Revelan las naves espaciales que pudieron cambiar el curso de la historia

Los historiadores espaciales Glen Swanson y Dwayne Day han buceado en los archivos del programa Apolo para encontrar estas joyas únicas de la exploración espacial: los diseños de las naves que hubiéramos visto si EEUU no hubiera cancelado sus misiones a la Luna y hubiera continuado con su plan de seguir explorando nuestro satélite y establecer una colonia. No sólo son un placer para la vista sino también para la imaginación: ¿dónde estaría ahora la humanidad si la agencia espacial norteamericana no hubiera levantado el pie del acelerador?

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Es más que probable que las naves lunares de 2022 hubieran sido muy diferentes que las que podemos ver en este fantastíco reportaje gráfico pero, sin duda, también serían muy diferentes al Orion del programa Artemis o el Starship de SpaceX.

También es más que posible que, ahora mismo, estaríamos siendo testigos de las primeras misiones tripuladas a Marte, podríanos ver las luces de una colonia en la superficie lunar y habría una economía espacial sólida, posiblemente con empresas explotando asteroides con robots mineros como si fuera en la Tierra. La vida en el espacio parecería algo habitual y hasta aburrido.

Los módulos lunares del futuro que nunca existieron

Hoy en día, seguimos más o menos como hace seis décadas. Grumman — la compañía que diseñó el módulo lunar y realizó estos ejercicios de diseño para nuevas versiones — ya no es Grumman sino Northrop Grumman, una de las mayores compañías de defensa del mundo, responsable del bombadero invisible B-2 Spirit y B-21 Raider, quizás la máquina voladora más avanzada jamás construida.

Pero, en el programa espacial, seguimos anclados en órbita terrestre baja después de haber lanzado una nave de prueba fabricada con una versión modernizada de la vieja tecnología del programa Apolo y el trasbordador espacial.

Desgraciadamente, el programa Apolo se canceló, disgregando y reconvirtiéndose en otros de dudosa utilidad y reducidad ambición, como el Skylab o el Space Shuttle, un programa que no llegó a satisfacer su promesa de bajo coste por misión usando la reutiliazación del vehículo.

Como apuntan Swanson y Day, "la razón principal por la que la NASA no adoptó estas propuestas [de Grumman] fue el dinero.

A mediados de la década de 1960, el presupuesto de la NASA estaba disminuyendo y el liderazgo de la agencia no tenía ninguna razón para esperar que grandes presupuestos financiaran objetivos ambiciosos una vez que el Apolo terminara. El programa Apolo siempre se centró en vencer a la Unión Soviética en su carrera a la Luna. Una vez que ese objetivo se consiguió, el liderazgo político estadounidense no vio más necesidad de gastar cantidades tan enormes de dinero en el programa espacial".

Sólo nos queda consolarnos con los diseños que podéis ver en esta página y fantasear sobre las maravillas que pudiéramos haber visto hoy en día.