Las primeras imágenes del nuevo submarino de EEUU: el más avanzado y letal de la historia
La nueva clase Columbia sustituirá a la clase Ohio. Estará equipado con nuevos misiles balísticos intercontinentales y un innovador diseño de popa que lo hará más silencioso y eficaz
EEUU avanza en la construcción de su nuevo supersubmarino nuclear, el elemento más importante de su tríada de disuasión atómica que completan los futuros misiles intercontinentales Centinela y los bombarderos invisible B-21 Raider. Las primeras fotografías de esta nueva máquina —la clase Columbia— muestran una popa con extraño diseño que cuenta con estabilizadores asimétricos posicionados en forma de X que lo harán más estable, maniobrable y silencioso que la actual clase Ohio.
Este diseño, según los expertos, es un gran avance en la tecnología de submarinos aunque no es el primero con esa forma. Los EEUU usaron una muy parecida en el prototipo de investigación y desarrollo USS Albacore en 1967, pero la popa de la clase Columbia tiene modificaciones clave producto de décadas de investigación, principalmente la asimetría de los estabilizadores, cuidadosamente calculada para conseguir características que le diferenciará de cualquier otro sumergible.
Según General Dynamics y Huntington Ingalls Industries —desarrolladores y constructores de los Columbia— esta X asimétrica proporciona mayor estabilidad y maniobrabilidad, mejora la eficiencia operativa y reduce la firma acústica, haciéndolos más difíciles de detectar.
Tradicionalmente, los sumergibles de guerra han dependido de una combinación de motores para la propulsión y timones para la dirección. El alabeo, guiñada y cabeceo se gestiona a través de los planos ubicados en la proa y la popa. La clase Columbia, sin embargo, rompe con el diseño cruciforme convencional (en forma de cruz) de los planos de popa, optando en su lugar por una configuración en forma de X que usa los planos de control de forma diferente y con resultados radicamente mejores, dicen.
La génesis de la clase Columbia
Los Columbia son los submarinos más grandes jamás construidos por los Estados Unidos, una nueva generación de vehículos diseñados para el lanzamiento de misiles balísticos (SSBN) que tecnológica y operativamente superan con creces a la vieja clase Ohio. El primero de estos 12 submarinos —que se bautizará como Distrito de Columbia dando nombre a la clase— comenzó a construirse en 2020 y se espera que entre en servicio en 2031.
Los submarinos tienen una longitud de 170,6 metros y un ancho de más de 13 metros. Cada uno estará equipado con 16 tubos de ICBM que albergarán los misiles UGM-133 Trident II D5LE. Luego, estos se reemplazarán por los nuevos misiles nucleares D5LE2.
Maniobrabilidad inigualable
En esta configuración, los planos de popa no solo se dedican a controlar el cabeceo, sino que también ayudan en la guiñada. Este diseño permite movimientos más precisos y ágiles, un factor crucial para el sigilo y la eficacia de un submarino en las operaciones estratégicas.
Los cuatro planos de la popa X funcionan de forma coordinada para las maniobras que controlan el submarino, lo que consigue también mayor precisión y suavidad en las maniobras. Según General Dynamics, "la configuración de ‘X-Stern’ [popa en X] reduce la posibilidad de una inmersión accidental, lo que permite velocidades más rápidas a profundidades más bajas".
Como afirma la compañía, esta configuración problemas soluciona problemas críticos de seguridad en los submarinos porque, en los diseños tradicionales, una pérdida de potencia hidráulica podría conducir a inversiones incontroladas debido al posicionamiento de los planos de popa. Según la US Navy, esta forma de X garantiza la fiabilidad del submarino en situaciones de combate críticas.
Firma acústica reducida
Esta maniobrabilidad de la popa X-stern, que también ha adoptado DARPA (el brazo de investigación avanzada del Pentágono) en un proyecto avanzado de submarinos de combate furtivos, también contribuye significativamente al silencio del submarino.
El diseño, aseguran, minimiza las interacciones negativas entre el propulsor y las superficies de control, lo que conduce a un flujo de estela más homogéneo. Esta reducción de la turbulencia se traduce en otra reducción de la firma acústica, lo que hará que los submarinos de la clase Columbia sean más difíciles de detectar y rastrear.
La popa en X tiene un beneficio práctico adicional: la ausencia de timones verticales reduce el riesgo de colisiones con el fondo marino y facilita el acceso de los vehículos auxiliares complementarios, como los vehículos submarinos autónomos (AUV) o los submarinos de submarinistas (SDV), a la cubierta seca del submarino. Es un aspecto crucial para operaciones encubiertas y el despliegue de fuerzas especiales, dicen.
Tecnología extremadamente avanzada
Aparte de la popa en X, uno de los avances más notables en la clase Columbia es su sistema de propulsión eléctrico integrado. En vez de usar los sistemas mecánicos con engranajes de reducción utilizados en submarinos de propulsión nuclear anteriores, los Columbia usarán un motor eléctrico alimentado por unidades turboeléctricas movidas por el vapor generado por el reactor nuclear. El sistema también reducirá significativamente la firma acústica del sumergible.
Cada submarino de la clase Columbia está diseñado con un núcleo de combustible nuclear capaz de alimentar el buque durante toda su vida útil esperada de 42 años, otra novedad que elimina la necesidad de reabastecimiento de combustible a mitad de su vida. Esto no solo mejora la preparación operativa, sino que además contribuye a la rentabilidad del buque. Los Columbia también usarán un nuevo revestimiento anecoico para absorber el sonar enemigo y un nuevo sistema de sonar de arco de gran apertura (LAB).
No sabemos mucho más de estos titanes submarinos por razones de confidencialidad obvia. La clase Columbia asumirá el papel más importante de la fuerza nuclear estratégica de los Estados Unidos, asegurando una capacidad de segundo ataque que es crítica para la doctrina nuclear de los norteamericanos y sus rivales. Por eso, estas naves son uno de los secretos mejor guardados del Pentágono.
EEUU avanza en la construcción de su nuevo supersubmarino nuclear, el elemento más importante de su tríada de disuasión atómica que completan los futuros misiles intercontinentales Centinela y los bombarderos invisible B-21 Raider. Las primeras fotografías de esta nueva máquina —la clase Columbia— muestran una popa con extraño diseño que cuenta con estabilizadores asimétricos posicionados en forma de X que lo harán más estable, maniobrable y silencioso que la actual clase Ohio.