 metros de altura diseñado por Zaha Hadid Architects.

Sindalah será otro complejo turístico de lujo en la costa de la ciudad, con un puerto deportivo, hoteles de lujo y un campo de golf, con capacidad para alojar hasta 2.400 visitantes diarios.

Los rascacielos imposibles de Epicon son los otros grandes edificios que aseguran van a construir. Se supone que estarán situados en la sexta de las diez zonas del proyecto.

Los árabes también planean transformar 6.500 hectáreas de tierra circundante en campos agrícolas en gran medida dominados por cultivos genéticamente modificados. Además, una subsidiaria de Neom llamada Enowa proporcionará energía renovable, hidrógeno verde y desalinización sin residuos, afirman sus desarrolladores.

Retrasos y costes disparatados

El proyecto Neom arrancó en 2017 con un presupuesto inicial de 500.000 millones de dólares financiado en gran parte por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí y promovido por bin Salman. Por ahora se extiende sobre una superficie de 26,500 kilómetros cuadrados y se sitúa en la provincia de Tabuk, al norte del Mar Rojo, al este de Egipto y al sur de Jordania.

Tiene una fecha de finalización prevista para 2039, aunque se esperaba que sus fases iniciales estuvieran más avanzadas para mediados de 2022. Por ahora, el progreso ha sido más lento de lo anticipado. Los promotores esperan que la primera fase del proyecto se complete en 2025.

Problemas urbanísticos y éticos

Neom es un componente de la Visión 2030 de Arabia Saudí, el plan que busca reducir la dependencia del país del petróleo, diversificar su economía y desarrollar sectores de servicios públicos. Los diferentes edificios incluyen el uso de robots para servicios de seguridad, logística, entrega a domicilio y cuidado de personas, así como la utilización de energía eólica y solar como únicas fuentes de energía.

Pero, como es habitual, parece que la realidad no es tan futurista ni coherente como nos la quieren vender. El proyecto ha sufrido numerosas críticas por su impacto medioambiental y humanitario —que incluyen migraciones forzadas para acometer el ingente volumen de obras faraónicas promovidas por el dictador de la Casa de Saúd— y los problemas inherentes de su diseño, calificado de incoherente e impráctico por prestigiosos arquitectos y urbanistas.

Organizaciones internacionales han denunciado ya numerosas violaciones de derechos humanos, incluyendo el desplazamiento forzado de tribus locales como los Howeitat.